viernes, 31 de agosto de 2018

Lecturas del día, viernes, 31 de agosto. Poema "Al velo de la hermana Isabel de los Ángeles" de santa Teresa de Jesús

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,17-25):

No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces.» ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo? Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes. Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo, judíos o griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 32, 1-2. 4-5. 10-11
 
R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Al velo de la hermana Isabel de los Ángeles de santa Teresa de Jesús
 
Hermana, porque veléis
os han dado hoy este velo,
y no os va menos que el cielo;
por eso no os descuidéis.
 
Aqueste velo gracioso
os dice que estéis en vela,
guardando la centinela
hasta que venga el Esposo,
que, como ladrón famoso,
vendrá cuando no penséis:
por eso no os descuidéis.
 
No sabe nadie a cuál hora,
si en la vigilia primera
o en la segunda o tercera,
todo cristiano lo ignora;
pues velad, velad, hermana,
no os roben lo que tenéis:
por eso no os descuidéis.
 
En vuestra mano encendida
tened siempre una candela,
y estad con el velo en vela,
las renes muy bien ceñidas;
no estéis siempre amodorrida,
catad que peligraréis:
por eso no os descuidéis.
 
Tened óleo en la aceitera
de obras y merecer,
para poder proveer
la lámpara, no se muera;
porque quedaréis de fuera
si entonces no lo tenéis:
por eso no os descuidéis.
 
Nadie os le dará prestado;
y si lo vais a comprar,
podríaseos tardar,
y el Esposo haber entrado;
Y desque una vez cerrado,
no hay entrar aunque llaméis:
por eso no os descuidéis.
 
Tened continuo cuidado
de cumplir con alma fuerte,
hasta el día de la muerte,
lo que habéis hoy profesado;
porque habiendo así velado,
con el Esposo entraréis:
por eso no os descuidéis. 

jueves, 30 de agosto de 2018

Lecturas del día, jueves, 30 de agosto. Poema "Oh amor desconocido, amor lejano..." de José María Valverde

Primera lectura

Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-9):

Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios

Salmo

Sal 144,2-3.4-5.6-7

R/.
Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

Palabra del Señor
 
Poema:
"Oh amor desconocido, amor lejano..." de José María Valverde
 
Oh amor desconocido, amor lejano,
que ya no sé esperar como solía,
¿me guarda Dios la aurora todavía
y al despertar te encontraré en mi mano?


Ay, para que se cumpla algo en lo humano
cuántas casualidades en un día
se tienen que juntar en armonía;
cuántos intentos mueren en lo vano.


Mas ¿no existe, sencilla e inexplicable,
la rosa? ¿Es por difícil menos bella?
¿No es difícil el ser, y es verdadero?


Tú también puedes ser, con la inefable
solución de la planta y de la estrella;
y alzándome otro trecho, espero, espero.
 

miércoles, 29 de agosto de 2018

Lecturas del día, miércoles, 29 de agosto. Poema "Lecciones de buen amor" de Ángel González

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,6-10.16-18):

En nombre de nuestro Señor Jesucristo, hermanos, os mandamos: no tratéis con los hermanos que llevan una vida ociosa y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros. Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros, os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Que el Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros. La despedida va de mi mano, Pablo; ésta es la contraseña en toda carta; ésta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 127,1-2.4-5

R/.
Dichosos los que temen al Señor

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,27-32):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!»

Palabra del Señor

Poema:
Lecciones de buen amor de Ángel González 

Se amaban.
No demasiado jóvenes ni hermosos,
algo marcados ya por la fatiga
de convivir durante aquellos años,
una alimentación con excedentes
de azúcar y de grasa había dañado
su silueta,
desdibujando la esbeltez del cuello,
añadiendo volúmenes al vientre
y cierta pesadez de las caderas.
Pero se amaban y se mantenían
juntos. Juntos se les veía
en la misa de doce, los domingos,
ella con su astracán y sus carrillos
empastados en rosa, él con su aire
de hombre abstraído y su corbata 
de seda natural, made in Italia.
Juntos con otros seres también juntos
pasaban las veladas de la tarde
exponiendo al unísono 
idénticas creencias,
defendiendo los mismos ideales,
atacando los vicios más comunes:

Creemos que el señor subsecretario
nos dará la licencia antes de junio;
en calidad de prestatario, pienso
que lo ideal, sin duda, es la hipoteca;
pero la juventud, y eso es lo grave,
gusta del pecado incluso al aire libre.

Juicios así de firmes, compartidos
sin una indecisión en la mirada,
y ese estar siempre juntos, sin tocarse

(mas tan compenetrados y corteses,
tan medidos sus justos ademanes,
tan comedidos sus bostezos entre
pasta y taza de té o pausa y pausa,
que parecía que toda su historia
conyugal sólo era
un largo ensayo general, pensando
en la ovación final de las visitas)

y ese estar cotidiano sin tocarse,
repito, pero juntos,
irreparable, tenazmente próximos
como mandan la Epístola y las Leyes,
acreditaba ahora ante los hombres
lo que un distante día
había consagrado un sacramento:
era evidente y claro que se amaban,
y su amor era ejemplo para algunos,
admiración de todos, 
comentario obligado en las ausencias 
inmediatas, cuando en los recintos
el ambiente quedaba liberado
del volumen espeso de su carne
(que persistía, no obstante, de algún modo
en el rastro de olores
-Chanel número cinco y halitosis-
volados de sus cuerpos, y en las frases
ligeramente desvaídas
con las que su partida era glosada:
han engordado más, pero se aman;
una lástima el lazo del sombrero;
aunque, de todas formas,
un amor semejante no es frecuente)

del volumen, decía, de su carne
húmeda y abundante, trasladada
solemnemente por las piernas
cortas hasta el asiento
delantero de un coche americano
donde, a solas, pensaban
en esa cosa extraña que es la vida
y se veían
tal como eran por dentro, justamente,
con toda exactitud el uno al otro, (1)
pasando
mental revista a un asco introvertido
en la letal penumbra de las glándulas
y a un mutuo horror basado en experiencias
más lúcidas -no mucho más, es lógico.
                                                        Pero
no se lo decían nunca, porque
-como afirmaban todos sus amigos-
¡se amaban tanto, tanto, tanto!


(1)           Y en efecto, era así.
Respecto a él, ella sabía
su egoísmo, que sólo le dolía
-o mejor, le dolió- algunas veces
con ocasión de aquellas cosas
-hablo de gente bien, téngase en cuenta-
que se hacen en el lecho los domingos
por la mañana,
antes del desayuno
y tras el primer llanto de los niños.
No ignoraba tampoco
la complicada trama de su alma
cuya blanda envoltura permitía
advertir los punzantes materiales
que formaban su núcleo oscuro y frío:
puñales de violencia hundidos, yertos
en la ceniza de su cobardía,
vergüenzas hechas vidrio, inhibiciones
envenenadas como flechas viejas,
agujas de impotencia, roído todo
por la herrumbre de un odio que a nadie perdonaba.

En cuanto a ella, él conocía
su estupidez congénita, acentuada
posteriormente en largos internados
-oraciones, solfeo y acuarela-
en los que, con la pausa
de húmedos veraneos en el norte,
su personalidad fue madurando,
cubriéndose de costras, retorciéndose
hasta quedar así: excipiente inocuo
-o secreción balsámica de sus mismas heridas-
emulsionado con dos partes
semejantes de gula y de codicia,
y perfumado
por una firme, extensa,
ciega adhesión al culto de dulía:
Estanislao de Koskas, santa Gema,
la venerable madre Rafols, y otros
héroes y heroínas de la Iglesia Triunfante,
ocupaban las horas
inevitablemente desprovistas
de sentido, que median
entre la mermelada y la menestra, y luego
las más lentas y turbias, señaladas
con un especial énfasis por todos los relojes,
fatalmente abocadas
a la succión de chocolate, poco
antes de que las sombras del crepúsculo
propicien
el rosario en familia, y la amarilla
luz eléctrica manche las paredes
de la sala, y sea
necesario pensar:

en la cena y la compra de mañana. 

martes, 28 de agosto de 2018

Lecturas del día, martes, 28 de agosto. Poema "Contra los hipócritas y fingida virtud de monjas y beatas, en alegoría del cohete" de Francisco de Quevedo. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,1-3a.14-17):

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno os desoriente. Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta. Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 95,10.11-12a.12b-13

R/.
Llega el Señor a regir la tierra

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R/.

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,23-26):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Contra los hipócritas y fingida virtud de monjas y beatas, en alegoría del cohete de Francisco de Quevedo 

No digas, cuando vieres alto el vuelo
del cohete, en la pólvora animado,
que va derecho al cielo encaminado,
pues no siempre quien sube llega al cielo.


Festivo rayo que nació del suelo,
en popular aplauso confiado,
disimula el azufre aprisionado;
traza es la cuerda, y es rebozo el velo.


Si le vieres en alto radïante,
que con el firmamento y sus centellas
equivoca su sitio y su semblante,


¡oh, no le cuentes tú por una dellas!
Mira que hay fuego artificial farsante,
que es humo y representa las estrellas.


Breve comentario

Parece que de un modo providencial, dados los enormes escándalos que están estallando y afectando a la cúpula de la Iglesia, la lectura del evangelio de hoy, como el de ayer, insiste en el mismo tema: la falsedad humana que se esconde en las apariencias de virtud y bondad. Es evidente que la hipocresía y la mentira no son exclusivas de sacerdotes y religiosos; al contrario, está extendida a todos los ámbitos, a todas las actividades, y entre distintos tipos de personas. Y ello por una razón elemental: el hombre es capaz de la mentira, y de mentir sin arrepentimiento (como diría un castizo, "con toda la boca"), de forma continuada, de mentir para lograr promoción social, reputación, poder, dinero, buena imagen, fama, sexo... Nadie se escapa a esta tentación, al menos en principio. Debemos reconocer con madurez y con sencillez que entre los más altos pastores de nuestra Iglesia católica también se hallan estos tipos de mentirosos con este tipo de motivaciones por completo espurias a sus cargos y tareas. 

Y hemos estado encubriéndolos durante generaciones enteras (debemos incluirnos todos, aunque no tengamos responsabilidad real en los actos concretos, pues todos somos Iglesia, todos formamos parte de ella). Y muchos, aún, quieren seguir con el encubrimiento, pues siguen pensando que un cardenal o incluso un papa en su caso tiene más importancia que un "insignificante" niño violado. Más le valdrían a unos y a otros, a los abusadores y a los que encubren, que les cuelguen una rueda de molino y los echen al mar, que tener que comulgar el pueblo de Dios con semejantes ruedas de molinos para que se salven aquellos que han envilecido su misión, a la Iglesia y a sí mismos, así como a los inocentes que los han sufrido. Sin duda, "no siempre quien sube llega al cielo."

lunes, 27 de agosto de 2018

Lecturas del día, lunes, 27 de agosto. Poema "La piedra" de Zbigniew Herbert. Breve comentario

Primera lectura

Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.11b-12):

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 95,1-2a.2b-3.4-5

R/.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

Palabra del Señor
 
Poema:
La piedra de Zbigniew Herbert

La piedra es la criatura
perfecta


igual a sí misma
vigilante de sus fronteras


exactamente repleta
de pétreo sentido


con un aroma que a nada recuerda
a nadie espanta no despierta codicia


su ardor y frío
son justos y están llenos de dignidad


siento su duro reproche
cuando la apreso en mi mano
y su noble cuerpo
absorbe el falso calor

  
  -Las piedras no se dejan domesticar
   hasta el final nos mirarán
   con su mirada tranquila clarísima


Kamyk

Kamyk jest stworzeniem
doskonałym

równym samemu sobie
pilnujący swych granic

wypełniony dokładnie
kamiennym sensem

o zapachu który niczego nie przypomina
niczego nie płoszy nie budzi pożądania

jego zapał i chłód
są słuszne i pełne godności

czuję ciężki wyrzut
kiedy go trzymam w dłoni
i ciało jego szlachetne
przenika fałszywe ciepło
 
   –Kamyki nnie dają się oswoić
   do końca będą na nas patrzeć
   okiem spokojnym bardzo jasnym

https://www.youtube.com/watch?v=NNCSywE4NV4

Breve comentario

Existe una tentación que es especialmente peligrosa por su apariencia virtuosa. Es la de aquellas personas exigentes, cumplidoras, disciplinadas, observantes, escrupulosas. Todos estos rasgos morales y espirituales (así como caracterológicos) suelen tener buena prensa, pues el orden siempre beneficia la convivencia, el respeto y la sana virtud de la obediencia a normas o criterios necesarios para la misma. Todos estos atributos se convierten en pecado cuando comienzan a desligarse de la realidad que les da sentido y construyen un mundo paralelo. Ese mundo paralelo comienza a tener poco que ver con la virtud de la obediencia o la sana docilidad a la norma buena, y mucho más con el grave pecado de la soberbia, del orgullo pedante del que se sabe superior por la dureza externa de su contención. Este mundo paralelo es despreciado explícitamente por el Señor, sobre todo cuando su justificación intenta basarse en una relación con Él completamente pervertida: desde el orgullo y el desprecio, desde el complejo de superioridad y la soberbia, la relación con Dios es sencillamente imposible. 

Decía Luis Cernuda que "Unos cuerpos son como flores,/ Otros como puñales,/ Otros como cintas de agua". Podríamos decir que el alma de algunos son como piedras. Los escribas y fariseos han pervertido la relación del hombre con Dios de tanto manosear su Palabra y su liturgia con el orgullo de los cumplidores, con la soberbia de los que saben, con la pedantería de las distinciones banales y hueras. Cuando el Señor apareció habían llegado a un punto de verdadera falta de sensatez, de estúpida inversión de criterios. Se puede llegar a ser un necio perdido en una erudición mal orientada. La inteligencia espiritual (y la cognitiva) nunca es sólo acumulación de datos, sino ordenación y distinción de lo superfluo y lo esencial. Los sacerdotes judíos habían alcanzado el sinsentido supremo de dar importancia a lo que no lo tenía y despreciar lo que debían venerar. Siempre ha existido este perfil de personas en todos los tiempos, pues es una forma que tiene el alma humana para dominar sus miedos y sus insuficiencias. Si la persona cuenta con la posibilidad de una rica formación académica, el peligro de caer en estas actitudes erróneas va de suyo.

La reflexión que nos induce este pasaje es a revisar las motivaciones de nuestros actos, sobre todo los religiosos. Es fundamental saber por qué hacemos lo que hacemos, desde dónde lo hacemos, si es para relacionarnos con el Señor y satisfacer con madurez sus mandatos; o si bien lo hacemos para demostrar lo bueno, lo culto y lo cultuales que somos. Por favor, amigos, hermanos, no seamos "criaturas perfectas" como las piedras. La perfección de la santidad que Dios quiere de nosotros es otra cosa por completo distinta. El que se sepa sólido, firme, inconmovible, rocoso no necesita de Dios. Y no necesitar de Dios es la pura condenación.

domingo, 26 de agosto de 2018

Lecturas del día, domingo, 26 de agosto. Poema: "Botella al mar" de Jorge Teillier

Primera lectura
Lectura del libro de Josué (24,1-2a.15-17.18b):

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»
El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23

R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará. R/.

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,21-32):

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

Palabra del Señor

Poema: 
Botella al mar de Jorge Teillier

Y tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo
te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni
para los iniciados. Es para la niña que nadie
saca a bailar, es para los hermanos que
afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o poderosos.

https://www.ivoox.com/botella-al-mar-jorge-teillier-audios-mp3_rf_3543348_1.html

sábado, 25 de agosto de 2018

Lecturas del día, sábado, 25 de agosto. Poemas "Si desde que nací, cuanto he pensado..." de Lope de Vega y "El genio de la multitud" de Charles Bukowski. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (43,1-7a):

En aquellos días, el ángel me condujo a la puerta oriental: vi la gloria del Dios de Israel que venia de oriente, con estruendo de aguas caudalosas: la tierra reflejó su gloria. La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad, como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.
Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo –el hombre seguía a mi lado–, y me decía: «Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono, el sitio de las plantas de mis pies, donde voy a residir para siempre en medio de los hijos de Israel.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 84,9ab.10.11-12.13-14

R/.
La gloria del Señor habitará en nuestra tierra

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Díos anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos. »
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Palabra del Señor

Poemas:
"Si desde que nací, cuanto he pensado..." de Lope de Vega 

Si desde que nací, cuanto he pensado,
cuanto he solicitado y pretendido
ha sido vanidad, y sombra ha sido,
de locas esperanzas engañado;
 

si no tengo de todo lo pasado
presente más que el tiempo que he perdido,
vanamente he cansado mi sentido,
y torres con el tiempo fabricado.
 

¡Cuán engañada el alma presumía
que su capacidad pudiera hartarse
con lo que el bien mortal le prometía!
 

Era su esfera Dios para quietarse,
y como fuera dél lo pretendía
no pudo hasta tenerle sosegarse.
 

El genio de la multitud de Charles Bukowski

hay suficiente traición, odio, violencia absurdo en el ser humano
corriente como para abastecer cualquier ejército o cualquier día

 
y los mejores en el asesinato son aquellos que predican en su [contra
y los mejores en el odio son aquellos que predican amor
y los mejores en la guerra son aquellos que predican la paz

 
aquellos que predican sobre dios, necesitan un dios
aquellos que predican la paz no tienen paz
aquellos que predican la paz no tienen amor

 
cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben
cuidado con aquellos que siempre están leyendo libros
cuidado con aquellos que detestan la pobreza
o que están orgullosos de ella
cuidado con aquellos rápidos para alabar
pues necesitan una alabanza a cambio
cuidado con aquellos rápidos para censurar
tienen miedo de lo que no conocen
cuidado con aquellos que necesitan constantemente las multitudes
ellos no son nada solos
cuidado con el hombre corriente, con la mujer corriente
cuidado con su amor, su amor es corriente
busca lo corriente

 
pero es un genio en su odio
hay suficiente genio en su odio como para matarte
como para matar a cualquiera
al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir cualquier cosa
que difiera de lo de ellos
al no ser capaces de crear arte
no entenderán el arte
considerarán su fracaso como creadores
sólo como un fracaso del mundo
al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es incompleto
y entonces te odiarán
y su odio será perfecto

 
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como la cicuta

 
su mejor arte

The Genius of the Crowd

there is enough treachery, hatred violence absurdity in the [average
human being to supply any given army on any given day

and the best at murder are those who preach against it
and the best at hate are those who preach love
and the best at war finally are those who preach peace

those who preach god, need god
those who preach peace do not have peace
those who preach peace do not have love

beware the preachers
beware the knowers
beware those who are always reading books
beware those who either detest poverty
or are proud of it
beware those quick to praise
for they need praise in return
beware those who are quick to censor
they are afraid of what they do not know
beware those who seek constant crowds for
they are nothing alone
beware the average man the average woman
beware their love, their love is average
seeks average

but there is genius in their hatred
there is enough genius in their hatred to kill you
to kill anybody
not wanting solitude
not understanding solitude
they will attempt to destroy anything
that differs from their own
not being able to create art
they will not understand art
they will consider their failure as creators
only as a failure of the world
not being able to love fully
they will believe your love incomplete
and then they will hate you
and their hatred will be perfect

like a shining diamond
like a knife
like a mountain
like a tiger
like hemlock

their finest art

https://www.youtube.com/watch?v=WbxwfoohR2U

Breve comentario

La comprensión del mensaje evangélico de hoy no parece difícil. La mentira, la hipocresía, la vanidad, la soberbia, el narcisismo puede afectar a cualquier persona. Los pastores judíos contemporáneos del Señor adolecían de estos graves pecados. No todos deberían de ser así, como es obvio, pero posiblemente su posición social privilegiada haría caer a muchos en estas tentaciones. Las descripciones del Señor de los escribas y fariseos son tan transparentes, sinceras, acertadas y objetivas que han pasado a ser considerados con el correr de los tiempos como el paradigma de la maldad humana. Lo cierto es que eran tan malos o tan buenos como lo podemos ser cualquiera de nosotros. El hecho de que la mayoría de la población no cuente con el poder social de aquellos, nos evita grandes males y grandes maldades. Por desgracia, algunos sí que cuentan con ese poder de actuación.

El Señor representa la coherencia más completa, absoluta en verdad, entre el mensaje y la vida que se lleva. Si el Señor nos exige, Él asumirá sobre sí las mayores exigencias. Es difícil buscar ejemplos de semejante coherencia. Aunque se queda muy corto, imaginemos a un general que, en una situación desesperada, da la orden de atacar a sus tropas, y es él el primero que sale a luchar, el primero que se expone al fuego enemigo. Huelga decir que sus tropas saldrán enardecidas al combate con semejante jefe al mando. Para la vida de la fe es absolutamente necesario ejemplos de coherencia de vida. Quien más quien menos está rodeado de diversas manifestaciones de la mentira, desde los episodios más banales de la vida cotidiana hasta los más graves y traumáticos, mucho menos frecuentes por fortuna. A veces al encontrar esa unidad, esa integridad, en alguien, hace que la persona brille incluso sin proponérselo, y no tanto por sus cualidades éticas extraordinarias, sino por la mediocridad que nos inunda a todos de un modo u otro, que condiciona nuestra vida con una mediocridad de intereses, de miras, de objetivos y de inquietudes.

En los dos poemas elegidos, de dos tiempos y autores muy distintos, se muestran dos formas de denunciar el engaño, la hipocresía, la mentira, la falta de coherencia. En el primero, de nuestro incomparable Lope de Vega, su mirada es de una profundidad estremecedora porque se dirige a sí mismo, a denunciar la mentira de su propia vida, a afrontar con desolada dureza las vanas ilusiones y fantasías sobre las que construyó su existencia. Así, al final de sus días, se da cuenta que sólo Dios calma la sed que no sació los trampantojos de la vanidad huera: sólo la verdad nos puede hacer libres de la mentira.

El segundo poema del cáustico poeta norteamericano, siendo en la forma mucho más radical que el sereno, equilibrado y elegantísimo soneto del español, en el fondo lo es mucho menos, aunque parezca que no deja títere con cabeza. Y ello es debido a que el único títere que deja vivo es el que no ha perdonado Lope en su soneto: a sí mismo. Que Bukowski tuvo una infancia difícil, es algo conocido, pero su dificultad no procede de experiencias infrecuentes o insólitas: un padre excesivamente riguroso e injusto, afectivamente bloqueado, y una madre pasiva, sumisa, que no sabe contener la angustia del hijo maltratado por su marido. Esto, por desgracia no es nada raro. Otra cosa es que Bukowski tuviera un corazón especialmente expuesto a los efectos del dolor (diría un pedante, que poseyera bajos umbrales para soportarlo). Por algo devino poeta, más allá de que ocultara, con el mismo pudor que su padre, en una forma feroz de escritura, toda su afectividad, su necesidad de ternura y comprensión. Son (somos) legión los que padecemos de no pequeñas carencias afectivas, y no por ello creemos, a pesar de tantas realidades, ciertamente, que el ser humano y las sociedades que construye son una sima de inmundicia. Es un fenómeno muy común que aquellas personas que han (hemos) sido traumatizadas en nuestra infancia adquiramos una personalidad depresiva, melancólica, y la mirada que proyectemos sobre el mundo sea de ese tenor. Algunos, no pocos, se revuelven con rabia y furia contra todo ese dolor que no saben manejar y elaborar: su ira es su instrumento para intentar superarlo, siempre sin éxito. Bukowski es de estos últimos. Su agresividad era contra todo y contra todos; de ahí su terrible alcoholismo, de ahí su promiscuidad, la más envilecedora que quepa imaginar, pues como él mismo confiesa, siempre acababa en tugurios infectos, con las prostitutas más envilecidas de la calle. Pero lo cierto es que en él se cumple a la perfección lo de que sólo los locos, los borrachos y los niños dicen la verdad de forma desnuda. En su terrible poema, casi defecación o más bien vómito, hay muchísima verdad.

Pidamos al Señor, sobre todo en estos tiempos donde la mentira y la hipocresía se enseñorea de todo y de todos de un modo en verdad obsceno, que nos conceda el don de la coherencia en nuestra vida, que demos ejemplo, en nuestro entorno al menos, de que vivimos según lo que defendemos y proclamamos. Pocas cosas hay más hermosas que la unidad de palabra y acción, de la razón y la voluntad, del corazón y el entendimiento. Unidad que siempre es de bien, pues el mal sólo puede nacer de la mentira.

viernes, 24 de agosto de 2018

Lecturas del día, viernes, 24 de agosto, san Bartolomé, apóstol. Poema "Ven, ven tú" de Vicente Aleixandre. Breve comentario

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (21,9b-14):

El ángel me habló así: «Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero.»
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 144,10-11.12-13ab.17-18

R/.
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,45-51):

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.»
Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?»
Felipe le contestó: «Ven y verás.»
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor

Poema:
Ven, ven tú de Vicente Aleixandre 

Allá donde el mar no golpea,
donde la tristeza sacude su melena de vidrio,
donde el aliento suavemente espirado
no es una mariposa de metal, sino un aire.

Un aire blando y suave
donde las palabras se murmuran como a un oído.
Donde resuenan unas débiles plumas
que en la oreja rosada son el amor que insiste.

¿Quién me quiere? ¿Quién dice que el amor es un hacha doblada,
un cansancio que parte por la cintura el cuerpo,
un arco doloroso por donde pasa la luz
ligeramente sin tocar nunca a nadie?

Los árboles del bosque cantan como si fueran aves.
Un brazo inmenso abarca la selva como una cintura.
Un pájaro dorado por la luz que no acaba
busca siempre unos labios por donde huir de su cárcel.

Pero el mar no golpea como un corazón,
ni el vidrio o cabellera de una lejana piedra
hace más que asumir todo el brillo del sol sin devolverlo.
Ni los peces innumerables que pueblan otros cielos
son más que las lentísimas aguas de una pupila remota.

Entonces este bosque, esta mota de sangre,
este pájaro que se escapa de un pecho,
este aliento que sale de unos labios entreabiertos,
esta pareja de mariposas que en algún punto va a amarse...

Esta oreja que próxima escucha mis palabras,
esta carne que amo con mis besos de aire,
este cuero que estrecho como si fuera un nombre,
esta lluvia que cae sobre mi cuerpo extenso,
este frescor de un cielo en el que unos dientes sonríen,
en el que unos brazos se alargan, en que un sol amanece,
en que una música total canta invadiéndolo todo,
mientras el cartón, las cuerdas, las falsas telas,
la dolorosa arpillera, el mundo rechazado,
se retira como un mar que muge sin destino.

Breve comentario

¿Qué supone que alguien nos llame?; ¿qué implica ser llamados? Con independencia de las circunstancias particulares, toda llamada provoca primero un cierto movimiento, que comienza con una atracción de nuestra atención. Así, siquiera sea por un momento, la llamada nos hace atender a otra cosa distinta de la que solemos: la llamada, incluso por banal que sea, nos traslada a otro lugar, a otra actividad, a otra escucha, a otra comprensión... Bartolomé (Natanael en el evangelio) era un hombre justo, "un israelita de verdad, en quien no hay engaño", en palabras del mismo Jesús. Pero Bartolomé, como cualquiera de nosotros que no nos hemos apercibido de la llamada del Señor, vivía en su mundo, con sus preocupaciones, con sus expectativas, con sus prejuicios ("¿De Nazaret puede salir algo bueno?"). Jesús lo llama por intermediación de Felipe, que ya había acudido a la llamada del Señor: "Ven y verás." Y fue, vió y se convirtió. Desde entonces Bartolomé fue aún más de verdad, más sin engaño que antes de conocer al Señor.

La llamada del Señor nos traslada siempre a otro lugar espiritual y moral, nos descubre un mundo que es el fundamento del que vemos, nos señala el camino, los objetivos que debemos perseguir, la Verdad en las circunstancias de nuestra vida. Y podemos ser como Bartolomé que acude a la llamada y se convierte, o podemos no percibirla siquiera. E incluso, aun percibiéndola, podemos despreciarla, no acudiendo o no prestando la atención que exige. Somos libres siempre, y sobre todo somos libres ante Dios.

El poema de Aleixandre, cuyo título recuerda al último verso de la rima XI de Bécquer, describe de un modo muy plástico y bello el contraste entre el mundo en el que vivimos antes de la llamada, y durante la misma, y el mundo después de acudir y abrirnos a su propuesta de nueva vida. Que Dios nos conceda la gracia de saberle seguir siempre, de saberle ver en cada circunstancia, de abrir nuestro corazón y nuestra voluntad a sus mandatos, y ello aun en medio de nuestra debilidad, de nuestras heridas y de nuestras carencias que Él quiera mantenernos: nuestra fuerza está siempre en nuestra debilidad para que sólo en Dios logremos la verdadera fortaleza.  

martes, 21 de agosto de 2018

Lecturas del día, martes, 21 de agosto. Poema "No te acerques mucho a la casa de la rosa" (poema 1434) de Emily Dickinson. Breve comentario

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (28,1-10)

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, di al príncipe de Tiro: "Así dice el Señor: Se hinchó tu corazón, y dijiste: 'Soy Dios, entronizado en solio de dioses en el corazón del mar', tú que eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses. ¡Si eres más sabio que Daniel!; ningún enigma se te resiste. Con tu talento, con tu habilidad, te hiciste una fortuna; acumulaste oro y plata en tus tesoros. Con agudo talento de mercader ibas acrecentando tu fortuna, y tu fortuna te llenó de presunción. Por eso, así dice el Señor: Por haberte creído sabio como los dioses, por eso traigo contra ti bárbaros pueblos feroces; desenvainarán la espada contra tu belleza y tu sabiduría, profanando tu esplendor. Te hundirán en la fosa, morirás con muerte ignominiosa en el corazón del mar. Tú, que eres hombre y no dios, ¿osarás decir: 'Soy Dios', delante de tus asesinos, en poder de los que te apuñalen? Morirás con muerte de incircunciso, a manos de bárbaros. Yo lo he dicho."» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Dt 32,26-27ab.27cd-28.30.35cd-36ab

R/.
Yo doy la muerte y la vida

Yo pensaba: «Voy a dispersarlos
y a borrar su memoria entre los hombres.»
Pero no; que temo la jactancia del enemigo
y la mala interpretación del adversario. R/.

Que diría: «Nuestra mano ha vencido,
no es el Señor quien lo ha hecho.»
Porque son una nación que ha perdido el juicio. R/.

¿Cómo es que uno persigue a mil,
y dos ponen en fuga a diez mil?
¿No es porque su Roca los ha vendido,
porque el Señor los ha entregado? R/.

El día de su perdición se acerca,
y su suerte se apresura.
Porque el Señor defenderá a su pueblo
y tendrá compasión de sus siervos. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,23-30):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.»
Entonces le dijo Pedro: «Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?»
Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.»

Palabra del Señor

Poema:
"No te acerques mucho a la casa de la rosa" (poema 1434) de Emily Dickinson

No te acerques mucho a la casa
de la rosa. Sus paredes se alarman
con la depredación de una brisa
o la inundación de un rocío.

Ni trates de atrapar la mariposa
o escalar las barras del éxtasis.
Permanecer en la inseguridad
es la segura cualidad del gozo.

"Go not too near a House of Rose"

Go not too near a House of Rose -
The depredation of a Breeze
Or Inundation of a Dew
Alarm it's walls away -

Nor try to tie the Butterfly,
Nor climb the Bars of Ecstasy,
In insecurity to lie
Is Joy's insuring quality. 

Breve comentario

El dinero probablemente sea el símbolo más representativo de lo que supone la vida mundana. El dinero es el gran señor del mundo por el poder que otorga a quien lo posee. Pero tal vez no haya que entender este pasaje del evangelio de forma literal, en el sentido de que los ricos constituirían una especie de raza condenada por esa mundanidad con que el amor al dinero deforma el alma humana. Los ricos avariciosos no son peores que los vanidosos, los soberbios, los envidiosos, los lujuriosos o cualquier otra forma de pecado que nos suele distinguir. Pero tal vez por la posición central que ocupa el dinero en nuestra vida, cabe decir que es aquella atadura que más firmemente nos liga a la vida intrascendente, pues lo que el dinero aporta es ante todo seguridad. Seguridad en un mundo que no se caracteriza precisamente por cuidar del necesitado, del débil, del menesteroso. Habiendo dinero todas las penas son menos, se dice.

Pero el Señor nos señala que debemos dejar a un lado todas las seguridades que el mundo pueda proporcionar. El dinero debe estar al servicio de un alma desprendida de todo apego, pues antes que otra realidad debe ser Dios nuestro horizonte preferente en torno al cual todo lo demás se ordene. Nada más alejado para la mentalidad mundana. Y mundanos son los discípulos todavía, que se asustan de que a los ricos (es decir, a los que prefieren el mundo a Dios) les sea prácticamente imposible salvarse: el dinero no abre las puertas del Cielo, aunque abra casi todas las de la tierra. Si ni los ricos se salvan, ¿quién podrá salvarse?, se preguntan; y qué obtendrán ellos, que han abandonado todo por seguir al Señor, cuando por ello son más pobres que ningún otro hombre. El Señor les ilumina, nos ilumina a todos: es su seguimiento la verdadera riqueza, el verdadero tesoro, la tarea que obtendrá el mayor de los pagos y salarios.

No nos acerquemos, pues, al decir de nuestra querida Emily, a la casa de la rosa, muy hermosa y aparente por fuera, pero de frágiles paredes, pues ni la brisa ni el rocío pueden resistir. El pecado, la atadura al mundo, la preferencia equivocada por lo contingente frente a lo trascendente nos hace terriblemente frágiles, por mucho dinero o belleza o poder terrenal que poseamos. A ojos de Dios no pasaremos de ser niños rebeldes, huérfanos de toda referencia de verdad y de bien. No podemos controlar ni el vuelo de una mariposa, y nuestros éxtasis terrenales nos irán dejando cada vez más vacíos en nuestras pobres seguridades. El poema concluye de forma impecable, describiendo cuál habrá de ser nuestra actitud en este peregrinar aquí abajo: Permanecer en la inseguridad (de la fe) / es la segura cualidad del gozo.  

lunes, 20 de agosto de 2018

Lecturas del día, lunes, 20 de agosto. Poema "Aclaración" de Jan Twardowski

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (24,15-24):

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el encanto de tus ojos; no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en silencio como un muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias; no te emboces la cara ni comas el pan del duelo.»
Por la mañana, yo hablaba a la gente; por la tarde, se murió mi mujer; y, a la mañana siguiente, hice lo que se me había mandado.
Entonces me dijo la gente: «¿Quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás haciendo?»
Les respondí: «Me vino esta palabra del Señor: "Dile a la casa de Israel: 'Así dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, vuestro soberbio baluarte, el encanto de vuestros ojos, el tesoro de vuestras almas. Los hijos e hijas que dejasteis caerán a espada. Entonces haréis lo que yo he hecho: no os embozaréis la cara ni comeréis el pan del duelo; seguiréis con el turbante en la cabeza y las sandalias en los pies, no lloraréis ni haréis luto; os consumiréis por vuestra culpa y os lamentaréis unos con otros. Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho. Y, cuando suceda, sabréis que yo soy el Señor.»

Palabra de Dios

Salmo

Dt 32,18-19.20.21

R/.
Despreciaste a la Roca que te engendró

Despreciaste a la Roca que te engendró,
y olvidaste al Dios que te dio a luz.
Lo vio el Señor, e irritado
rechazó a sus hijos e hijas. R/.

Pensando: «Les esconderé mi rostro
y veré en qué acaban,
porque son una generación depravada,
unos hijos desleales.» R/.

«Ellos me han dado celos con un dios ilusorio,
me han irritado con ídolos vacíos;
pues yo les daré celos con un pueblo, ilusorio
los irritaré con una nación fatua.» R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,16-22):

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
Él le preguntó: «¿Cuáles?»
Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.»
El muchacho le dijo: «Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?»
Jesús le contestó: «Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo– y luego vente conmigo.»
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Palabra del Señor
 
Poema:
Aclaración de Jan Twardowski
  
No he venido a convertirlo a Usted
de cualquier forma todos los doctos sermones se esfumaron de mi [cabeza
hace tiempo que ando despojado de todo brillo
como un héroe observado a cámara lenta
no voy a darle la lata
preguntándole su opinión acerca de Merton
no voy a discutir brincando como un pavo
con esa nariz de payaso
no me pondré guapo como el pato en octubre
no dictaré lágrimas que todo lo confiesan
no empezaré a verter en su oído la sagrada teología con una [cucharilla 

simplemente me sentaré junto a Usted
y le confiaré mi secreto:
que yo, sacerdote,
le creo a Dios como un niño


Wyjaśnienie

Nie przyszedłem pana nawracać
zresztą wyleciały mi z głowy wszystkie mądre kazania
jestem od dawna obdarty z błyszczenia
jak bohater w zwolnionym tempie
nie będę panu wiercić dziury w brzuchu
pytając co pan sądzi o Mertonie
nie będę podskakiwał w dyskusji jak indor
z czerwoną kapką na nosie
nie wypięknieję jak kaczor w październiku
nie podyktuję łez, które się do wszystkiego przyznają
nie zacznę panu wlewać do ucha świętej teologii łyżeczką
po prostu usiądę przy panu
i zwierzę swój sekret
że ja, ksiądz,
wierzę Panu Bogu jak dziecko

domingo, 19 de agosto de 2018

Lecturas del día, domingo, 19 de agosto. Poema "Los nombres de las cosas" de Leopoldo de Luis

Primera lectura

Lectura del libro de los Proverbios (9,1-6):

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,2-3.10-11.12-13.14-15

R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor.
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad? R/.

Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20):

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron;,el que come este pan vivirá para siempre.»

Palabra del Señor 
 
Poema: 
Los nombres de las cosas de Leopoldo de Luis
 
Si decimos madera, se oye el viento
poniendo entre los árboles su música,
como cuando al nombrar el pan nos llega
un vaho caliente de la mies madura
y al decir vino es un otoño claro
lo que nos toca con su mansa lluvia.

En el ala del nombre cada cosa
trae el olor de una sustancia pura,
la lejana verdad de su materia,
los cálidos cimientos que la fundan.

Si decimos madera suena el golpe
del leñador entre las altas plumas
vegetales, la sombra campesina
si pan decimos fugitiva cruza

y la mano artesana que levanta
la nívea luz de la amasada espuma,
y el rumor jornalero en los lagares
si vino dice nuestra voz, se escucha.

En la arcilla del nombre cada cosa
como en pequeños ríos acumula
el humano sudor, el noble esfuerzo
para su claridad primera y última.

Hasta nosotros vienen nombres, cosas:
madera, vino, pan, metales, frutas...
Satélites diarios nos rodean,
sus solícitas sombras nos ayudan.

Tienes que pronunciar los nombres
de las cosas sintiendo su profunda
realidad de materia y su invisible
condensación de vida.

Tal la pulpa de una almendra,
en la cáscara del nombre trozos de vida,
vidas diminutas, duermen y se despiertan
en tus labios, hijo,
cuando tus labios las pronuncian. 

sábado, 18 de agosto de 2018

Lecturas del día, sábado, 18 de agosto. Poemas "Canción de infancia" y "Mañana feliz" de Carlos Sahagún

Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (18,1-10.13b.30-32):

Me vino esta palabra del Señor: «¿Por qué andáis repitiendo este refrán en la tierra de Israel: "Los padres comieron agraces, y los hijos tuvieron dentera?" Por mi vida os juro –oráculo del Señor– que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel. Sabedlo: todas las vidas son mías; lo mismo que la vida del padre, es mía la vida del hijo; el que peca es el que morirá. El hombre que es justo, que observa el derecho y la justicia, que no come en los montes, levantando los ojos a los ídolos de Israel, que no profana a la mujer de su prójimo, ni se llega a la mujer en su regla, que no explota, sino que devuelve la prenda empeñada, que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo, que no presta con usura ni acumula intereses, que aparta la mano de la iniquidad y juzga imparcialmente los delitos, que camina según mis preceptos y guarda mis mandamientos, cumpliéndolos fielmente: ese hombre es justo, y ciertamente vivirá –oráculo del Señor–. Si éste engendra un hijo criminal y homicida, que quebranta alguna de estas prohibiciones ciertamente no vivirá; por haber cometido todas esas abominaciones, morirá ciertamente y será responsable de sus crímenes. Pues bien, casa de Israel, os juzgaré a cada uno según su proceder –oráculo del Señor–. Arrepentíos y convertíos de vuestros delitos, y no caeréis en pecado. Quitaos de encima los delitos que habéis perpetrado y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo; y así no moriréis, casa de Israel. Pues no quiero la muerte de nadie –oráculo del Señor–. ¡Arrepentíos y viviréis!»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 50,12-13.14-15.18-19

R/.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,13-15):

En aquel tiempo, le acercaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo: «Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos.»
Les impuso las manos y se marchó de allí.

Palabra del Señor

Poemas:
Canción de infancia de Carlos Sahagún 

Para que sepas lo que fui de niño
voy a decirte toda la verdad.
Para que sepas cómo fui, aún guardo
mi retrato de entonces junto al mar.
            
Playa de arena, corazón de arena
hubiera yo querido en tu ciudad.
Que te faltase como me faltaba
-le llamaron posguerra al hambre- el pan.
            
Tú con tu casa de muñecas vivas
llenando los rincones de piedad.
Yo, capitán con mi espada de palo,
matando de mentira a los demás.
            
Si hubieras sido niña rodeada
por todas partes, ay, de soledad,
yo te habría buscado hasta encontrarnos,
hasta ponernos los dos a llorar.
            
Juntos los dos. Que tu madre nos diga
aquel cuento que no tiene final.
Despertar de la infancia no quisimos
y no sé quién nos hizo despertar.
            
Pero hoy, que hemos crecido tanto, vamos,
dame la mano y todo volverá.
Somos dos niños que a la vida echaron.
Muchacha -niña-, empieza a caminar.


Mañana feliz de Carlos Sahagún

Caminemos. Por entre aquellos pinos
del color de la vida el sol penetra
y sé que no nos abandona. Alegre,
alegre será el día de hoy, tranquilo
como el agua de un lago. Caminemos.
Pájaros a bandadas y cantando
ya vienen con el alba. ¡Buenos días,
jilguero, guardián de la hora triste,
felices días nos dé Dios! La rubia
mañana, la que tiembla en cada hoja
con un temblor distinto, ésa no puede
faltarnos hoy, dejarnos hoy. Pisamos
para bien nuestro este camino, dimos
ya con el alba. ¡Buenos días! Todas
las palabras que digas hoy, los gestos
que pongas, la manzana que del árbol
cojan tus manos sin pecar, un día
han de ser recordados. Caminemos.
Nuestros son estos pasos, esas hojas
que crujen, el chirriar de la cigarra.
Tenemos merecido este buen día
de sol. Allí está el monte, allí las flores
salvajes. Vamos. Subiremos juntos.
Caminaremos también juntos. ¡Buenos
días, felices días nos dé Dios!

viernes, 17 de agosto de 2018

Lecturas del día, viernes, 17 de agosto. Poema "Fidelidad" de René Char

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (16,1-15.60.63):

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, denuncia a Jerusalén sus abominaciones, diciendo: "Así dice el Señor: ¡Jerusalén! Eres cananea de casta y de cuna: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Fue así tu alumbramiento: El día en que naciste, no te cortaron el ombligo, no te bañaron ni frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti haciéndote uno de estos menesteres, por compasión, sino que te arrojaron a campo abierto, asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te vi chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre: 'Sigue viviendo y crece como brote campestre.' Creciste y te hiciste moza, llegaste a la sazón; tus senos se afirmaron, y el vello te brotó, pero estabas desnuda y en cueros. Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento, hice alianza contigo –oráculo del Señor– y fuiste mía. Te bañé, te limpié la sangre, y te ungí con aceite. Te vestí de bordado, te calcé de marsopa; te ceñí de lino, te revestí de seda. Te engalané con joyas: te puse pulseras en los brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en las orejas y diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas guapísima y prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza, completa con las galas con que te atavié –oráculo del Señor–. Te sentiste segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con el primero que pasaba. Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo cuando eras moza y haré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo lo que hiciste."» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Is 12,2-3.4bcd.5-6

R/.
Ha cesado tu ira y me has consolado

Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel. » R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,3-12):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne"? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que pueda con esto, que lo haga.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Fidelidad de René Char
 
En las calles de la ciudad está mi amor.
Poco importa a donde vaya en este tiempo dividido.
Ya no es mi amor, cualquiera puede hablarle.
Ya no recuerda quién en verdad lo amó.
 

Él busca su igual en la promesa de las miradas.
El espacio que recorre es mi fidelidad.
Dibuja la esperanza y ligero la desprecia.
Domina sin participar.
 

Vivo en su fondo como felices restos de naufragio.
Sin que lo sepa, mi soledad es su tesoro.
En el gran meridiano donde se inscribe su impulso,
mi libertad lo ahonda.
 

En las calles de la ciudad está mi amor.
Poco importa a donde vaya en este tiempo dividido.
Ya no es mi amor, cualquiera puede hablarle.
Ya no recuerda quién en verdad lo amó
y lo ilumina de lejos para que no caiga.


Allégeance

Dans les rues de la ville, il y a mon amour.
Peu importe où il va dans le temps divisé.
Il n'est plus mon amour : chacun peut lui parler.
Il ne se souvient plus qui, au juste, l'aima.

Il cherche son pareil dans le vœu des regards.
L'espace qu'il parcourt est ma fidélité.
Il dessine l'espoir, puis, léger, l'éconduit.
Il est prépondérant sans qu'il y prenne part.

Je vis au fond de lui comme une épave heureuse.
A son insu, ma liberté est son trésor !
Dans le grand méridien où s'inscrit son essor,
Ma solitude se creuse.

Dans les rues de la ville, il y a mon amour.
Peu importe où il va dans le temps divisé.
Il n'est plus mon amour : chacun peut lui parler.
Il ne se souvient plus qui, au juste, l'aima
Et l'éclaire de loin pour qu'il ne tombe pas !

https://www.youtube.com/watch?v=1NEOIDA2SZo 

jueves, 16 de agosto de 2018

Lecturas del día, jueves, 16 de agosto. Poema "El árbol seco" de José Jiménez Lozano

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (12,1-12):

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, vives en la casa rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son casa rebelde. Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro y emigra a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos, emigra a otro lugar a ver si lo ven; pues son casa rebelde. Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos, y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro. A la vista de todos, abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar. Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos, sácalo en la oscuridad; tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la casa de Israel.»
Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer, abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad, me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos.
A la mañana siguiente, me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías? Pues respóndeles: "Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la casa de Israel que vive allí." Di: "Soy señal para vosotros; lo que yo he hecho lo tendrán que hacer ellos: irán cautivos al destierro. El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el hatillo, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad y se tapará la cara para que no lo reconozcan."»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 77,56-57.58-59.61-62

R/.
No olvidéis las acciones de Dios

Tentaron al Dios Altísimo
y se rebelaron, negándose a guardar sus preceptos;
desertaron y traicionaron como sus padres,
fallaron como un arco engañoso. R/.

Con sus altozanos lo irritaban,
con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó,
y rechazó totalmente a Israel. R/.

Abandonó sus valientes al cautiverio,
su orgullo a las manos enemigas;
entregó su pueblo a la espada,
encolerizado contra su heredad. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,21–19,1):

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debla cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
Cuando acabó Jesús estas palabras, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Palabra del Señor
 
Poema:
El árbol seco de José Jiménez Lozano 

Diez años esperó que el árbol seco
floreciera de nuevo. Diez años
con el hacha aguzada y temblorosa,
pero el árbol
sólo exhibía sus desnudos brazos,
la percha de la urraca y de los cuervos.
Cortóle al fin, y, de repente,
vio su corazón verde, borbotón de savia:
un año más, y hubiera florecido.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Lecturas del día, miércoles, 15 de agosto. Poema "A la Asunción de Nuestra Señora" (II y III) de Gerardo Diego

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (11,19a;12,1.3-6a.10ab):

Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios.
Se oyó una gran voz en el cielo: «Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 44,10bc.11-12ab.16

R/.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir

Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir. R/.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. R/.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,20-27a):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor

Poema:
A la Asunción de Nuestra Señora II y III de Gerardo Diego

II
 
Esta vez como aquella, aunque distinto.
El Hijo ascendió al Padre en pura flecha.
Hoy va la Madre al Hijo, va derecha
al Uno y Trino, al trono en su recinto.

Ella va a ser la flor del laberinto,
engaste en hueco desde aquella fecha,
cuando fue concedida sin sospecha
de huella original, de oscuro instinto.

Por eso sube altísima y raptada
en garras de los Ángeles de presa,
por eso el aire, el cielo rasga, horada,

profundiza en columna que no cesa,
se nos va, se nos pierde, pincelada
de espuma azul en el azul sorpresa.

III

No se nos pierde, no. Se va y se queda.
Coronada de cielo, tierra añora
y baja en descensión de Mediadora, 
rampa de amor, dulcísima vereda.

Recados del favor nos desenreda
la mensajera, la revoladora,
la paloma de paz. Heridla ahora:
ya se acabó el suplicio de la veda.

Hoy sobre todo que es la fiesta en Roma
y se ha visto volar otra Paloma
y posarse en la nieve de una tiara.

La Asunción de María -vítor, cielos-,
corazonada ayer de mis abuelos,
en luz, luz, luz de Dogma se declara.