sábado, 18 de junio de 2016

Lecturas del día, sábado, 18 de junio. Poema "La casa de los pobres es como un tabernáculo..." de Rainer Maria Rilke. Breve comentario


Primera lectura

Lectura del segundo libro de las Crónicas (24,17-25):

Cuando murió Yehoyadá, las autoridades de Judá fueron a rendir homenaje al rey, y éste siguió sus consejos; olvidando el templo del Señor, Dios de sus padres, dieron culto a las estelas y a los ídolos. Este pecado desencadenó la cólera de Dios contra Judá y Jerusalén. Les envió profetas para convertirlos, pero no hicieron caso de sus amonestaciones.
Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: «Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los preceptos del Señor? Vais a la ruina. Habéis abandonado al Señor, y él os abandona.»
Pero conspiraron contra él y lo lapidaron en el atrio del templo por orden del rey. El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de Yehoyadá, mató a su hijo, que murió diciendo: «¡Que el Señor juzgue y sentencie!»
Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en Judá, hasta Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y envió todo el botín al rey de Damasco. El ejército de Siria era reducido, pero el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así se vengaron de Joás. Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido, sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 88,4-5.29-30.31-32.33-34

R/.
Le mantendré eternamente mi favor

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.» R/.

«Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable;
le daré una posteridad perpetua
y un trono duradero como el cielo.» R/.

«Si sus hijos abandonan mi ley
y no siguen mis mandamientos,
si profanan mis preceptos
y no guardan mis mandatos.» R/.

«Castigaré con la vara sus pecados
y a latigazos sus culpas;
pero no les retiraré mi favor
ni desmentiré mi fidelidad.» R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,24-34):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»

Palabra del Señor

Poema:
"La casa de los pobres es como un tabernáculo..." de Rainer Maria Rilke 

La casa de los pobres es como un tabernáculo.
En ella se convierte en comida lo eterno,
y cuando ya atardece se vuelve suavemente,
en un extenso círculo, hacia sí,
entrando en su interior, lleno de ecos, despacio.

La casa de los pobres es como un tabernáculo.

La casa de los pobres es cual una mano de un niño.
No coge lo que piden los mayores;
sólo un escarabajo con pinzas adornadas,
cantos redondeados, que andaban por el río,
la arena, que corría, y conchas, que sonaban;
está colgada, como una balanza, 
y anuncia el más ligero recibir,
lentamente oscilando sus platillos.

La casa de los pobres es cual una mano de un niño.

Y cual la tierra es la casa del pobre:
la esquirla de un cristal futuro,
ya diáfano, ya oscuro, al caer, en la huida;
pobre cual la caliente pobreza de un establo;
y sin embargo hay tardes en las que ella lo es todo,
y todas las estrellas de ella emanan.
  
Des Armen Haus ist wie ein Altarschrein.

Des Armen Haus ist wie ein Altarschrein.
Drin wandelt sich das Ewige zur Speise,
und wenn der Abend kommt, so kehrt es leise
zu sich zurück in einem weiten Kreise
und geht voll Nachklang langsam in sich ein.

Des Armen Haus ist wie ein Altarschrein.

Des Armen Haus ist wie des Kindes Hand.
Sie nimmt nicht, was Erwachsene verlangen;
nur einen Käfer mit verzierten Zangen,
den runden Stein, der durch den Bach gegangen,
den Sand, der rann, und Muscheln, welche klangen;
sie ist wie eine Waage aufgehangen
und sagt das allerleiseste Empfangen
langschwankend an mit ihrer Schalen Stand.

Des Armen Haus ist wie des Kindes Hand.

Und wie die Erde ist des Armen Haus:
Der Splitter eines künftigen Kristalles,
bald licht, bald dunkel in der Flucht des Falles;
arm wie die warme Armut eines Stalles, -
und doch sind Abende: da ist sie alles,
und alle Sterne gehen von ihr aus. 

Breve comentario  

Señor es aquel que ostenta un poder sobre una cierta realidad (personas, territorios, etc.). Significa, pues, aquello hacia el cual los que no son señores deben rendir un cierto tributo, un servicio, una obediencia. En el mundo, simbólica o realmente, existen muchos señores que nos dominan o que pueden hacerlo. Cada pecado capital designa a uno de ellos de un modo más o menos explícito. Pero es el dinero, sin duda, uno de los más "poderosos caballeros", que diría en un poema famoso nuestro Quevedo. El dinero es el gran señor de este mundo, el que permite abrir todas las puertas, el que hace posible corromper todas las almas, precisamente por su capacidad para hacer posible por su medio todos los deseos mundanos. ¿Cuál es el salto que nos propone el Señor? Uno fundamental: que este mundo jamás sea señor de nuestro corazón. Que sólo existe uno que merece tal categoría de Señor: Aquel del que procede todo lo que existe.

Y todo lo que existe posee un orden que ese Señor quiso imprimir en él. Y en ese orden, los diversos señores, con minúscula, que dominan aparentemente el mundo, no ocupan ningún lugar, pues son señores que hacen a los que les obedecen esclavos. El Señor del ser, Dios, nos hace plenos, libres, hermanos, hijos suyos. Por ello, el dinero, al que tanto poder le concedemos y que tanto culto le rendimos, sólo vive una existencia vicaria con respecto al Señor del ser y de la vida. El dinero sólo halla una existencia justificada con respecto a Aquél si sirve de instrumento para la realización plena de la humanidad de cada persona: el dinero sólo cobra sentido si está al servicio del hombre, si deja de ser un dios que lo domina y lo aliena de sí.

Como vemos falta mucho para que este mundo sin Dios considere las cosas de este modo, justo a la inversa de como hoy construye sus prioridades. Pero esta es la verdad: sólo hay un Señor hacia el cual debemos rendir culto y servir. Todo lo demás posee un existencia legítima en tanto acata el orden dictado por Aquél, que es un dictado de amor al hombre. ¿El dinero nos ama? ¿Nos ama la codicia, la avaricia, la envidia, la fama, el sexo, la gula? Sólo es verdadero señor del mundo aquel que es capaz de amar, de entregarse porque ama, como lo hizo nuestro modelo de amor, nuestro Señor Jesucristo. En verdad, no existe otro señor. Sólo cuando no reconocemos este Señorío de amor, y ya huérfanos de Él por nuestra voluntad de negarle su presencia en nuestras vidas, podemos caer esclavizados por cualquier otro falso y diabólico señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.