domingo, 31 de marzo de 2019

"La vuelta"

La vuelta

Su hijo le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo'."
(Lc 15,21)

Hay viajes que se sueñan como nube,
en los que la distancia es almíbar
de una satisfacción en búsqueda.
Ese no fue mi viaje. Salí
porque no pude encontrarte.
No me sirvió tu obstinada 
voluntad varonil que me angustiaba,
ese tesón en hacer lo que no entendía.
Entre el deber y la necesidad,
quedó tu amor inaccesible.

¿Salí? Más bien, no te encontré.
¿Y qué pude hacer en mi viaje sin destino?
Las mujeres veían a un ser
extraño y atractivo; el trabajo fue
más soledad y más absurdo,
dureza y necedad de un mundo ajeno.
Me vi entre cerdos hozando como un cerdo;
y sucio de mi nada, me adorné
de orgullo y de hastío.

Sólo entonces supe que me amabas.
Un alma buena me indicó tu camino,
y pude y supe volver para encontrarte.
He pecado contra el cielo y contra ti. No merezco
tenerte como padre. Y no sé responder aún
a tus abrazos y a tus besos.

31-3-2019

Doiraje.

domingo, 24 de marzo de 2019

"Cuaresma en primavera"

Cuaresma en primavera

"Pero el viñador respondió: 'Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor, y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar' ".
(Lc 13,8-9)

Cuaresma en primavera. El sol
alarga sus horas. Todo parece
distinto bajo su luz victoriosa,
bajo el calor que baña
la vida por nacer.

De las sombras en retirada,
hallan cobijo las almas que no supieron
florecer a tiempo. Pero la primavera obliga
a mostrarse a todo lo que vive.

¿Y cómo mostrar el fruto incierto
desde un sol que no acoge?
Tanto frío hace del calor
una amenaza, una incertidumbre
de ser para la luz. 
                           Y la luz nos llama...

Ayúdanos a dar el fruto que tú esperas,
mientras reina este sol
que no acoge.

24-3-2019

Doiraje.

martes, 19 de marzo de 2019

"San José"

San José

Qué papeles reserva al hombre a veces,
este Dios del amor y del misterio.
Yo tardé media vida en ser hijo
de mi padre, y José
fue padre sin un hijo.

Hay misterios circulares en los que cada punto
es el final y el comienzo del siguiente.
Ser hombre es uno de ellos.
Y aunque a Dios le dibujan con tres lados,
en verdad es
la triangulación de un círculo
que borra sus divinas aristas para hacerse
como el hombre en devenir,
fin y principio de su obra.

No se puede ser padre sin haber sido hijo.
Y sólo siendo hijo se es capaz de ser padre.
Mucho tiempo tardé en entenderlo,
sin padre en vida de mi padre,
sin vida en vida de mi vida.

Y siendo estéril el fruto de mi esfuerzo,
sin hijo, sin trabajo, sin éxito,
más huérfano que nunca para el mundo,
soy, por fin, el hijo de mi padre,
y el Padre, mi Hijo también mío.

Sigo muy lejos de la honda
virilidad de la obediencia humilde,
de la profunda fe de un alma que se entrega,
pero entiendo ya a José.
¡Por fin te entiendo...!

19-3-2019

Doiraje.

martes, 12 de marzo de 2019

"Hambre"

Hambre

"Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre."
(Lc 4,1-2)

De qué hambre nacemos.
En qué hambre vivimos.
Por qué hambre caemos.

Tres vértigos circundan
todo el bien y todo el mal.

La mirada curiosa de un niño
no está lejos de la codicia,
o de la lujuria, o de la envidia.
La soledad de un anciano
apenas se distingue del deseo
de dos seres sin raíces.

Hay desiertos que se parecen demasiado
a la saciedad de un paraíso;
y hay tentaciones que salvan 
a quienes saben levantarse.

Si al final el Espíritu nos lleva al hambre,
durante los cuarenta mil años de nuestra existencia,
sólo el Espíritu la alzará
sobre toda necesidad.

Pero mientras,
el diablo del hambre,
y el hambre de santidad.

12-3-19

Doiraje.