lunes, 25 de abril de 2016

Lecturas del día, lunes, 25 de abril. Poema "¿Quién recuerda el aroma de las flores...?" de Juan de Contreras y López de Ayala. Breve comentario


Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5,5b-14):

Tened sentimientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. Inclinaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en Él todo vuestro agobio, que Él se interesa por vosotros. Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en el mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos. Amén. Os he escrito esta breve carta por mano de Silvano, al que tengo por hermano fiel, para exhortaros y atestiguaros que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos en ella. Os saluda la comunidad de Babilonia, y también Marcos, mi hijo. Saludaos entre vosotros con el beso del amor fraterno. Paz a todos vosotros, los cristianos.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 88,2-3.6-7.16-17

R/.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R/.

El cielo proclama tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R/.

Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,15-20):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Palabra del Señor

Poema:
"¿Quién recuerda el aroma de las flores...?" de Juan Contreras y López de Ayala 

¿Quién recuerda el aroma de las flores
abiertas en lejanas primaveras?
¿Quién aquel resplandor de las hogueras
que hicieron, otro invierno, los pastores?

Pasa la vida así, con sus dolores;
así la gloria, que afanoso esperas.
Poeta, ¿quién sabrá de tus quimeras?
Amante, ¿qué ha de ser de tus amores?

Una noche serena así decía,
mirando de los cielos la grandeza,
cuando una voz me susurró al oído:

«Ama con puro amor, trabaja y reza;
duérmete luego en paz y en Mí confía:
¡Cuanto se hace por Mí, nunca es perdido!»
 

Breve comentario

Fe y humildad, sobre estos dos pilares descansa toda nuestra fuerza, todo nuestro actuar cristiano. El Señor se va, asciende a los cielos, pero no nos deja inermes. Nuestras armas parecen ser las más débiles que pudieran imaginarse. En un mundo como éste, de orgullosos narcisistas encantados de haberse conocido, qué podemos hacer con la modesta y humilde humildad. Y qué con una fe en un Dios que parece que se marchó hace dos mil años. No es fácil, no, tener fe y humildad entre los hombres. Nunca lo fue. Y, sin embargo, por medio de estos instrumentos tan aparentemente impotentes, Dios no deja de acompañarnos y de actuar a través de nosotros.

La carta de Pedro es maravillosa, de las que suben el ánimo al más hundido: "(...)da su gracia a los humildes. Inclinaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en Él todo vuestro agobio, que Él se interesa por vosotros. (...) vuestros hermanos en el mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos." Y es exactamente así. Hay que resistir, en efecto, cuando todo en torno nos aleja de la humildad y de la fe, cuando todo parece constituirse contra Dios y, en definitiva, contra el hombre. 

Con esta certeza de que Dios "coopera" con nosotros en tanto seguimos su mensaje, puede el hombre salir a predicar la Verdad en esta selva donde Satanás campa a sus anchas. Que cada uno vea el modo como puede colaborar en esta tarea, que, no olvidemos, es obligación de todo bautizado. No todos valemos para misioneros o teólogos; la llamada de Dios es muy diversa. Pero no dudéis jamás de que Dios nos ha llamado y nos está llamando a todos. Correspondamos a esa llamada de amor según nuestras características personales, nuestras capacidades y nuestras circunstancias, pues como le decía el Señor al poeta, por su gracia, amar, trabajar y rezar es algo al alcance de cualquiera que lo ame.

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