sábado, 28 de julio de 2018

Lecturas del día, sábado, 28 de julio. Poemas "Una honesta descripción de mí mismo" de Czeslaw Milosz y "Justicia" de Jan Twardowski. Breve comentario

Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (7,1-11):

Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Ponte a la puerta del templo, y grita allí esta palabra: "¡Escucha, Judá, la palabra del Señor, los que entráis por esas puertas para adorar al Señor! Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, y habitaré con vosotros en este lugar. No os creáis seguros con palabras engañosas, repitiendo: 'Es el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor.' Si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones, si juzgáis rectamente entre un hombre y su prójimo, si no explotáis al forastero, al huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal, entonces habitaré con vosotros en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde hace tanto tiempo y para siempre. Mirad: Vosotros os fiáis de palabras engañosas que no sirven de nada. ¿De modo que robáis, matáis, adulteráis, juráis en falso, quemáis incienso a Baal, seguís a dioses extranjeros y desconocidos, y después entráis a presentaros ante mí en este templo, que lleva mi nombre, y os decís: 'Estamos salvos', para seguir cometiendo esas abominaciones? ¿Creéis que es una cueva de bandidos este templo que lleva mi nombre? Atención, que yo lo he visto."» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 83,3.4.5-6a.8a.11

R/.
¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor, mi corazón
y mi carne retozan por el Dios vivo.R/.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
y la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza;
caminan de baluarte en baluarte.R/.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa, y prefiero
el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-30):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.»

Palabra del Señor

Poema:
Una honesta descripción de mí mismo de Czeslaw Milosz

Tomándome un whisky en un aeropuerto,
digamos que en Mineápolis

Mis oídos captan cada vez menos las conversaciones,
mis ojos se debilitan, pero siguen siendo insaciables.

Veo sus piernas en minifalda, en pantalones o envueltas
en telas ligeras.

A cada una la observo por separado, sus traseros y
sus muslos, pensativo, arrullado por sueños porno.

Viejo verde, ya sería tiempo de que te fueras a la tumba
en lugar de entretenerte con juegos y diversiones de jóvenes.

No es verdad, hago solamente lo que siempre he hecho,
ordenando las escenas de esta tierra bajo el dictado
de la imaginación erótica.

No deseo a esas criaturas en particular, lo deseo todo,
y ellas son como el signo de una relación extática.

No es mi culpa que así estemos constituidos: la mitad
de contemplación desinteresada y la mitad de apetito.

Si después de morir me voy al cielo, tendrá que ser
como aquí, sólo que liberado de estos torpes sentidos,
de estos pesados huesos.

Transformado en mirar puro, seguiré devorando las
proporciones del cuerpo humano, el color de los lirios,
esa calle parisina en un amanecer de junio, y toda la
extraordinaria, inconcebible multiplicidad de las cosas visibles.
 

Justicia de Jan Twardowski 

Si todos tuviéramos cuatro manzanas cada uno
si todos tuviéramos la fuerza de un toro
si el amor nos desarmara a todos del mismo modo
si todos tuviéramos lo mismo
entonces nadie sería necesario para nadie

Te doy gracias porque Tu justicia es la desigualdad
lo que tengo y lo que no tengo
incluso lo que no tengo a quién dar
siempre resulta necesario para alguien
la noche existe para que pueda existir el día
la oscuridad para que puedan brillar las estrellas
hay un último encuentro y una primera separación
oramos porque otros no oran
creemos porque otros no creen

morimos por aquellos que no quieren morir
amamos porque a otros se les heló el corazón
hay una carta que reconcilia porque hay otra que separa
quienes son diferentes se necesitan
les resulta más fácil entender que cada uno es para todos
y captar lo que es la totalidad


Sprawiedliwość (J. Twardowski)

Gdyby wszyscy mieli po cztery jabłka
Gdyby wszyscy byli silni jak konie
Gdyby wszyscy byli jednakowo bezbronni w miłości
Gdyby każdy miał to samo
Nikt nikomu nie byłby potrzebny

Dziękuję ci, że sprawiedliwość Twoja jest nierównością
To co mam i czego nie mam
Nawet to, czego nie mam komu dać
Zawsze jest komuś potrzebne
Jest noc, żeby był dzień
Ciemno, żeby świeciła gwiazda
Jest ostatnie spotkanie i rozłąka pierwsza
Modlimy się, bo inni się nie modlą
Wierzymy bo inni nie wierzą
Umieramy za tych co nie chcą umierać
Kochamy bo innym serce wychłodło
List przybliża bo inny oddala
Nierówni potrzebują siebie
Im łatwiej zrozumieć że każdy jest dla wszystkich
I odczytywać całość

https://www.youtube.com/watch?v=d8j9kt6tDGU

Breve comentario

Si ayer decíamos sobre la parábola de la semilla y las diversas tierras en que caía que podía entenderse como un continuo de una evolución que una persona podía experimentar a lo largo de su vida, con más razón cabe decir lo mismo de la parábola del trigo y la cizaña. No seamos ingenuos: todos somos pecadores, es decir, todos estamos compuestos de trigo y de cizaña. Es verdad que en distintas proporciones. Las personas más admirables suelen tener mucho trigo y poca cizaña; las más despreciables, lo contrario. Trigo puro sólo Jesús y la Virgen Inmaculada. Y asimismo, tampoco existe cizaña pura en nadie, salvo tal vez el sembrador de la misma, Satanás.

En esta breve antología de poetas católicos polacos quiero ejemplificar de algún modo este hecho desde dos puntos de vista distintos. Por un lado, Milosz reconoce su miseria en su sin duda honesta descripción que realiza de sí mismo. Es verdad que lo reconoce sólo a medias, pues admitiendo su sensualidad carnal, tan común  en casi todo varón, sea joven o viejo, la justifica con una gran verdad: estamos constituidos de contemplación y de apetito. El peligro de ser muy sensible a la belleza es que el placer que ella otorga te domine. Milosz no alude a que el apetito, como tantas otras realidades de nuestra condición humana, debe ser educado. Y Milosz (¿quién no lo ha hecho?) se abandona a la delectación de la realidad erótica sin demasiado arrepentimiento. Desconozco hasta qué punto llegó a educar sus impulsos eróticos, pues cuando escribió este poema, dada su avanzada edad, apenas podía hacer otra cosa que contemplar; o si, como Lope de Vega y tantos otros, era una furia desatada. Lo importante es lo que denota: estamos hechos de bien y de pecado, de trigo y de cizaña. Es evidente que cuando mira y ensueña con las jóvenes que deambulan por el aeropuerto, su extraordinaria sensibilidad de poeta que capta la belleza hasta en la menor cosa, su maravilloso trigo, rápidamente se convierte en una cizaña que le hace adquirir la forma de viejo verde aficionado al porno.

Por otra parte, el otro poeta católico polaco, poco más joven que el anterior, no es menos "hombre", dicho en lenguaje coloquial. Seguro que  a Twardowski también le atraían las mujeres como a cualquier varón normalmente constituido (y él lo estaba). Pero Twardowski es sacerdote. Es decir, aunque como Milosz no está libre de tentaciones, y de las mismas tentaciones que Milosz, ha aprendido a no justificarlas para gozar de ellas. Esto ya supone una evolución espiritual notablemente superior; y ello aunque ocasionalmente alguna joven especialmente atractiva y amable le arrastre por la pendiente en que gustosamente cae Milosz. Por ello su poema hace énfasis en otro aspecto de la dualidad de nuestra naturaleza: es bueno que exista trigo y cizaña, es bueno que exista esa diversidad, pues de lo contrario, si todos fuéramos idénticos, no cabría amor alguno, necesidad de uno por otro. En definitiva, no cabría salvación. Se podría decir con acierto que tampoco cabría condenación, pero la condenación no es más que el rechazo del amor ofrecido, de la salvación que se entrega por amor.

No seamos, pues, ingenuos en nuestra fe. Somos trigo y cizaña, bondad y maldad, virtud y pecado. Que cada uno observe de quién está más cerca, del católico Milosz o del católico Twardowski. Uno debe reconocer que lo está mucho más del primero que del segundo, aunque espero, al contrario de Milosz, que la contemplación beatífica (si es que uno obtiene esa infinita misericordia divina) sea algo más que sensualidad trascendida. Con todo lo que me gustan las mujeres, con todo lo que a veces complacidamente me abandono en su delectación contemplativa, lo cierto es que en el más allá espero algo mejor que esta indudable fuente de goce.

viernes, 27 de julio de 2018

Lecturas del día, viernes, 27 de julio. Poema "Uno no escoge" de Gioconda Belli. Breve comentario

Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (3,14-17):

Volved, hijos apóstatas –oráculo del Señor–, que yo soy vuestro dueño; cogeré a uno de cada ciudad, a dos de cada tribu, y os traeré a Sión; os daré pastores a mi gusto que os apacienten con saber y acierto; entonces, cuando crezcáis y os multipliquéis en el país –oráculo del Señor–, ya no se nombrará el arca de la alianza del Señor, no se recordará ni mencionará, no se echará de menos ni se hará otra. En aquel tiempo, llamarán a Jerusalén «Trono del Señor», acudirán a ella todos los paganos, porque Jerusalén llevará el nombre del Señor, y ya no seguirán la maldad de su corazón obstinado.

Palabra de Dios

Salmo

Jr 31, 10. 11 12ab. 13
 
R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño.» R/.

«Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte.»
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,18-23):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.»

Palabra del Señor

Poema:
Uno no escoge de Gioconda Belli

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer,
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo.
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

Breve comentario

Como ya comenté aquí en otra ocasión sobre este pasaje del evangelio, esta parábola no debe entenderse sólo como descripciones de actitudes o estados del alma independientes entre sí. Una persona, a lo largo de su vida, puede haber transitado por todas las fases que allí se describen. No es algo inusual. Es cierto que muchos parecen anclados en una de sus etapas, pero lo que también es no menos cierto es que la naturaleza humana, que es libre para equivocarse, lo es igualmente para crecer en verdad.

Sin abandonar este enfoque, que es el que me parece más realista, quisiera insistir en otro aspecto con la ayuda de la poeta nicaragüense. En verdad, ¿qué somos: sólo semilla o sólo el entorno que la rodea? Siguiendo a Gioconda Belli responderíamos: las dos cosas. En efecto, que venimos al mundo para algo, que portamos una semilla que nos antecede a la vez que nos constituye, es un hecho evidente. Como cualquier ser vivo, crecemos, maduramos, decaemos y morimos. Somos seres con un orden interior que nos habita y nos configura. A su vez, también somos el entorno que propicia nuestro crecimiento en medida nada despreciable, pues somos responsables de nuestra propia maduración.

Alguien dirá con razón que no somos responsables de las condiciones de vida en las que "caemos". En efecto, no elegimos nacer, ni el momento histórico de nuestro nacimiento, ni el lugar, ni a nuestros padres y parientes. Pero nunca el hombre deja de ser libre: las circunstancias nos condicionan, pero jamás nos determinan. Desconfíen de aquellos que explican el presente de una persona sólo por las condiciones pasadas de su vida. Una ínfima parte de personas criadas por padres psicópatas son adultos psicópatas. El empuje de lo que somos, la semilla que nos empuja a ser lo que somos, puede oponer una fuerte resistencia a nuestros condicionantes. Tan cierto es que los pacientes en psicoterapia oponen una fuerte resistencia a ser curados, como que ofrecen una fortísima resistencia a volverse locos o a resignarse sin más a su sufrimiento. 

Por ello, no entendamos sin más que la semilla que somos cae donde cae, y así nos va. No; el hombre siempre es responsable de lo que hace con su vida, por severos que sean sus condicionantes (que no, insisto, determinantes). Tenemos el deber de una tarea que realizar. No nacemos porque sí, ni la vida es un azar sin sentido alguno. Somos semillas porque hubo y hay un Sembrador: "Todos tenemos un deber de amor que cumplir."

jueves, 26 de julio de 2018

Lecturas del día, jueves, 26 de julio, san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen María. Poema "Los almendros de Marialba" de Claudio Rodríguez

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (44,1.10-15):

Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasó de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones; el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea pregona su alabanza.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 131, 11.13-14.17-18

R/.
El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.» R/.

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Esta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.» R/.

«Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.» R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,16-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Los almendros de Marialba de Claudio Rodríguez
 
Las heladas tardías
entre un febrero poco a poco íntimo
y un marzo aún muy miedoso,
la rama noble tras la poda seca,
la nerviación de la hoja tierna como
el recuerdo sin quicios ni aleteos,
la templanza, el cultivo
con el aceite blanco del invierno,
¿todo es resurrección?
 
No se los ha llevado la crecida del río,
sin posible remanso, como entonces,
a estos almendros de Marialba. Ahora
es el prodigio enfrente, en la ladera
rojiza. Hay que mirarlos
con la mirada alta, sin recodos,
esperando este viento tan temprano,
esta noche marchita y compañera,
este olor claro antes
de entrar en el tempero de la lluvia,
en el tallo muy fino de la muerte.
 
Cuántas veces estuve junto a esta cuna fría,
con la luz enemiga,
con estambres muy dulces de sabor,
junto a estas ramas sin piedad. Y hoy
cómo respiro este deslumbramiento,
esta salud de la madera nueva
que llega germinando
con la savia sin prisa de la muerte.
Sin prisa, modelada
con el río benigno
entre el otoño del conocimiento
y el ataúd de sombra tenue, al lado
de estos almendros esperando siempre
las futuras cosechas,
¿todo es resurrección?
 
Nunca en reposo, almendros
de Marialba
porque la tierra está mullida y limpia,
porque la almendra está durando apenas
alta y temblando
con su fidelidad, su confianza,
muy a medida de las manos que ahora
se secan y se abren 
a la yema y al fruto, 
a la fecundación, a la fatiga, 
a la emoción del suelo
junto a la luz sin nidos.
¿Todo es resurrección?
 
Hay un suspiro donde ya no hay aire,
sólo el secreto de la melodía
haciéndose más pura y dolorosa
de estos almendros que crecieron antes
de que inocencia y sufrimiento fueran
la flor segura,
purificada con su soledad
que no marchita en vano.
Y es todo el año y es la primavera
de estos almendros que están en tu alma
y están cantando en ella y yo los oigo,
oigo la savia de la luz con nidos
en este cuerpo donde ya no hay nadie
y se lo lleva, se lo está llevando
muy lejos y muy lejos, 
allá, en el agua abierta,
allá, con la hoja malva,
el río.  

miércoles, 25 de julio de 2018

Lecturas del día, miércoles, 25 de julio, Santiago apóstol. Poema "Santiago" de Federico García Lorca

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):

En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 66, 2-3. 5. 7-8
 
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben


El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):

Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,20-28):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Santiago de Federico García Lorca 
 
(Balada ingenua)
25 de Julio de 1918 (Fuente Vaqueros, Granada)

Esta noche ha pasado Santiago
su camino de luz en el cielo.
Lo comentan los niños jugando
con el agua de un cauce sereno.


¿Dónde va el peregrino celeste
por el claro infinito sendero?
Va a la aurora que brilla en el fondo
en caballo blanco como el hielo.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Dice un hombre que ha visto a Santiago
en tropel con doscientos guerreros;
iban todos cubiertos de luces,
con guirnaldas de verdes luceros,
y el caballo que monta Santiago
era un astro de brillos intensos.


Dice el hombre que cuenta la historia
que en la noche dormida se oyeron
tremolar plateado de alas
que en sus ondas llevóse el silencio.


¿Qué sería que el río paróse?
Eran ángeles los caballeros.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Es la noche de luna menguante.
¡Escuchad! ¿Qué se siente en el cielo,
que los grillos refuerzan sus cuerdas
y dan voces los perros vegueros?


Madre abuela, ¿cuál es el camino,
madre abuela, que yo no lo veo?


Mira bien y verás una cinta
de polvillo harinoso y espeso,
un borrón que parece de plata
o de nácar. ¿Lo ves?
Ya lo veo.


Madre abuela. ¿Dónde está Santiago?
Por allí marcha con su cortejo,
la cabeza llena de plumajes
y de perlas muy finas el cuerpo,
con la luna rendida a sus plantas,
con el sol escondido en el pecho.


Esta noche en la vega se escuchan
los relatos brumosos del cuento.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Una vieja que vive muy pobre
en la parte más alta del pueblo,
que posee una rueca inservible,
una virgen y dos gatos negros,
mientras hace la ruda calceta
con sus secos y temblones dedos,
rodeada de buenas comadres
y de sucios chiquillos traviesos,
en la paz de la noche tranquila,
con las sierras perdidas en negro,
va contando con ritmos tardíos
la visión que ella tuvo en sus tiempos.


Ella vio en una noche lejana
como ésta, sin ruidos ni vientos,
el apóstol Santiago en persona,
peregrino en la tierra del cielo.


Y comadre, ¿cómo iba vestido?
le preguntan dos voces a un tiempo.


Con bordón de esmeraldas y perlas
y una túnica de terciopelo.


Cuando hubo pasado la puerta,
mis palomas sus alas tendieron,
y mi perro, que estaba dormido,
fue tras él sus pisadas lamiendo.
Era dulce el Apóstol divino,
más aún que la luna de enero.
A su paso dejó por la senda
un olor de azucena y de incienso.


Y comadre, ¿no le dijo nada?
la preguntan dos voces a un tiempo.


Al pasar me miró sonriente
y una estrella dejóme aquí dentro.


¿Dónde tienes guardada esa estrella?
la pregunta un chiquillo travieso.


¿Se ha apagado, dijéronle otros,
como cosa de un encantamiento?


No, hijos míos, la estrella relumbra,
que en el alma clavada la llevo.


¿Cómo son las estrellas aquí?
Hijo mío, igual que en el cielo.


Siga, siga la vieja comadre.
¿Dónde iba el glorioso viajero?


Se perdió por aquellas montañas
con mis blancas palomas y el perro.
Pero llena dejome la casa
de rosales y de jazmineros,
y las uvas verdes en la parra
maduraron, y mi troje lleno
encontré la siguiente mañana.
Todo obra del Apóstol bueno.


¡Grande suerte que tuvo, comadre!
sermonean dos voces a un tiempo.


Los chiquillos están ya dormidos
y los campos en hondo silencio.


¡Niños chicos, pensad en Santiago
por los turbios caminos del sueño!


¡Noche clara, finales de julio!
¡Ha pasado Santiago en el cielo!


La tristeza que tiene mi alma,
por el blanco camino la dejo,
para ver si la encuentran los niños
y en el agua la vayan hundiendo,
para ver si en la noche estrellada
a muy lejos la llevan los vientos.

martes, 24 de julio de 2018

Lecturas del día, martes, 24 de julio. Poema "Hay zonas generales" de Robert Frost. Breve comentario

Primera lectura 
Lectura de la profecía de Miqueas (7,14-15.18-20):


Señor, pastorea a tu pueblo con el cayado, a las ovejas de tu heredad, a las que habitan apartadas en la maleza, en medio del Carmelo. Pastarán en Basán y Galaad, como en tiempos antiguos; como cuando saliste de Egipto y te mostraba mis prodigios. ¿Qué Dios como tú, que perdonas el pecado y absuelves la culpa al resto de tu heredad? No mantendrá por siempre la ira, pues se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse y extinguirá nuestras culpas, arrojará a lo hondo del mar todos nuestros delitos. Serás fiel a Jacob, piadoso con Abrahán, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 84,2-4.5-6.7-8

R/.
Muéstranos, Señor, tu misericordia

Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira. R/.

Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad? R/.

¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,46-50):

En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó: «Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo.»
Pero él contestó al que le avisaba: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.»

Palabra del Señor

Poema: 
Hay zonas generales de Robert Frost 

Nos sentamos adentro y conversamos del frío que hace afuera.
Y cada vendaval que arremete y arrecia
pone en riesgo la casa. Pero la casa ya pasó otras pruebas.
Pensamos en el árbol. Si nunca más tiene hojas,
sabremos, nos decimos, que fue esta la noche de su muerte.
Es demasiado al norte, lo admitimos, para plantar duraznos.
¿Qué le sucede al hombre, es el alma o la mente
quien le impide estar preso por límites, fronteras?
Parece que aspirara a ampliar el radio
de las formas de vida hasta el Ártico.
Por qué no acaba nunca de aprender
que aunque entre el bien y el mal no hay líneas fijas
hay zonas generales con leyes que observar.
No hay mucho que podamos hacer hoy por el árbol.
Pero es inevitable, nos sentimos un poco traicionados,
porque vino a soplar el viento noroeste
justo cuando cayó el frío bajo cero.
No tiene hojas el árbol y quizás nunca broten otra vez.
Para saber habrá que esperar meses, hasta la primavera.
Pero si nunca más vuelve a crecer,
podrá culpar al rasgo ilimitado del corazón humano.

There are roughly zones

We sit indoors and talk of the cold outside. 
And every gust that gathers strength and heaves 
Is a threat to the house. But the house has long been tried. 
We think of the tree. If it never again has leaves, 
We'll know, we say, that this was the night it died. 
It is very far north, we admit, to have brought the peach. 
What comes over a man, is it soul or mind 
That to no limits and bounds he can stay confined? 
You would say his ambition was to extend the reach 
Clear to the Arctic of every living kind. 
Why is his nature forever so hard to teach 
That though there is no fixed line between wrong and right, 
There are roughly zones whose laws must be obeyed. 
There is nothing much we can do for the tree tonight. 
But we can't help feeling more than a little betrayed 
That the northwest wind should rise to such a height
Just when the cold went down so many below. 
The tree has no leaves and may never have them again. 
We must wait till some months hence in the spring to know. 
But if it is destined never again to grow, 
It can blame this limitless trait in the hearts of men.

Breve comentario

Estamos ante otro de esos episodios de la vida de Cristo que nos desconciertan. ¿Cómo puede el Señor ser tan duro con su familia, con su madre a la que se cita específicamente en el pasaje? ¿María merecía semejante contestación de su hijo? ¿Estaba escarneciendo públicamente a sus parientes? ¿Cómo es posible? Quizá lo que primero debamos señalar es que el Señor aprovecha cada situación concreta que le surge para ofrecer una orientación de vida específica, pero genérica, es decir, normativa, a sus discípulos. Que sus parientes más o menos directos merecieran ese trato es algo que desconocemos. Que María, bendecida por Dios con las mayores gracias que ningún ser humano ha gozado jamás, no parece que fuera una madre deficiente, es algo obvio; aunque teniendo por hijo a Dios, ¿qué madre puede estar a la altura? El Señor, más allá de las circunstancias del momento, aprovecha esta situación para establecer una verdad: el fundamento de la familia es el amor. Así, desde esa nueva perspectiva, los vínculos parentales se relativizan en su importancia: si no hay amor, la consanguinidad pasa a un segundo plano a ojos de Dios.

Como vivimos en tiempos en los que, dada nuestra casi inconcebible degradación moral, hasta lo más elemental se confunde, hay que precisarlo todo. Si dos homosexuales se "aman", lo que formen, su convivencia, ¿es una familia? En absoluto. Del mismo modo que una familia compuesta por un hombre y una mujer casados ante Dios y con varios hijos nacidos de su unión no son familia más que formalmente si en esos vínculos no hay amor. El evangelio en este pasaje es inequívoco: "El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre." El amor no lo define una atracción sexual o afectiva, no es un mero sentimiento, una conveniencia social, un pacto entre partes con intereses comunes, ni ninguna otra razón que no sea el cumplimiento de la voluntad de Dios.

Una pregunta obvia que se nos viene a la mente en este punto es cómo saber cuál es la voluntad del Padre para mí en cada momento de mi vida. En primer lugar, respetando el orden natural de la Ley de Dios: de la unión de dos homosexuales o de un perro y un ser humano, no nace amor alguno. Que en la multitud de relaciones humanas posibles surgen todo tipo de fenómenos vinculares (deseo, dependencias afectivas de lo más diversas, relaciones narcisistas, de competencia, colaborativas, etc.), lo sabemos todos, pero nada de todo aquello es amor. En segundo lugar, respetar el orden moral que el Señor ha prescrito. El amor nunca puede suponer la anulación de la moralidad pública y privada. Por poner un ejemplo muy de actualidad, si un marido muele a palos a su mujer no es amor; tampoco si se acuesta con otra, o sin acostarse, está pensando constantemente en otras mientras tiene medio abandonada a su mujer. No puede haber infidelidad a una persona y amor por ella, por mucho que hoy se admita esa contradicción existencial de primer orden. En tercer lugar, que debería ser el primero, como criaturas debemos vivir abiertos al Creador. La vida espiritual y de oración no reside sólo en acudir a misa los días preceptivos, repetir ciertas rúbricas de forma mecánica o hacer retiros de vez en cuando (tampoco lo es hacer eso que llaman "turismo religioso"). La vida espiritual es ante todo una vida de relación con el Señor, un estar atento siempre a su presencia, a lo que nos va señalando en los acontecimientos de nuestra vida. Y puede que sintamos, en ese entorno verdaderamente orante, que una persona nos conviene y otra no, que alguien ha nacido para nosotros y nosotros para ella. Y luego, o, mejor dicho, simultáneamente está el cultivo de las virtudes prácticas, no sólo las teologales que son su base.

La tragedia del hombre es que siempre tiene que torear con el pecado original, con la pretensión de ser el dios de su propia vida. ¿En razón de qué el Padre me prohíbe comer del árbol prohibido? ¿Qué orgullo anida en mi corazón que hace que plante un melocotonero en una tierra demasiado fría? ¿Por qué no soy capaz de respetar los límites de lo que existe, sus leyes, su naturaleza? ¿Por qué ignoro que "hay zonas generales con leyes que observar" (el original inglés es mucho más rotundo: habla de leyes que deben ser obedecidas -"There are roughly zones whose laws must be obeyed"-). Y esto no sólo se trasluce en las grandes leyes que puede promulgar un gobierno o un Estado ateo (aborto, divorcio, anticoncepción, gaymonio...), sino en la cotidianidad más pedestre. Hoy he vuelto a sufrir las iras de un individuo que se negaba a pasear a su perro sujeto con correa en un lugar público. Y ello de forma premeditada, sabiendo que he de pasear solo porque a mi mujer le aterroriza que se le acerquen perros sin control. Con una manzana tomada de un árbol prohibido el escritor inspirado por el Espíritu ejemplificó a la perfección la miseria moral de nuestra naturaleza: nuestra eterna desobediencia. Aunque entre el bien y el mal, lo acertado y lo erróneo, en efecto, las líneas pueden ser delgadas, lo cierto es que hay vastísimas, enormes, indefinidas o indeterminadas áreas en las que hay leyes que debemos obedecer y cumplir. Sólo entonces formaremos una verdadera familia.

lunes, 23 de julio de 2018

Lecturas del día, lunes, 23 de julio, santa Brígida, patrona de Europa. Poemas "La poda", "Entrega" y "Colofón de luz" de Nuria Parés. Breve comentario

Primera lectura 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (2,19-20):

Para la Ley yo estoy muerto, porque la Ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9.10-11

R/.
Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mi no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Palabra del Señor

Poemas:
La poda de Nuria Parés
"España que alborea
con un hacha en la mano vengadora
..."
Antonio Machado
¡Qué fe retoñaría si nosotros
pudiéramos ponernos una fecha
como una flor de luz entre los labios!
¡Marcarnos en el tiempo con la fuerza
con que el ritmo del hombre se recorta
sobre las estaciones de la tierra!...
Porque hay un ritmo viejo para todo,
un tiempo señalado en la faena:
el tiempo de sembrar o cosechar
y el hombre de la siembra o la cosecha.
Y hay también otro ritmo,
otra tarea necesaria y vieja:
el tiempo de segar o de podar
y el hombre de la poda o de la siega.
Hoy sé que si nosotros
pudiéramos ponernos una fecha
como una flor de luz entre los labios
en los días de fiesta,
yo os guardaría el tiempo de la poda:
el que presiente el retoñar y espera.
Yo os guardaría el hombre de la poda:
¡el que sabe del hacha y no se arredra!
 


Entrega de Nuria Parés

Apartaos de mí, que me he arrancado
esa mitad de sombra a manos llenas
para arrojarla al sol con la alegría
con que se iza al viento una bandera.

Apartaos de mí, porque he lanzado
los caballos del sueño a la carrera
y un galopar de potros se desboca
como un golpe de sangre por mis venas.

Apartaos de mí, que estoy ardiendo
con la llama agitada de una tea.
Todos mis dioses se han venido abajo:
Sólo el momento y yo como una ofrenda. 


Colofón de luz Nuria Parés

He salido a la luz.
Estuve mucho tiempo soterrada.
Soy como Lázaro. Traigo
en mi vieja piel el calofrío
del minero y del topo
cuando salen al sol
y al caminar me cae
la sombra hecha jirones.
Me miro renacer. Vivo. Verdeo,
y aunque nadie los ve
me están saliendo brotes en los dedos
y unas ramitas verdes en los hombros.
Sé que me llenaré de gorriones.
He salido de mí.
Cuando hoy te diga
¡Hola! ¿Cómo te va?
¿Sabré qué me respondes?  


Breve comentario

Para alguien con formación psicoanalítica le deben resultar muy duras las imágenes que el Señor utiliza para representar su camino de enseñanza. O bien nos arrancan, o bien nos podan. Parece, en el lenguaje freudiano, que sólo distintas formas de castración es lo que nos espera para llegar a ser adultos ante el Señor. Más allá de que en Freud la simbólica castración tiene también una función central para la maduración afectiva de la persona, lo cierto es que sólo nos arrancan cuando nos negamos a dar fruto, y sólo nos podan para que seamos más fértiles aún. Son dos formas muy consecuentes de actuar. No es tanto el proceder de quien con autoridad castiga (como en la necesaria castración freudiana), como la consecuencia de una actitud ante nuestra propia humanidad. Quien niega su origen, su dimensión trascendente, y vive de espaldas a Dios, no puede dar fruto alguno: es la propia persona que así actúa quien se arranca de sus raíces, de lo que en verdad lo alimenta. Sin Dios, no sólo no podemos nada, sino que morimos, nos secamos como una planta sin nutrientes, por muchos éxitos vanos que consigamos en un mundo que tampoco lo reconoce. Quien deja al Señor actuar en su vida y en su corazón, aun pecando, o por medio precisamente de esa debilidad, lo irá podando para que su apertura sea cada vez más plena, más fidedigna, más profunda. Esa apertura será la fuente de todos los frutos que el Señor le conceda dar.

Como expresa con firmeza y sobria fuerza la poeta de hoy, hemos de ser nosotros mismos, nuestra persona, ofrenda a Dios para lo que Dios quiera; y siéndolo, renacer tras la divina poda en nuevos vástagos y yemas en los que otros podrán cobijarse en un futuro. Que la poda es dolorosa, lo sabemos todos, hasta el ateo Freud. Pero no cabe educación alguna, como indica una de las etimologías del término educar (del latín educere: extraer, avanzar, elevar, sacar de sí lo mejor de algo), sin el dominio de una fuerza que sin dirección nos aniquilaría. 

De ahí la importancia de tener buenos podadores, buenos maestros, buenos pastores que sepan dirigirnos al bien que subyace en nuestra naturaleza. Sin ellos, dejados al albur de un deseo sin más meta que la satisfacción temporal de la sed de la que nace, nunca avanzaremos más que en círculos, estériles, repitiendo la misma sed y la misma mentira de satisfacción una y otra vez; cosa que también supo ver el viejo profesor en eso que llamó "compulsión a la repetición", esencia de todo conflicto no resuelto y no elaborado.

Dejémonos, pues, que el Señor nos pode ahí donde más nos duele, donde más falta nos hace, pues lejos de suponer una castración esterilizante, nos hará capaces de dar fruto, de ser fértiles: la poda sólo quita lo que sobra, jamás lo esencial. De lo contrario, seremos nosotros mismos los que nos arranquemos de este orden de amor del que nacemos. Con Dios, nada sobra; sin Él, sobra todo.      

domingo, 22 de julio de 2018

Lecturas del día, domingo, 22 de julio. Poemas "Pastor divino, soberano, eterno..." y "Llamé mi luz a la tiniebla oscura..." de Lope de Vega

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (23,1-6):

Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño –oráculo del Señor–.
Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: «A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones –oráculo del Señor–. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá –oráculo del Señor–. Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
 
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,13-18):

Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34):

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra del Señor
 
Poemas:
"Pastor divino, soberano, eterno..." de Lope de Vega 
 
Pastor divino, soberano, eterno,
que en altas asperezas y montañas
por tus ovejas rompes las entrañas
abrasadas de amor y amor paterno.
 
Tú, que el hermoso, regalado y tierno,
precioso cuerpo de tu sangre bañas,
y en una cruz nos muestras las hazañas,
de quien se admiran cielo, tierra, infierno.
 
Hurtóme un labrador, gocé su pasto;
mas, ya que vuelvo a ti, dame acogida,
soberano pastor, cordero casto;
 
pues de tu sangre, que por mí vertida
resplandece en tus aras y holocausto,
traigo la marca de la eterna vida.
 
"Llamé mi luz a la tiniebla oscura..." de Lope de Vega
 
Llamé mi luz a la tiniebla oscura,
gloria a mi pena, a mi dolor consuelo,
provecho al daño y al infierno cielo.
¡Qué ciego error! ¡Qué bárbara locura!
 
¡Ay luz divina!, sobre todas pura
cuantas vivieron el humano velo,
o el intelectual de ardiente celo,
¡quién conociera entonces tu hermosura!
 
Origen de la luz, luz poderosa,
luz que ilumina el sol, las once esferas;
luz, ¿quién es luz, sino Tú, luz hermosa? 
 
¡Ay loca ceguedad, cuál me pusieras,
si fiado de luz tan mentirosa,
eterna noche de mis ojos fueras!  

viernes, 20 de julio de 2018

Lecturas del día, viernes, 20 de julio. Poema "Para ver de repente" de Jan Twardowski

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (38,1-6.21-22.7-8):

En aquellos días, Ezequías cayó enfermo de muerte, y vino a visitarlo el profeta Isaías, hijo de Amós, y le dijo: «Así dice el Señor: "Haz testamento, porque vas a morir sin remedio y no vivirás."» Entonces, Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: «Señor, acuérdate que he procedido de acuerdo contigo, con corazón sincero e íntegro, y que he hecho lo que te agrada.» Y Ezequías lloró con largo llanto.
Y vino la palabra del Señor a Isaías: «Ve y dile a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de David, tu padre: "He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, añado a tus días otros quince años. Te libraré de las manos del rey de Asiria, a ti y a esta ciudad, y la protegeré."»
Isaías dijo: «Que traigan un emplasto de higos y lo apliquen a la herida, para que se cure.»
Ezequías dijo: «¿Cuál es la prueba de que subiré a la casa del Señor?»
Isaías respondió: «Ésta es la señal del Señor, de que cumplirá el Señor la palabra dada: "En el reloj de sol de Acaz haré que la sombra suba los diez grados que ha bajado."» Y desandó el sol en el reloj los diez grados que había avanzado.

Palabra de Dios

Salmo

Is 38, 10. 11. 12abcd. 16
 
R/. Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía

Yo pensé: «En medio de mis días
tengo que marchar hacia las puertas del abismo;
me privan del resto de mis años.» R/.

Yo pensé: «Ya no veré más al Señor
en la tierra de los vivos,
ya no miraré a los hombres
entre los habitantes del mundo.» R/.

«Levantan y enrollan mi vida
como una tienda de pastores.
Como un tejedor, devanaba yo mi vida,
y me cortan la trama.» R/.

Los que Dios protege viven,
y entre ellos vivirá mi espíritu;
me has curado, me has hecho revivir. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,1-8):

Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado.»
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Para ver de repente de Jan Twardowski

Pues tanto tiempo había que aprender lo razonable
responder a las preguntas lógicas
no hablar sin sentido ni decir tonterías
para ver muy de repente
que la esperanza puede estar al lado de la desesperación
la incredulidad al lado de la fe
la comba de saltar en el suelo cerca de la tumba
un personaje importante al lado del puerco
la verdad pidiendo silencio
el alumno debajo de las ruedas de una ambulancia
la oración al lado de una triste chuleta en el plato
y el grito de no te mueras no te vayas ya te mostraré el corazón
con el que huía, al lado del silencio.

jueves, 19 de julio de 2018

Lecturas del día, jueves, 19 de julio. Poemas "Día de calma" de Luis García Montero y "Hagamos un trato" de Mario Benedetti

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (26,7-9.12.16-19):

La senda del justo es recta. Tú allanas el sendero del justo; en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos, ansiando tu nombre y tu recuerdo. Mi alma te ansía de noche, mi espíritu en mi interior madruga por ti, porque tus juicios son luz de la tierra, y aprenden justicia los habitantes del orbe. Señor, tú nos darás la paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas tú. Señor, en el peligro acudíamos a ti, cuando apretaba la fuerza de tu escarmiento. Como la preñada cuando le llega el parto se retuerce y grita angustiada, así éramos en tu presencia, Señor: concebimos, nos retorcimos, dimos a luz... viento; no trajimos salvación al país, no le nacieron habitantes al mundo. ¡Vivirán tus muertos, tus cadáveres se alzarán, despertarán jubilosos los que habitan el polvo! Porque tu rocío es rocío de luz, y la tierra de las sombras parirá.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 101, 13-14 y 15.16-18. 19-21
 
R/. El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra

Tú permaneces para siempre,
y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión,
que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras,
se compadecen de sus ruinas. R/.

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

Palabra del Señor
 
Poemas:
Día de calma de Luis García Montero
 
Quien no quiso caer en la mentira,
no sea injusto desde la verdad.
Repítelo. Es un día de calma.
Aunque la mar extienda sus castigos
y el golpe solitario de los remos
se pierda entre la espuma,
como se pierde el último destello de una mano,
quiero que lo repitas: es un día de calma.
Repite que es mentira
todo lo que parece sucederte,
que las manos deshechas son mentira
y no temes el viento,
ni existen los abismos en el agua,
ni la respiración entrecortada.
Porque la piel del labio
siente una quemadura de sal y se parecen
sus latidos al odio demasiado,
repite que no sientes sus latidos.

Ya que todo se mueve, ya que el tiempo
bajo los pies se descompone y cae,
regresa hasta el lugar donde las huellas
forman parte de ti
                                como un destino
de arena que resiste en algún sitio
detrás de cada ola.
¿A qué memoria perteneces? Vuelve.

Una ciudad al Sur, un gabinete
de balcones abiertos enfrente de los plátanos.
Sigues leyendo, sabes
los libros que son tuyos. Para ti las miradas
de cristal y los barcos
que navegan con pecho adolescente.
Es un día de calma.
Quiero que lo repitas desde allí,
allí, para que grabes
en la madera limpia de tus remos:
Quien no quiso caer en la mentira,
no sea injusto desde la verdad.

Hagamos un trato de Mario Benedetti 
 
Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
 

miércoles, 18 de julio de 2018

Lecturas del día, miércoles, 18 de julio. Poema "Valle de los Caídos" de Doiraje. Breve comentario

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (10,5-7.13-16):

Así dice el Señor: «¡Ay Asur, vara de mi ira, bastón de mi furor! Contra una nación impía lo envié, lo mandé contra el pueblo de mi cólera, para entrarle a saco y despojarlo, para hollarlo como barro de las calles. Pero él no pensaba así, no eran éstos los planes de su corazón; su propósito era aniquilar, exterminar naciones numerosas. Él decía: "Con la fuerza de mi mano lo he hecho, con mi saber, porque soy inteligente. Cambié las fronteras de las naciones, saqueé sus tesoros y derribé como un héroe a sus jefes. Mi mano cogió, como un nido, las riquezas de los pueblos; como quien recoge huevos abandonados, cogí toda su tierra, y no hubo quien batiese las alas, quien abriese el pico para piar." ¿Se envanece el hacha contra quien la blande? ¿Se gloría la sierra contra quien la maneja? Como si el bastón manejase a quien lo levanta, como si la vara alzase a quien no es leño. Por eso, el Señor de los ejércitos meterá enfermedad en su gordura y debajo del hígado le encenderá una fiebre, como incendio de fuego.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 93, 5-6. 7-8. 9-10. 14-15
 
R/. El Señor no rechaza a su pueblo

Trituran, Señor, a tu pueblo,
oprimen a tu heredad;
asesinan a viudas y forasteros,
degüellan a los huérfanos. R/.

Y comentan: «Dios no lo ve,
el Dios de Jacob no se entera.»
Enteraos, los más necios del pueblo,
ignorantes, ¿cuándo discurriréis? R/.

El que plantó el oído ¿no va a oír?;
el que formó el ojo ¿no va a ver?;
el que educa a los pueblos ¿no va a castigar?;
el que instruye al hombre ¿no va a saber? R/.

Porque el Señor no rechaza a su pueblo,
ni abandona su heredad:
el justo obtendrá su derecho,
y un porvenir los rectos de corazón. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»

Palabra del Señor

Poema:
Valle de los Caídos de Doiraje 

 I

Presente entre mis sombras y mis noches,
Cruz del mundo erguida,
por monjes nos llamaste,
otra vez acosada y perseguida,
abrumada por odios y reproches
de quienes por amor tú derrotaste.

Decididos partimos a tu encuentro
como hijos obedientes,
a ejemplo de tus monjes admirables.
Si no fuimos valientes,
al menos sí logramos ser amables;
vedado el habitar desde tu centro,
afuera fue infinita
tu luz al frío raso
de un invierno sin sol y sin ocaso,
con  hielo acogedor en nuestra cita.

Poblamos las enormes explanadas,
al pie de tu Cruz Santa,
de cuerpos ateridos,
las almas entregadas
por tu presencia firme que levanta
hacia el cielo sonidos
de la fe y la alabanza.
Si con niebla, nieve y hielo nos vestiste,
poblaste con tu amor nuestra esperanza.
De nuevo sobre el odio y de la muerte,
victoria: vencedor, a ser venciste.

Mas no era ese frío el frío más fuerte.
Soledad, dolor, acoso, abandono,
pan mío de mis noches y mis días,
donde el pecado abono
en invernal ausencia de alegrías;
mi cruz agigantada,
muda, sin cantos, pero de labrada
piedra de heridas viejas,
duras, frías, añejas,
hemorragias donde la vida escapa,
hundida cruz de ruina derrumbada.

Así con este mapa
de mi alma en carne viva,
en abrazo que atrapa,
acudí, alma votiva,
tú sola, tú dolida, tú acosada,
mas nunca envenenada,
más erguida que nunca, más altiva,
cansado de mi vida más cansada.

No hay luz sin un sol que nos alumbre,

ni amanecer sin día,
ni valle sin su cumbre,
ni tiempo la esperanza que nos vela.
Tu grandiosa armonía
tu insólito paraje nos desvela:
todas las cruces son la Cruz de Cristo.
¡Qué orden de la Verdad apenas visto!
Serena soledad en compañía.

II

…Insólito paraje…
Solo hay dos dimensiones en el Valle,
como dos soledades silenciosas
cruzadas sin ambages,
rectas líneas donde Dios no calle
su inmenso resplandor entre las cosas.
Una, erecta verdad que apunta al cielo,
designio vertical del ser humano,
deseo de elevarse
de este aquí y de este ahora sin recelo;
de esta búsqueda de mí en el hermano,
de este afán de vivir para entregarse.
La otra es extensión, es lecho, es cobijo,
es un abrir los paternales brazos
en espera enamorada de su hijo;
horizontales lazos,
la cuna virginal de todo amparo;
maternales regazos,
dulce Valle que es Madre con el Padre
para el Hijo. Impar faro,
infinito fulgor del crucifijo.
Pluscuamperfecto encuadre:
¡Valle de los abrazos!,
¡Valle de los caídos siempre alzados!

Y también quedan como suspirados
esos vuelos del Espíritu, su aire,
su atmósfera de paz inmarcesible,
sus bosques circundantes,
ese extraño donaire,
esa unidad por el amor posible,
belleza y proporción impresionantes,
majestad majestuosa,
doblemente creada
y creadora: las pétreas formas
del Risco de la Nava,
cuelgamuros y alada,
don de Dios en piedra, piedra preciosa
de granito esculpida de la nada,
hermanadas hormas,
la humana creación ya las acaba.

Santidad de un paisaje
divino, y por divino tan humano,
todo de Dios, por Dios enardecido,
para el hombre que es hijo y que es hermano.
Recuerdo del coraje
de un dolor compartido;
españoles unidos sin ultraje,
plenos de vida sin muerte, caídos
en Dios y redimidos:
hijos de Dios para el amor vencidos.

III

El amor en preámbulos terribles
a veces se demora.
Si la cruz es vida, sobre la muerte
habrá de cimentar su mediodía.
Y no suele ser su hora
aquella que mejor nos convendría,
ni ser la humana suerte
designios más posibles,
ni voluntad de Dios una alegría
que sirviera a los fines de perderte.

Y ausentes de tu luz y de tu gracia,
abismados, de sima en sima yendo,
hozando por la pésima mentira
España se acreció en toda desgracia,
tropezando, cayendo,
acumulando todos los errores,
multiplicando horrores,
(horror a manos llenas);
clamando contra ti, incendió su pira.
Nunca España penó tantas condenas.

Sobre aquella ceguera te levantas,
¡oh Valle, Valle mío!
Cuánto dolor callado en ti reposa,
cuántas sombras de muerte
iluminas y espantas,
inerme Satanás para perderte;
cuántas cruces descansan en el frío
de piedra, sierra y losa,
siempre tuyas, Dios mío,
ofrecidas al pie de tu Cruz Santa.
Oh, cuántas oraciones;
oh, cuánto beneficio
has logrado a sus almas,
sagradas oblaciones,
tu renovado cuerpo en sacrificio.
Valle de los sagrados corazones,
de agua, de luz, de paz, hecho de calma.

Sin embargo hoy volvemos
de nuevo por nuestros errados pasos.
Nada aprendimos de esta nuestra historia.
Otra vez sin luz, otra vez escasos
de Verdad, de Dios, de fe y de victoria.
De nuevo nos perdemos;
de nuevo tropezamos y caemos;
de nuevo nos hacemos de la gloria
de Dios un odio humano.
Otra vez nuestro yo contra el hermano,
otra vez la hipocresía y el engaño,
la España negadora de sí misma,
otra vez nos hacemos aquel daño
de perseguir diabólicas quimeras,
libertades primeras
de nuevo Adán en cisma:
el hombre retozando en su marisma,
lodos de sus deseos y pasiones
que no admiten esperas.
¡Cuánto estertor en sus respiraciones!
Vulgar España que la cruz inviertes;
vulgar, sucia, ignorante,
que empuercas tu católica belleza,
genuina sed de amor, tú la conviertes,
tomando como amor y como amante,
inmunda perversión de tu grandeza,
el cegado placer de los instintos,
la humana libertad fuera de quicio
y toda dignidad envilecida.
Torpe mundo de límites extintos,
donde la muerte pasa por ser vida,
y el vivir no es distinto
de la apetencia, la adicción y el vicio.

Oh negra España, maldita y alienada,
esa España que expurga
tumbas y ventea huesos,
mientras odia el amor que los acoge.
España consumida y consumada
en aquel odio que hurga
en más odio. Qué aviesos
sembradores, y qué fruto recogen.
España de la nada,
tumba de este Valle de la alegría
de Jesús en cada hombre;
Valle de una otra vez caída España,
otra vez la guadaña
en mi patria, otra vez que nos asombre
el mal, otra vez Luzbel nos escoge
por ser tierra de Dios y de María.

Y aun sin guerra de bombas y fusiles,
nunca vi tantos muertos ni más fría
esta España “plural” e indiferente.
Por la calle cadáveres a miles
pasean su vacío displicente;
ciénaga pestilente
de caídos sin Dios la España mía.

IV

¿Mas todo está perdido?
¿Se olvidó de su ser la vieja España?
¿Es este aborto el fin de su linaje?
¿Llegará su ignorancia a ser su olvido?
¿Es su historia de fe y Dios la que empaña
esta ruin negación de su sentido?
¿Será solo disfraz su nuevo traje?
¿La mendacidad podrá a su coraje?
Quién sabe su futuro…
Si España no decide su destino,
de milenaria historia,
por lo que fue, lo que es y siempre ha sido,
podrá morir seguro,
renegándose en fútil desatino:
ridícula victoria
la que pierde grandeza y gana escoria.
De sí misma Dios quiera
que la alce, patria de contradicciones,
y la ayude a cumplir sus condiciones,
que no sabe sin Él lo que le espera.

No es el Valle recuerdo de un tiempo ido.
Es presente, y presencia su llamada,
solemne voz de piedra vigilante,
cementerio del odio redimido,
cruces bajo la Cruz en amor dada,
y Cruz sobre las cruces expectante.
No es lugar de muertos ni de muerte,
ni la memoria de acontecimientos,
tampoco es un conjunto
de símbolos terrenos;
no es el homenaje que se hizo el fuerte,
ni de humanas grandezas sus cimientos.
Volver a descubrirla es nuestro asunto;
volver a ser sus hijos, a ser plenos.

Ya nadie quiere ser hijo ni sabe
ya ser padre. Españoles
nunca tan caídos, tristes guiñoles
de sí mismos. Más tristeza no cabe:
perdidos de su patria y de ser hombres,
anómicos sin nombres,
pura cruz que ha perdido su sentido.

Así el Valle vive en silente espera,
clamorosa más bien por su tamaño,
fidelidad petrina año tras año,
y del mal que contempla, dolorido
de ver cómo rehúyen
su abrazo de vida, entrega de amor
que dulce desespera,
que nos busca, nos llama en fiel clamor,
pastor a su rebaño,
entregado a los lobos, tan perdido
que el bien y el mal confunden
sin saber de lo que huyen.
Y torpes ciegos engreídos hunden
sus almas para al fin morir vencidos.

Sí, es el Valle lugar de una victoria;
la más bella que imaginar pudiera
hombre alguno: la gloria
de unirse lo creado
al Creador, Verdad más verdadera,
ejercicio de amor por el Amado,
amor sobre belleza de la historia,
que humana ya es divina,
y que divina, humana es por la entera
voluntad de Jesús crucificado.
¡Qué cumbre del amor que se adivina!

Sepamos acudir a sus reclamos,
que vuelva España a ser lo que quisimos,
que sepamos querer lo que pudimos,
miremos todo tiempo cómo amamos,
volvamos a ser padres para el mundo,
y que en lo más profundo
sepamos ser los hijos más amados.

Valle de los Caídos,
cumbre para los hombres perdonados,
Santa Cruz sobre el horizonte erguida,
desde el fondo de amor enaltecido,
vida infinitamente revivida,
volvamos a la hispana vocación
de amarte, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Concede que tu reino nos advenga,
y nuestra voluntad solo se atenga,
oferente oración,
a ser polifonía de tu canto.


Breve comentario

En el octogésimo segundo aniversario del alzamiento del general Francisco Franco, quiero recordar esta fecha aquí, con el agradecimiento por habernos librado de la tiranía comunista. Ahora que nos dirigimos hacia otra tiranía similar, desde un Frente Popular renovado, y que se dirime la destrucción al menos simbólica de lo que supone el Valle de los Caídos, uno de los lugares más maravillosos que conozco, cuelgo aquí este largo canto al mismo que compuse después de aquellos días en que el gobierno socialista presidido por Zapatero quiso destruirlo de forma disimulada, pero efectiva. Hoy, con su heredero ideológico en la presidencia de gobierno, los disimulos ya sobran. Porque el Valle significa no sólo un lugar de reconciliación, sino la manifestación de una España verdaderamente alzada sobre sus miserias, y porque hoy España vuelve a estar postrada por aquellas mismas miserias, dejo en este mi rincón este humilde homenaje y recuerdo.  

martes, 17 de julio de 2018

Lecturas del día, martes, 17 de julio. Poema "La parábola del anciano y el joven" de Wilfred Owen

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (7,1-9):

Reinaba en Judá Acaz, hijo de Yotán, hijo de Ozías. Rasín, rey de Damasco, y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla; pero no lograron conquistarla.
Llegó la noticia al heredero de David: «Los sirios acampan en Efraín.» Y se agitó su corazón y el del pueblo, como se agitan los árboles del bosque con el viento.
Entonces el Señor dijo a Isaías: «Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear Yasub, hacia el extremo del canal de la Alberca de Arriba, junto a la Calzada del Batanero, y le dirás: "¡Vigilancia y calma! No temas, no te acobardes ante esos dos cabos de tizones humeantes, la ira ardiente de Rasín y los sirios y del hijo de Romelía. Aunque tramen tu ruina diciendo: "Subamos contra Judá, sitiémosla, apoderémonos de ella, y nombraremos en ella rey al hijo de Tabeel." Así dice el Señor: "No se cumplirá ni sucederá: Damasco es capital de Siria, y Rasín, capitán de Damasco; Samaria es capital de Efraín, y el hijo de Romelía, capitán de Samaria. Dentro de cinco o seis años, Efraín, destruido, dejará de ser pueblo. Si no creéis, no subsistiréis."»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 47, 2-3a. 3b-4. 5-6. 7-8
 
R/. Dios ha fundado su ciudad para siempre

Grande es el Señor y muy digno de alabanza
en la ciudad de nuestro Dios,
su monte santo, altura hermosa,
alegría de toda la tierra. R/.

El monte Sión, vértice del cielo,
ciudad del gran rey;
entre sus palacios,
Dios descuella como un alcázar. R/.

Mirad: los reyes se aliaron
para atacarla juntos;
pero, al verla, quedaron aterrados
y huyeron despavoridos. R/.

Allí los agarró un temblor
y dolores como de parto;
como un viento del desierto,
que destroza las naves de Tarsis. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»

Palabra del Señor
 
Poema:
La parábola del anciano y el joven de Wilfred Owen 

Se alzó pues Abraham, cruzó los bosques.
Llevó consigo fuego y un cuchillo.
Y mientras caminaban ambos juntos,
preguntó así Isaac, el primogénito:
«Padre, veo que llevas hierro y fuego,
pero ¿el cordero para el sacrificio?».
Abraham ató al joven con cordajes
y construyó trincheras, parapetos…
Al sacar su cuchillo, de repente,
un ángel lo llamó del Cielo y dijo:
«Retira ya tu mano del muchacho,
no le hagas ningún daño. Hay un carnero
que es presa de ese arbusto por los cuernos;
ofrécelo mejor en sacrificio».

Pero el viejo rehusó, mató a su hijo
y, uno a uno, a los jóvenes de Europa.


The parable of the old man and the young

So Abram rose, and clave the wood, and went,
And took the fire with him, and a knife.
And as they sojourned both of them together,
Isaac the first-born spake and said, My Father,
Behold the preparations, fire and iron,
But where the lamb, for this burnt-offering?
Then Abram bound the youth with belts and straps,
And builded parapets and trenches there,
And stretched forth the knife to slay his son.
When lo! an Angel called him out of heaven,
Saying, Lay not thy hand upon the lad,
Neither do anything to him, thy son.
Behold! Caught in a thicket by its horns,
A Ram. Offer the Ram of Pride instead.

But the old man would not so, but slew his son,
And half the seed of Europe, one by one.

https://www.youtube.com/watch?v=DS4FqkT6Uvo 

domingo, 15 de julio de 2018

Lecturas del día, domingo, 15 de julio. Poema "Viento de primavera" de Claudio Rodríguez

Primera lectura

Lectura de la profecía de Amós (7,12-15):

En aquellos días, dijo Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, a Amós: «Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país.»
Respondió Amós: «No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel."»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
 
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-14):

Bendito sea Dios, Padre nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en el que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor
 
Poema:
Viento de primavera de Claudio Rodríguez 
 
Ni aún el cuerpo resiste
tanta resurrección, y busca abrigo
ante este viento que ya templa y trae
olor, y nueva intimidad. Ya cuanto
fue hambre, ahora es sustento. Y se aligera
la vida, y un destello generoso
vibra por nuestras calles. Pero sigue
turbia nuestra retina, y la saliva
seca, y los pies van a la desbandada,
como siempre. Y entonces,
esta presión fogosa que nos trae
el cuerpo aún frágil de la primavera,
ronda en torno al invierno
de nuestro corazón, buscando un sitio
por donde entrar en él. Y aquí, a la vuelta
de la esquina, al acecho,
en feraz merodeo,
nos ventea la ropa,
nos orea el trabajo,
barre la casa, engrasa nuestras puertas
duras de oscura cerrazón, las abre
a no sé qué hospitalidad hermosa
y nos desborda y, aunque
nunca nos demos cuenta
de tanta juventud, de lleno en lleno
nos arrasa. Sí, a poco
del sol salido, un viento ya gustoso,
sereno de simiente, sopló en torno
de nuestra sequedad, de la injusticia
de nuestros años, alentó para algo
más hermoso que tanta
desconfianza y tanto desaliento,
más gallardo que nuestro
miedo a su honda rebelión, a su alta
resurrección. Y ahora
yo, que perdí mi libertad por todo,
quiero oír cómo el pobre
ruido de nuestro pulso se va a rastras
tras el cálido son de esta alianza
y ambos hacen la música
arrolladora, sin compás, a sordas,
por la que se llegará algún día,
quizá en medio de enero, en el que todos
sepamos el porqué del nombre: «viento
de primavera».