martes, 20 de diciembre de 2016

Lecturas del día, martes, 20 de diciembre. Poema "Corona de adviento" de Luis Felipe Vivanco


Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (7,10-14):

En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: «Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo». Respondió Ajaz: «No lo pido, no quiero tentar al Señor». Entonces dijo Isaías: «Escucha, casa de David: ¿no basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/.
Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede entrar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Él ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor

Poema:
Corona de adviento de Luis Felipe Vivanco
 
Viene despacio, caminando a ciegas
por senderos de sangre,
por senderos de amor que no interrumpen
barbechos ni trigales;

que alargan bajo el viento sus aromas
silvestres, sus instantes
recoletos de sol junto a las tapias,
su blancura en pañales,

y acuden, sin querer, casi en un vuelo
legua tras legua, casi
dejándose ignorar desde el nocturno
latido que los hace

tan hondos y tan leves, tan hilillos
de luz de luna errante,
tan infancia de luna en cada piedra,
tan raicillas de árboles.

Viene a través de un sueño y otro sueño,
a través de una tarde
y otra tarde, tranquilas, con el brillo
del lucero en el aire,

con el girar pausado de la noria
repitiendo su frase
de agua empapada en sombra hacia los labios
que la huerta entreabre,

con el durar cobalto de los montes
apagados y unánimes
más allá de los visos donde el ángelus
labriego se deshace.

Viene apenas rezado y melodioso,
como un manso oleaje
rompiendo hacia la playa que aún no alumbra
su espuma trashumante,

como ingrávida nube cuyos bordes
empiezan a endulzarse
cuando, cerca del alba y sin sonido,
su lluvia lenta cae

sobre el quieto regazo de una yerba
dormida, en que se abren
las húmedas violetas primerizas
de un corazón de madre.

http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=2845&t=Corona+de+adviento&p=Luis+Felipe+Vivanco&o=Fernando+Guill%E9n

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