martes, 31 de octubre de 2017

Lecturas del día, martes, 31 de octubre. Poema "El principito" (capítulo XXI) de Antoine de Saint-Exupéry

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,18-25):

Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un dia se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6

R/.
El Señor ha estado grande con nosotros

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,18-21):

En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.» Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»

Palabra del Señor
 
Poema:
El principito (capítulo XXI) de Antoine de Saint-Exupéry 

Fue entonces que apareció el zorro:
- Buenos días -dijo el zorro.
- Buenos días – respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- ¿Quién eres? – dijo el principito. Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – ¡Estoy tan triste!...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- ¡Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- ¿Qué significa "domesticar"?
- No eres de aquí – dijo el zorro –. ¿Qué buscas?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – ¿Qué significa "domesticar"?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos".
- ¿Crear lazos?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- ¡Oh!, no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- ¿En otro planeta?
- Sí.
- ¿Hay cazadores en aquel planeta?
- No.
- ¡Eso es interesante! ¿Y gallinas?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá lejos, los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. ¡Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- ¡Por favor... domestícame! – dijo.
- Me gustaría – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- ¿Qué es un rito? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. ¡Entonces el jueves es un día maravilloso! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- ¡Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -. Yo no te deseaba ningún mal, pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- ¡Pero vas a llorar! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces, no ganas nada.
- Sí gano –dijo el zorro –, por el color del trigo.
Luego, agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Porque ella es mi rosa.

Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.

lunes, 30 de octubre de 2017

Lecturas del día, lunes, 30 de octubre. Poema "Gotas de ajenjo (LXVII)" de Julio Flórez

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,12-17):

Estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 67,2.4.6-7ab.20-21

R/.
Nuestro Dios es un Dios que salva

Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian.
En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. R/.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,10-17):

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: «Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados.» Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?» A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

Palabra del Señor
 
Poema:
Gotas de ajenjo (LXVII) de Julio Flórez
 
Él mismo aró la tierra y extirpó la cizaña;
él mismo sembró el trigo que en buen pan se tradujo;
él mismo hizo su choza; y al pie de la montaña
cavó su propia tumba con celo de cartujo.

Vivió solo en Dios fijo bajo el azul del cielo,
humedeciendo el humus con la hiel de su llanto;
sin ambición ninguna; mas con un doble anhelo;
no saber de los hombres y morir como un santo.

Pero lo más curioso del caso es que la gente,
al verlo, desde lejos, siempre esquivo y huraño,
no lo creyó un Matías ni un Andrés ni un Antonio.

Porque los que pasaban, inopinadamente,
por cerca de la choza del mísero ermitaño,
se signaban creyendo que allí estaba el demonio. 

domingo, 29 de octubre de 2017

Lecturas del día, domingo, 29 de octubre. Poema "Letanía del ciego" de Carlos Bousoño

Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo (22,20-26):

Así dice el Señor: «No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab

R/.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza

Yo te amo, Señor;
tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca,
mi alcázar, mi libertador. R/.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,5c-10):

Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Letanía del ciego de Carlos Bousoño
 
"Soy como un ciego"
(Rubén Darío)

Y tú que tanto amas, tanto ríes,
tanto adivinas y conoces tanto,
¿dónde el escudo para que te fíes,
dónde el pañuelo de enjugar tu llanto?


¿Dónde el camino que no veo ahora?
Dímelo o llora y el mirar suprime.
¿Es ya la noche que no tiene aurora?
Dímelo, dime.


Y sin embargo tu vivir empaña
mi vivir con un vaho que es ternura,
que es caliente rumor que me acompaña
la noche oscura.


Y sin embargo con tu mano guías
y a tientas toco lo que apenas veo
y digo acaso para que sonrías
lo que no creo.


Y toco apenas y tu bulto aprendo
y torpe sigo lo que tú me indicas.
Lo que no miro, lo que no comprendo,
tú multiplicas.


Tú multiplicas, o quizás es tu invento
porque lo vea aunque quizá no exista.
Entre la noche de mi pensamiento
dulce es tu vista.


Dulce es tu vista, tu mirar risueño
que mira un llano donde estaba un monte
y que a mi alma de temblor pequeño
llamó horizonte.


Dulce es tu vista que miró aquel lago
y lo llamaba alegre mar bravío.
Tu generoso corazón es mago.
¡Lo fuese el mío!


https://www.youtube.com/watch?v=rqHdcs24XwQ

sábado, 28 de octubre de 2017

Lecturas del día, sábado, 28 de octubre, S. Simón y S. Judas, apóstoles. Poema "Letanía" de Homero Aridjis. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,19-22):

Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 18,2-3.4-5

R/.
A toda la tierra alcanza su pregón

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,12-19):

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor
 
Poema:
Letanía de Homero Aridjis
 
Ama al Dios que te ama
a la luz que tus ojos aman
al espíritu encarnado ama
al agua madre ama
a la tierra inteligente
como a ti mismo ama
al universo dentro y fuera de ti ama
como a un sol interior ama
a la luz vital
entre dos eternidades muertas ama
al poema del ser ama
en la vida y en la nada ama. 
 
Breve comentario
 
El Señor llama, y responder afirmativamente a su llamada es el primer gesto de amor hacia Él, amor que es respuesta al suyo y que se expresa en su requerimiento. El mero hecho de buscarlo, de sentir su necesidad, son las primeras formas de manifestación de esa cercanía que siempre implica la actitud amorosa. Es cierto que podemos amar lo que no nos conviene; podemos sentirnos llamados por el error, el pecado, el mal o la mentira. Y no siendo conscientes de la naturaleza buena o mala de lo que nos reclama, ni siquiera de la llamada misma, nuestro amor errado nos hiere. Pero aun en esos casos, por desgracia muy numerosos, en el alma humana está ese movimiento de comunión, de plenitud, de felicidad.
 
¿Qué sintieron los apóstoles al ser llamados por Jesucristo? No lo sabemos, pues es difícil imaginar a Dios hecho hombre dirigiéndose hacia nosotros en persona. O tal vez de algún modo sí, pues el Señor entra en relación, en diálogo con nosotros, aunque su voz no se encarne en la de un hombre, sino en el Espíritu que nos acompaña cuando le dejamos entrar en nuestro corazón. 
 
Personalmente, y son años de peregrinar en esta vida, aún no he logrado vislumbrar cuál es la tarea concreta que Dios quiere que realice. Hay llamadas muy claras, como todas las relacionadas con una u otra forma de consagración de la propia vida (sacerdocio, votos, etc.), y otras que sin poseer un perfil tan definido, supone una llamada inequívoca. El Señor me quiso casado y casado con Isabel, me quiso psicólogo, me quiso varón y español, que naciera a principios de los años sesenta, quiso que creciera con mi familia, que pasara por lo que pasé, que disfrutara de lo que disfruté, que tuviera ciertas heridas, muchas ya cerradas, otras aún abiertas, y alguna sangrante, que me guste la poesía y el arte, y que no me guste la ópera, etc., etc. Y en toda esa mezcolanza de cosas y experiencias que conforman una vida cualquiera, en todo ese conjunto aparentemente sin mucho sentido, está la llamada de Dios constante en mi vida, en la vida de cualquiera. Aunque uno, más allá de lo que se le exige a todo católico y que sabemos por su Palabra, siga buscando qué es lo que quiere exactamente de mí, en mi cotidianidad más común. Y este seguir buscándole, ya con la cabeza más blanca que gris, con todas mis limitaciones, es una forma de ser su discípulo, de amarlo, siquiera sea con el amor del que el Señor me ha hecho capaz, que no es mucho. La búsqueda es la primera forma de apostolado, aunque se esté ya a las puertas de la vejez. Los tiempos de Dios no son los nuestros. Sigamos el consejo del poeta: "Ama al Dios que te ama". 

jueves, 26 de octubre de 2017

Lecturas del día, jueves, 26 de octubre. Poema "Así es la verdad" de Luis Eduardo Aute. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6,19-23):

Uso un lenguaje corriente, adaptándome a vuestra debilidad, propia de hombres; quiero decir esto: si antes cedisteis vuestros miembros como esclavos a la inmoralidad y al desorden, para el desorden total, ponedlos ahora al servicio de la justicia para vuestra santificación. Cuando erais esclavos del pecado, la justicia no os gobernaba. ¿Qué frutos dabais entonces? Frutos de los que ahora os avergonzáis, porque acaban en la muerte. Ahora, en cambio, emancipados del pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos que llevan a la santidad y acaban en vida eterna. Porque el pecado paga con muerte, mientras que Dios regala vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6

R/.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Así es la verdad de Luis Eduardo Aute 
 
Como una llama que aparta tinieblas
quemando las dudas en los pensamientos,
como ese río que nunca se seca,
que sigue su cauce arrastrando a las piedras,
como esa sangre que cae sin miedo,
sangre que limpia paisajes y penas,
así es la verdad.

Como esa vida que decimos nuestra
y que nos reconoce por su único dueño,
como esa vida que es causa primera
y que lucha por serlo a golpes de fuerza,
como esa vida que no quiere muertos,
como esa vida que no quiere esperas,
así es la verdad.
 
 
Breve comentario
 
Citando al poeta cantautor, "así es la verdad": fuego, división, enfrentamiento, guerra... De ello no se deduce que la verdad de Dios sea algo pernicioso para el hombre. La verdad sólo daña aquello que se fundamenta en la ausencia de ella. Daña, ataca la mentira, el error, la hipocresía, la maldad en todas sus formas posibles e imaginables. En consecuencia, la verdad en un mundo construido de espaldas a ella es un agente que provoca unas profundas alteraciones en los equilibrios de la mentira y del pecado, de la muerte, en definitiva.
 
El amor de Dios no significa ausencia de juicio, ausencia del orden de lo creado, ausencia de moral. Misericordia no supone perdón incondicional, aceptación de toda actitud, acción, deseo o pensamiento que nazca del corazón humano por el mero hecho de que ese sea su origen, ni es sentimentalismo, ternurismo infantiloide. El corazón humano puede ser la realidad más sublime de la Creación cuando es reflejo del corazón de Dios; pero también puede ser el pozo de miseria más negro e insondable cuando se erige y se sostiene en las múltiples formas de la muerte del alma. Ante un corazón así, y para salvarlo de la condenación eterna, es decir, por pura misericordia divina, la verdad ha de abrirse paso como espada flamígera, sin contemplaciones, sin falsas piedades, quemando, dividiendo, enfrentando, pues al mal, que por su naturaleza se resiste al bien con toda la fuerza de la que es capaz, necesita ser doblegado. Y esto es un ejercicio de amor.
 
El amor de Dios no conoce, no posee ninguno de los pecados morales y espirituales que nos caracterizan. Dios no es vengativo, no es rencoroso, no envidia, no miente. Su fuerza nace de su naturaleza amorosa, de lo que es, Amor. Y porque lo es, porque ama, combate nuestro mal para salvarnos. Así es la verdad.  

martes, 24 de octubre de 2017

Lecturas del día, martes, 24 de octubre. Poema "Éste es el tiempo en que llegas" de Cristina de Arteaga

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12.15b.17-19.20b-21):

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos. Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y así como reinó el pecado, causando la muerte, así también, por Jesucristo, nuestro Señor, reinará la gracia, causando una justificación que conduce a la vida eterna.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 39,7-8a.8b-9.10.17

R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tú voluntad

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.

«–Como está escrito en mi libro–
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R/.

Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»
los que desean tu salvación. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,35-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Éste es el tiempo en que llegas de Cristina de Arteaga
 
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.

Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.

¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!

Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.

Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre.  

lunes, 23 de octubre de 2017

Lecturas del día, lunes, 23 de octubre. Poema "Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?..." (poema 288) de Emily Dickinson


Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (4,20-25):

Ante la promesa de Dios Abrahán no fue incrédulo, sino que se hizo fuerte en la fe, dando con ello gloria a Dios, al persuadirse de que Dios es capaz de hacer lo que promete, por lo cual le valió la justificación. Y no sólo por él está escrito: «Le valió», sino también por nosotros, a quienes nos valdrá si creemos en el que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, que fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.

Palabra de Dios

Salmo

Lc 1,69-70.71-72.73-75

R/.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado a su pueblo.


Nos ha suscitado una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas. R/.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. R/.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.» Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?» Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.» Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.»

Palabra del Señor

Poema:
"Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?..." (poema 288) de Emily Dickinson

Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?
¿También tú no eres nadie?
¡Entonces ya somos dos!
¡No lo digas! Lo pregonarían, ya sabes.

¡Qué aburrido ser alguien!
¡Qué ordinario! Estar diciendo tu nombre,
como una rana, todo el mes de junio,
a una charca que te contempla.

"I’m Nobody! Who are you? ..."
 
I’m Nobody! Who are you? 
Are you – Nobody – too? 
Then there’s a pair of us! 
Don’t tell! they’d advertise – you know! 

How dreary – to be – Somebody! 
How public – like a Frog –   
To tell one’s name – the livelong June –   
To an admiring Bog!

domingo, 22 de octubre de 2017

Lecturas del día, domingo, 22 de octubre. Poema "Cumpleaños feliz" de Doiraje. Breve comentario


Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (45,1.4-6):

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: «Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 95,1.3.4-5.7-8.9-10a.10e

R/.
Aclamad la gloria y el poder del Señor

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R/.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5b):

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordarnos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,15-21):

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?» Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.» Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» Le respondieron: «Del César.» Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

Palabra del Señor

Poema:
Cumpleaños feliz de Doiraje

Tras siete años de escarpado camino,
más solitarios que en el primer día,
peregrinos sin apóstol ni alegría,
penitentes aún de aquel destino.

Mas vámosle ganando al desatino,
pues podemos lo que no se podía,
y aunque envidia y vileza en su porfía
siguen, no halla lugar su puñal fino.

Y huérfanos de amor en amor crecemos;
sin calor ni consuelo ni enseñanza
de otros, basta este abrazo cada noche

para darnos ya lo que merecemos.
Setenta veces siete esta esperanza
nos crezca con los años sin reproche.

Breve comentario

La maldad siempre busca el modo de hacer daño, de inocular su veneno, de desestabilizarnos. Es más, el mal es más intenso cuando menos mal parece. La hipocresía es una de las manifestaciones más malvadas de la maldad. El Señor lee en los corazones como un libro abierto. Nadie puede engañarle; nadie puede hacerle caer en tentación, aunque desde luego sí sufrió las tentaciones de fariseos y escribas, no sólo las del demonio en el desierto. Un modo fundamental para vencerlo es sacarlo a la luz, desnudarlo de disfraces, que todo el mundo pueda contemplar el horror de su aspecto.

En esta ocasión, el Señor utiliza una respuesta hábil. No da las respuestas que los miserables esperaban. Sus palabras son de nuevo perfectas. Y maravillosamente ambiguas, pues no señala qué es lo de Dios y qué es lo del César, aunque mantiene la distinción. Los impuestos no son cosa de Dios, pero el fin de todo impuesto es servir al bien común. Y el bien común sí es cosa de Dios. La gobernación de un país, las leyes que lo rijan son esferas del orden mundano o civil, pero leyes y gobierno deben respetar los fundamentos de la verdad que Dios estableció en la naturaleza. En consecuencia, el gobierno y las leyes no pueden ser un ámbito completamente independiente de Dios. El César ha de remitirse en último o primer momento a Dios, pues su autoridad sólo es tal en cuanto que sirve al fundamento de la autoridad divina. Evidentemente, los fariseos no se enteraron de gran cosa. Deberían seguir intentando atraparle en alguna contradicción en otras ocasiones.

El poema, antiguo como casi todos los de uno, es un soneto a un cumpleaños de mi mujer. El cumpleaños hace mención a los años que hacía de que nos conocimos, entonces siete, hoy ya veinticinco. El que hayamos llegado a ser pareja es una conquista no pequeña. Nuestra vida ha sido una auténtica carrera o trayecto de obstáculos para que ni ella ni yo lo fuéramos nunca. Tuvimos que solventar muchas resistencias, algunas externas y muchas internas (las peores). Y la maldad ajena no estuvo ausente, como no lo está ahora, pendientes algunos aún de cómo hallar lugar para apuñalarnos. Lo cierto es que casi veinte años después de sortear todo tipo de hipocresías y abiertas maldades, nuestra esperanza ha crecido. Y seguirá creciendo. Pues cuanto más tiempo va pasando, más nos vamos acercando a la fuente y origen de esa nuestra esperanza.

sábado, 21 de octubre de 2017

Lecturas del día, sábado, 21 de octubre. Poema "Gracias, Señor..." de José García Nieto

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (4,13.16-18):

No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.» Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 104,6-7.8-9.42-43

R/.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.

Porque se acordaba de la palabra sagrada
qué había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,8-12):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.»

Palabra del Señor
 
Poema:
"Gracias, Señor..." de José García Nieto
 
Gracias, Señor, porque estás
todavía en mi palabra;
porque debajo de todos
mis puentes pasan tus aguas.
Piedra te doy, labios duros,
pobre tierra acumulada,
que tus luminosas lenguas
incesantemente aclaran.
Te miro; me miro. Hablo;
te oigo. Busco; me aguardas.
Me vas gastando, gastando.
Con tanto amor me adelgazas
que no siento que a la muerte
me acercas…             
Y sueño…
Y pasas…

              
Vas a pasar, Señor, ya sé quién eres;
tócame por si no estoy bien despierto.
Soy hombre, ¿me ves?, soy todo el hombre.
Mírame Tú, Señor, si no te veo.
No hay horas, no hay reloj, ni hay otra fuerza
que la que Tú me des, ni hay otro empleo
mejor que el de tu viña…
Pasa…
Llama…
Vuelve a llamarme…

              
¿Qué hora es? No cuento ya bien.             
¿Es la de la sexta?, ¿la de nona?,
¿la undécima? ¿o ya es tarde?
Pasa…
Quiero seguir, seguirte…

              
Llama. Estoy perdido;
estoy cansado; estoy amando, abriendo
mi corazón a todo todavía…
Dime que estás ahí, Señor; que dentro
de mi amor a las cosas Tú te escondes,
y que aparecerás un día lleno
de ese amor mismo ya transfigurado
en amor para Ti, ya tuyo.
¡Grita! ¡Nómbrame,
para saber que todavía es tiempo!…
Hace frío…
             
¿Será que la hora undécima
ha sonado en la nada?…
Avanzo,             
muerto de impaciencia de estar en Ti,
temblando de Ti, muerto de Dios,             
muerto de miedo.
Yo soy el hombre, el hombre, tu esperanza,
el barro que dejaste en el misterio.
 

jueves, 19 de octubre de 2017

Lecturas del día, jueves, 19 de octubre. Poema "Yo no soy demasiado sabio" de Amado Nervo. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (3,21-30a):

Ahora, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los profetas, se ha manifestado independientemente de la Ley. Por la fe en Jesucristo viene la justicia de Dios a todos los que creen, sin distinción alguna. Pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús, a quien Dios constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre. Así quería Dios demostrar que no fue injusto dejando impunes con su tolerancia los pecados del pasado; se proponía mostrar en nuestros días su justicia salvadora, demostrándose a sí mismo justo y justificando al que apela a la fe en Jesús. Y ahora, ¿dónde queda el orgullo? Queda eliminado. ¿En nombre de qué? ¿De las obras? No, en nombre de la fe. Sostenemos, pues, que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley. ¿Acaso es Dios sólo de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Evidente que también de los gentiles, si es verdad que no hay más que un Dios.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 129,1-2.3-4.5

R/.
Del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa


Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,47-54):

En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron, y vosotros les edificáis sepulcros. Por algo dijo la sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los perseguirán y matarán"; y así, a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, maestros de la Ley, que os habéis quedado con la llave del saber; vosotros, que no habéis entrado y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar!» Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias palabras.

Palabra de Señor
 
Poema:
Yo no soy demasiado sabio de Amado Nervo
 
Yo no soy demasiado sabio para negarte,
Señor; encuentro lógica tu existencia divina;
me basta con abrir los ojos para hallarte;
la creación entera me convida a adorarte,
y te adoro en la rosa y te adoro en la espina.
¿Qué son nuestras angustias para querer por ellas
argüirte de cruel? ¿Sabemos por ventura
si tú con nuestras lágrimas fabricas las estrellas,
si los seres más altos, si las cosas más bellas
se amasan con el noble barro de la amargura?
Esperemos, suframos, no lancemos jamás
a lo Invisible nuestra negación como un reto.

Pobre criatura triste, ¡ya verás, ya verás!
La Muerte se aproxima... ¡De sus labios oirás
el celeste secreto!
 
 
Breve comentario
 
El conocimiento siempre ha de servir a la verdad. Un conocimiento que no se ajusta a la verdad del objeto que estudia no es conocimiento, sino superchería, mentira, error o falsedad. Cuando el conocimiento se olvida de esta premisa esencial y queda determinado o al servicio de intereses bastardos, su naturaleza se desvirtúa y comienza a ser en un mero instrumento de poder, ya sea poder social, cultural, económico, político, religioso, ideológico, etc. Y cuando el conocimiento se convierte en un servidor de cualquier otra cosa que no sea la verdad que le fundamenta, se abre a toda impostura, a toda injusticia, en definitiva, a toda ignorancia.
 
Los escribas y fariseos no reconocieron jamás los signos que los profetas anunciaban, ni la función profética, de enviados de aquellos. Y cuando la mentira reina, la depravación y la hipocresía más acabadas toman su asiento: homenajean a aquellos que en vida despreciaron, persiguieron y mataron. Y lo peor es que aquellos que representan el saber, distorsionan el mismo e impiden acceder a él, como aquellos profesores que enseñen mentiras, que no quieran enseñar o que desprecien a aquellos que quieran acceder al conocimiento.

Al verdadero sabio el conocimiento le hace humilde, le hace consciente del don recibido al conocer y de su menesterosidad ante el misterio de la verdad (todo lo que existe, la misma noción de ser está impregnada de misterio, pues nada nace de sí mismo). Al que el conocimiento le envanece y lo utilice como instrumento de dominación, debemos distinguir en él a un ignorante que jamás ha accedido al saber, por muchos conocimientos que pueda poseer. La pedantería y la presunción es signo de un profundo analfabetismo moral y espiritual. El Señor representa la antítesis de estas actitudes. Por esto arrastraba a las multitudes con palabras muy sencillas, con una inaudita autoridad que procedía no sólo de su fidelidad a la verdad, sino de su identidad con ella: Él era la Verdad.

Acerquémonos siempre con humildad ante el misterio de la verdad de Dios y de todas las otras verdades participadas del Creador en las distintas áreas del conocimiento. Reconozcamos siempre con sincera modestia nuestra ignorancia y nuestras limitaciones ante tanta belleza que nos desborda y supera. Y agradezcamos los dones concedidos para avanzar en ella con lentitud y arduo trabajo: conocemos siempre lo que Dios nos permite conocer. Y cuando no lo podemos conocer por nuestros medios, Él nos lo ha revelado. Conocer la verdad del ser no es una cuestión de conquista narcisista de la humanidad, sino regalo de Dios al servicio de su amor. Pues hasta en los campos cognoscitivos más abstractos y formales, no puede haber conocimiento sin amor, que es siempre amor por la verdad.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Lecturas del día, miércoles, 18 de octubre, san Lucas, evangelista. Poema "Como esa hoja" de Ernestina de Champourcin


Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,9-17a):

Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran los gentiles.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 144,10-11.12-13ab.17-18

R/.
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-9):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

Palabra del Señor
 
Poema:
Como esa hoja de Ernestina de Champourcin 
 
Hazme como esa hoja de otoño, Señor.
Como esa hoja de otoño, 
llama dócil a tu viento, 
sin inquietudes ni angustias, 
que rueda sumisamente 
al impulso de tus manos. 
 
Que no pregunta ni sabe;
que va donde Tú la llevas, 
perdida, rodando, sola 
entre la lluvia y el polvo.
Como esa hoja de fuego
que ha renunciado a su rama
y a la fuerza de su árbol.

Hazme como ella, Señor;
que vaya entregada a Ti,
desprendida de mí misma,
ajena a todo: al camino,
al horizonte, a la sombra.

 
Arráncame de este tronco
que me impide levantarme.

martes, 17 de octubre de 2017

Lecturas del día, martes, 17 de octubre. Poema "Indeseable" de José Emilio Pacheco. Breve comentario


Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,16-25):

Yo no me avergüenzo del Evangelio; es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la justicia salvadora de Dios para los que creen, en virtud de su fe, como dice la Escritura: «El justo vivirá por su fe.» Desde el cielo Dios revela su reprobación de toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Porque, lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista; Dios mismo se lo ha puesto delante. Desde la creación del mundo, sus perfecciones invisibles, su poder eterno y su divinidad, son visibles para la mente que penetra en sus obras. Realmente no tienen disculpa, porque, conociendo a Dios, no le han dado la gloria y las gracias que Dios se merecía, al contrario, su razonar acabó en vaciedades, y su mente insensata se sumergió en tinieblas. Alardeando de sabios, resultaron unos necios que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles. Por esa razón, abandonándolos a los deseos de su corazón, los ha entregado Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos; por haber cambiado al Dios verdadero por uno falso, adorando y dando culto a la criatura en vez de al Creador. ¡Bendito él por siempre! Amén.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 18,2-3.4-5

R/.
El cielo proclama la gloria de Dios

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,37-41):

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo.»

Palabra del Señor

Poema:
Indeseable de José Emilio Pacheco 

No me deja pasar el guardia. 
He traspasado el límite de edad. 
Provengo de un país que ya no existe. 
Mis papeles no están en orden.  
Me falta un sello. 
Necesito otra firma. 
No hablo el idioma. 
No tengo cuenta en el banco. 
Reprobé el examen de admisión. 
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica. 
Me desemplearon hoy y para siempre. 
Carezco por completo de influencias. 
Llevo aquí en este mundo largo tiempo. 
Y nuestros amos dicen que ya es hora 
de callarme y hundirme en la basura.

Breve comentario

"Dad limosna de lo de dentro", nos ordena el Señor. Qué difícil es seguir al Señor tantas veces... Sin su auxilio, imposible. ¡Cómo atrevernos a darnos en un mundo que no valora ni el dar ni nuestro interior! Tal vez todavía queda bien para la creación artística ese exponernos con corazón abierto. El arte, la cultura es un ámbito más o menos ajeno a la cotidianidad de cada día. La estética aún puede aguantar alguna verdad humana, siempre que quede ahí, en planteamiento estético, en desahogo de creador, en excentricidad de quien no es como las personas normales. Asimismo, también es aceptable darse en entornos de solidaridad o caritativos, pero aquí lo interior se mide en actos de entrega más o menos objetivos, en dar un servicio que todos entendemos y apreciamos (dar de comer, cuidar al enfermo, cobijar a los sin techo, etc.); pero ¿es esto siempre dar "de lo de dentro"?

La entrega que Dios nos pide es radical, la más radical. Nos debemos entregar por completo en todos los ámbitos, no sólo en el mundo subjetivo de quien busca su propia identidad en su vida interior, ni tampoco aquellos que se entregan en actos solidarios o de misericordia. Y esto es muy arriesgado, sobre todo cuando a nadie le interesa ese amor que quisiéramos dar desinteresadamente. A las personas se las enjuicia y valora por sus actos, por sus méritos, por sus esfuerzos, por su rendimiento, por su productividad u originalidad. Pero si todo ello no es expresión "de lo de dentro", para el Señor no vale absolutamente nada. Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos y miedos más que justificados debemos salir de nosotros mismos hacia los demás con lo más propio de nuestra intimidad, que nunca es nuestro, sino prestado, donado.

Reconozco que quien esto escribe siente terror a dar de lo de dentro, aunque también soy consciente de que nada me haría más feliz. Mi fe es la que es, más bien pequeña; y mi vida desde el comienzo ha propiciado la inseguridad, la angustia y la indefensión. Ante este imperativo del Señor, me siento como un tartamudo al que le obligan a dar discursos en público ante una audiencia muy exigente y preparada. O como el personaje del poema elegido, arquetipo del hombre sin atributos al que el mundo ya le ha certificado que no tiene valor ninguno, nada provechoso que dar a la sociedad ni a nadie. Ante tal desafío sólo cabe un camino: abandonarse a la voluntad de Dios, y que sea Él quien señale los caminos de nuestra donación. Y rogarle que nos indique el modo de proceder, y nos conceda la fuerza para atrevernos a recorrerlo. De lo contrario, iremos enjuiciando a los demás con "lo de fuera", exigencias falsas que no poseen ningún valor para la salvación de nuestra alma.

lunes, 16 de octubre de 2017

Lecturas del día, lunes, 16 de octubre. Poema "Senza flash" de Adam Zagajewski. Breve comentario


Primera lectura

Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,1-7):

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 97

R/.
El Señor da a conocer su victoria

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Palabra del Señor

Poema:
Senza flash de Adam Zagajewski 

 Senza flash!  "¡Sin flash!"
(exclamación que se oye a menudo en las galerías italianas)

Sin llama, sin noches de insomnio, sin ardor,
sin lágrimas, sin grandes pasiones, sin convencimiento.
Viviremos así: senza flash.

Queda y pausadamente, dócilmente, entre sueños,
las manos manchadas con la tinta negra de los diarios,
las caras grasientas de crema: senza flash.

Turistas sonrientes, camisas impecables,
Herr Lange y Miss Fee, Monsieur et Madame Rien
entrarán en el museo: senza flash.

Se detendrán ante el cuadro de Piero della Francesca, donde
Cristo, casi enajenado, surge de la tumba,
resucitado, libre: senza flash.

Quizás ocurra entonces algún hecho imprevisto:
se agite el corazón bajo el tejido suave,
se haga el silencio, destelle el flash.


Senza flash 

(„senza flash” – „bez fleszu” – instrukcja dla turystów we włoskich muzeach i galeriach)

Bez płomienia, bez nocy bezsennych, bez żaru,
Bez łez, bez wielkiej namiętności, bez przekonania,
tak będziemy żyli: senza flash.

Spokojnie i miarowo, posłusznie i sennie,
dłonie poplamione czarną farbą gazet codziennych,
twarze tłuste od kremu: senza flash.

Uśmiechnięci turyści w bardzo czystych koszulach,
Herr Lange i Miss Fee oraz Monsieur et Madame Rien
wejdą do museum: senza flash.

Staną przed obrazem Piero della Francesca, na którym
Chrystus, prawie obłąkany, wynurza się z grobu,
zmartwychwstały, wolny: senza flash.

I może wtedy stanie się coś nieprzewidzianego,
poruszy się serce ukryte pod gładką bawełną,
zapadnie cisza, błyśnie flesz.

Breve comentario

Un mundo sin fe es un mundo que no sabe ver donde está lo que merece la pena, que no sabe distinguir lo valioso e importante de lo fútil. Y por ello, en ese mundo desvitalizado, se piden signos, demostraciones, comprobaciones objetivas, pues en esa ceguera la objetividad de la verdad se ha perdido, y se entiende que sólo en la verificación empírica puede obtenerse algún conocimiento seguro. Cuando no creemos, cuando no distinguimos la verdad, pedimos signos, cálculos, registros, medidas. Para algunas realidades esa vía es la más adecuada; pero para otras, las realidades espirituales, es la peor.

Nunca dejará de sorprenderme cómo gente muy sencilla es capaz de ver aquello que otros con una vasta formación académica e intelectual confunden, no perciben o distorsionan. Éstos necesitan signos. Hoy son la mayoría. Los corazones que aún son capaces de reaccionar a la estimulación de la verdad siguen siendo nuestra esperanza de que no todo se ha perdido en el hombre, aunque muchos lo estén de un modo parece irremediable.

Con el poeta polaco, podríamos decir que nuestro mundo observa la belleza con los ojos de un objetivo fotográfico, sin flash, sin destello, sin brillo, sin luz, sin espíritu. Incluso hemos empeorado si cabe, pues los turistas, aun los de gran nivel adquisitivo, han sustituido sus camisas impecables que describiera el poeta por unas vulgares camisetas de tirantes, unos bermudas o pantalones pirata y unas chanclas. Eso sí, pidiendo signos con esa mirada de máquina sin flash.

domingo, 15 de octubre de 2017

Lecturas del día, domingo, 15 de octubre. Poema "El banquete que os propongo es para el día de mi muerte..." de Clara Janés. Breve comentario

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (25,6-10a):

Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. Lo ha dicho el Señor. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 22, 1-6

R/.
Habitaré en la casa del Señor
por años sin término


El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,12-14.19-20):

Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor
 
Poema:
"El banquete que os propongo es para el día de mi muerte..." de Clara Janés
 
El banquete que os propongo es para el día de mi muerte
y responde al amor que yo siento y deseo:
pido que se me coma,
que mi ser en no ser no se mude
sino en puro alimento;
comunión caníbal suplico,
génesis en el otro.

Nadie quiere comerme,
enferma estoy de amor.
 
Breve comentario
 
Es inimaginable cómo será el reino de los cielos. Para adaptarse a nuestra limitada razón, el Señor utiliza la imaginería de un gran festín del cual somos invitados. Con ser una metáfora muy plástica, no deja de ser muy pobre, pues el cielo es algo infinitamente superior a un banquete placentero. La gloria de Dios es un gozo que supera todo lo que el hombre pueda concebir, entender e imaginar desde su propia racionalidad. En la misa que he acudido esta mañana el sacerdote lo ha descrito de un modo muy sucinto y a la vez muy acertado. El reino de los cielos será la satisfacción de nuestros anhelos más profundos, aquí insatisfechos. Huelga decir que tales anhelos no tienen nada que ver con nuestras fantasías egoístas o materialistas, sensuales o hedonistas de cualquier tipo (que nos toque la lotería o una gran herencia, comprarse un coche mejor, etc.). Esos no son los anhelos más profundos; si acaso son las deformaciones o compensaciones que buscamos cuando aquellos anhelos sabemos que son inalcanzables. El dinero, el sexo, la riqueza material o el éxito social son vías por las cuales el alma herida intenta consolarse olvidando u ocultando sus daños y vacíos más íntimos.
 
El anhelo más profundo del ser humano, el que nos constituye como tales hombres y mujeres, es amar y ser amado. Todos hemos pasado por la experiencia de que nos hemos querido dar a alguien que de algún modo amábamos, y hemos sentido, si no rechazo, sí frialdad, distancia, incomunicación esencial, indiferencia. Todos hemos sentido alguna vez que hemos puesto toda la carne en el asador en alguna empresa a la que nos entregamos con ilusión, y nadie nos acompañó, nadie apoyó aquella nuestra apuesta limpia y sincera. Estas son heridas profundas (mucho más graves si cabe cuando ocurren en la infancia) porque nuestra entrega parece caer en el vacío. Es doloroso rehacerse de semejantes fracasos, pues por lo general en tales situaciones el hombre cae en la tentación de desvalorizarse, de sentir que su persona es de escasa valía, inadecuada. Por desgracia, el ser humano ante graves frustraciones busca salidas falsas que son las que la sociedad sanciona en sus diversas formas de hedonismo escapista. El final de todo este proceso dañino es el replegamiento del alma sobre sí misma (estrictamente el ego-ísmo), la falta de apertura, el escepticismo existencial, el nihilismo cotidiano del que tiende a no creer en nada o en nadie o sólo de un modo superficial, como protegiéndose las espaldas en espera de una nueva herida, como el boxeador que, ante la previsible lluvia de golpes, encoge los hombros, sube la guardia y oculta el rostro entre sus puños, mientras pega sus brazos a los costados para protegerse los flancos. Y ciertamente en un mundo como éste es difícil evitar no vivir como esperando el golpe. Y peor si cabe es vivir golpeando, con furia, con rabia, con la muerte nuestra que proyectamos en el otro.
 
Sin embargo, el reino de los cielos es lo opuesto a toda esta mundanidad de pecado e incomprensión que nos rodea. Nadie sabe cómo será, pero sabemos por revelación divina que es el reino de la comunión del Creador con sus criaturas, la unión gozosa, plena, de las almas, la confianza y la apertura absolutas, sin condiciones, sin límites, franca como la sonrisa más limpia que podamos imaginar, como la mirada más acogedora que nunca nadie nos dirigió. Eso debe de ser, en efecto, estar en la gloria. 

Lo que hay detrás de la idea del banquete del rey que celebra las bodas de su hijo no es simplemente la idea de gozo y alegría que una experiencia semejante implica. El gozo es un momento posterior al origen que lo produce o del que nace: la entrega de Dios a sus criaturas, la donación de sí, que sólo puede realizarse por amor. El rey es Dios Padre, y el hijo que se casa es el Señor. Pero, ¿con quién se casa? Con nosotros, sus criaturas. Si nosotros aceptamos su invitación, nos espera el gozo infinito de contemplarle, del infinito placer de estar con el amado en mutua entrega, de unirnos al máximo Bien, a la máxima Belleza, a la máxima Verdad por las cuales todos hemos llegado a ser sus criaturas. Es verdad que las bodas del Hijo se realizan en el altar de la Cruz, de la renuncia de la propia grandeza, modelo de vida que debemos hacer nuestro para poder entrar en el banquete del rey. ¿Y cómo nos invita el rey a tan maravilloso banquete? Imitando al hijo: casándonos con Él, es decir, entregando por amor nuestro yo, renunciando al mismo, reconociendo que todo lo que somos se lo debemos a Él. El que es invitado y dice sí a la invitación está dando un sí al rey y a su hijo, a la actitud de ofrecernos al otro por amor. Sólo así podremos gozar de semejante banquete, sólo así nuestro aspecto será de una belleza inmarcesible. El invitado que va vestido vulgarmente es aquel que no valora el amor que recibe, que lo desprecia o pretende disfrutarlo de forma mezquina y egoísta, es decir, pretende tratar al rey y al hijo con la mentalidad mundana y egoísta que nos solemos gastar aquí abajo. En esa actitud no hay boda ninguna, ni comunión, ni vida. Este comensal, despreciando el Bien, la Verdad y la Belleza, se expulsa él solo antes que lo haga el mismo Señor.
 
El poema de Clara Janés hace referencia a la esencia del amor: la entrega absoluta, incondicional. Y también al destino que muchas veces hemos padecido o padecemos todos cuando nadie valora ese abandono de sí, esa ilusión de vida. Que nunca dejemos, a pesar de los muchos desencuentros y soledades, estar enfermos de amor, pues nuestra esperanza no está puesta en las satisfacciones más o menos banales que el mundo proporciona, sino en el reino de Dios que nos espera si sabemos perseverar en este darse en medio de las cruces de incomprensión y soledad de cada día. Que el Señor nos conceda esta fuerza.

sábado, 14 de octubre de 2017

Lecturas del día, sábado, 14 de octubre. Poema "Estar en ti" de Antonio Gamoneda. Breve comentario

Primera lectura

Lectura del libro del profeta Joel (4,12-21):

«Que se levanten las naciones y acudan al valle de Josafat; allí me sentaré a juzgar a las naciones vecinas. Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura, vengan a pisar las uvas, porque ya está lleno el lagar, ya las cubas están rebosantes de sus maldades. ¡Multitudes y multitudes se reúnen en el valle del Juicio, porque está cerca el día del Señor! El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor ruge desde Sión, desde Jerusalén levanta su voz; tiemblan los cielos y la tierra. Pero el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será santa, y ya no pasarán por ella los extranjeros. Aquel día los montes destilarán vino y de las colinas manará leche. Los ríos de Judá irán llenos de agua y brotará un manantial del templo del Señor que regará el valle de las Acacias. Egipto se volverá un desierto y Edom una árida llanura, porque oprimieron a los hijos de Judá y derramaron sangre inocente en su país. En cambio, Judá estará habitada para siempre, y Jerusalén por todos los siglos. Vengaré su sangre, no quedarán impunes los que la derramaron, y yo, el Señor, habitaré en Sión».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 96

R/.
Alegraos, justos, con el Señor

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Amanece la luz para el justo
y la alegría para los rectos de corazón.
Alégraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11,27-28):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!» Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».

Palabra del Señor
 
Poema:
Estar en ti de Antonio Gamoneda 

Yo no entro en ti para que tú te pierdas
bajo la fuerza de mi amor;
yo no entro en ti para perderme
en tu existencia ni en la mía;
yo te amo y actúo en tu corazón
para vivir con tu naturaleza,
para que tú te extiendas en mi vida.


Ni tú ni yo. Ni tú ni yo.
Ni tus cabellos esparcidos aunque los amo tanto.
Sólo esta oscura compañía.
                                         Ahora
siento la libertad.
                         Esparce
tus cabellos.
                  Esparce tus cabellos.


Breve comentario

Seguir al Señor, amarlo, es ante todo una realidad espiritual. La relación física especialísima y excelsa en su privilegio que tuvo la Virgen María con su Hijo es absolutamente irrepetible, excepcional, personal y única. Dichosa, en efecto, aquella mujer que fue sagrario de Dios con su cuerpo durante nueve meses y pudo después cuidarlo, protegerlo y educarlo como niño y adolescente. Pero ella no hubiera podido alcanzar a ser madre si no hubiera amado al hijo antes de que viniera. El sí de María a los designios de Dios es el primer signo de su amor, el que hizo posible que el Espíritu actuara en ella y concibiera al Señor. La realidad física siempre debe ser un momento secundario de aquella otra espiritual en que amamos con nuestra alma solo.

Por ello es más importante seguir y cumplir su palabra que la experiencia física de su amor. Se puede ser madre o padre sin hijos, y se puede no serlo teniendo múltiple descendencia cuando la maternidad o la paternidad es tan sólo una experiencia meramente biológica. Decimos en Metafísica que es la forma la que hace ser (informa) a la materia, la que le hace ser lo que es; del mismo modo es el alma quien hace surgir el amor, quien le otorga su naturaleza, quien hace posible su expresión. Sólo entonces, el cuerpo aparece como dimensión del amor que previamente ha surgido y operado en él.

Sigamos al Señor como Él nos lo indica, pues a cada uno tiene reservado su camino. En algunos pocos escogidos, la dimensión corporal alcanzará una gran relevancia; pero incluso en tales casos es lo de menos la aparición de estigmas u otras señales físicas que denoten ese seguimiento. El Señor, como cualquier hombre, sólo tuvo una madre; y Él, como tal hombre, no tuvo hijos ni relación íntima con mujer alguna. Sin embargo, cualquiera que le abra su corazón, que le diga sí ya puede decirse hijo de Dios, y puede ser a su vez padre de muchos si anuncia con fidelidad su palabra y la pone por obra. Cuando ello ocurre, podemos decir con el poeta, "Ahora siento la libertad."

viernes, 13 de octubre de 2017

Lecturas del día, viernes, 13 de octubre. Poema "Estás solo, sin Dios" de Juan José Domenchina

Primera lectura

Lectura de la profecía de Joel (1,13-15;2,1-2):

Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por muchas generaciones.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 9,2-3.6.16.8-9

R/.
El Señor juzgará el orbe con justicia

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron. R/.

Dios está sentado por siempre en el trono
que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,15-26):

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.»

Palabra del Señor 
 
Poema:
Estás solo, sin Dios de Juan José Domenchina
 
Estás solo, sin Dios. ¿Has entrevisto
lo que es un hombre solo? ¿Cabe tanta
soledad en un hombre? ¿No te espanta
sentir la vida a solas? Yo -que existo

a medias, porque Dios, visto y no visto,
no siempre está en mis ojos, y, en su santa
noche, la sombra que yo soy no canta-
ya la vida de veras he previsto.

Tras tanta muerte engañadora, asisto
en el amanecer, que se levanta
antes que el sol, a mi existir, y existo,

porque Dios, que se enciende, pone tanta
verdad en mí, que resucita Cristo
como un raudal de luz en mi garganta. 

jueves, 12 de octubre de 2017

Lecturas del día, jueves, 12 de octubre, Nuestra Señora del Pilar. Poemas "Sancta Maria" y "Sancta Dei Genitrix" de Julio Martínez Mesanza


Primera lectura

Lectura del primer libro de las Crónicas (15,3-4.15-16;16,1-2):

En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 26,1.3.4.5

R/.
El Señor me ha coronado,
sobre la columna me ha exaltado


El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R/.

Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Él me protegerá en su tienda el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,27-28):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»

Palabra del Señor

Poemas:
Sancta Maria de Julio Martínez Mesanza

Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra,
Majestad y Humildad, impera siempre.
Tiro como si fuera un trapo viejo
la razón inestable que ayer dijo
y dirá lo contrario de inmediato.
Olvido los tres siglos de cordura,
la mole de palabrería impresa,
e intento serte grato nuevamente. 


Sancta Dei Genitrix de Julio Martínez Mesanza

Virgen llena de gracia, impera siempre.
Dulce abogada, quita de mis ojos
el velo del orgullo, y de mis labios
las palabras que para nada sirven.
No puedo enumerar lo que desprecio
y aún me son gratas demasiadas cosas.
Pero diré que hay una infame estirpe
que deja sin valor nuestro lenguaje:
su libertad es libertad de usura,
su paz es el escudo del injusto
y su progreso es un deporte ateo.