viernes, 18 de marzo de 2016

Lecturas del día, viernes, 18 de marzo. Poema "¿Cómo es?" de Amado Nervo. Breve comentario

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (20,10-13):

Oía la acusación de la gente: «"Pavor-en-torno", delatadlo, vamos a delatarlo».
Mis amigos acechaban mi traspié: «A ver si, engañado, lo sometemos y podemos vengarnos de él».
Pero el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes. Acabarán avergonzados de su fracaso, con sonrojo eterno que no se olvidará.
Señor del universo, que examinas al honrado y sondeas las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos, pues te he encomendado mi causa!
Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 17,2-3a.3bc-4.5-6.7

R/.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza.

y quedo libre de mis enemigos. R.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte. R.

En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos. R.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,31-42):

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
El les replicó:
- «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
- «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
- «¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: "¡Blasfemas!" Porque he dicho: "Soy Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
- «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.

Palabra del Señor
 
Poema:
"¿Cómo es?" de Amado Nervo
 
¿Es Dios personal?
¿Es impersonal?
¿Tiene forma?
¿No tiene forma?
¿Es esencia?
¿Es substancia?
¿Es uno?
¿Es múltiple?
¿Es la conciencia del universo?
¿Es voluntad sin conciencia y sin fin?
¿Es todo lo que existe?
¿Es distinto de todo lo que existe?
¿Es como el alma de la naturaleza?
¿Es una ley?
¿Es simplemente la armonía de las fuerzas?
¿Está en nosotros mismos?
¿Es nosotros mismos?
¿Está fuera de nosotros?
Alma mía, hace tiempo que tú ya no te preguntas estas cosas.
Tiempo ha que estas cosas ya no te interesan.
Lo único que tú sabes es que le amas.
 
Breve comentario
 
¿Cómo podemos conocer en nuestra experiencia que Dios es Dios? Sólo de un modo: por sus obras. ¿Y cuáles son éstas, dado que Dios desapareció como hombre hace casi dos mil años? Aunque el Señor ya no esté físicamente presente entre nosotros, nunca ha dejado de obrar en el corazón de los hombres que se han abierto a su acción. Y esa obra sigue siendo la del amor. Esa es su presencia imperecedera, su acción sin término, atemporal, eterna. Es bueno contar con conocimientos filosóficos y teológicos (Amado Nervo tampoco era ajeno a ellos ni a esa actitud intelectualmente indagadora), pero no es lo más importante ni requisito imprescindible. Es el amor el criterio último que no falla para sabernos hijos suyos o para saberle Padre nuestro. Y esto es accesible a cualquier corazón, por muy sencillo que sea. Es más, cuanto más sencillo, más fácilmente gozará de esta experiencia del amor de Dios. Entendamos las posiciones de los fariseos, de los 'unamunos' que precisan certezas inconmovibles, del espíritu racionalista que antepone el discurso lógico a la misma fe, pero un espíritu en búsqueda de la verdad no puede quedarse en esos estadios iniciales o intermedios. Hay que dar el salto de creer. Y es un salto que Dios hace factible cuando realmente se le busca. Comprender es una parte pequeña de este ejercicio de buscar desde la necesidad de amar y ser amado. Vayamos, pues, más allá de nuestros límites, y permitámonos ser amados por Él... Lo está deseando aún más que nosotros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.