Nota a las lecturas del día de hoy, sábado, 14 de noviembre, tras la matanza de París. Poema "Dirección" de Sohrab Sepehrí

Por azares del destino o de la Providencia, hoy tenía pensado, desde hace tres o cuatro días, colgar un poema de un poeta iraní del siglo pasado, haciendo por primera vez la excepción de hacer un hueco a una sensibilidad no occidental. Tras la matanza de ayer en París, perpetrada por los enloquecidos yihadistas, pensé que no era el mejor momento para tomar esta decisión. Como al fin y al cabo este blog no alcanza siquiera la categoría de rincón en la Red, las decisiones que yo tome con respecto a él no tienen mayor importancia. Pero como uno carga con su conciencia siempre, para bien y para mal, quiero nuevamente actuar en conciencia. Haciéndolo, espero no equivocarme demasiado.

Pensé en dejar sólo las lecturas litúrgicas, sin el añadido de poema alguno, para subrayar la idea de que en momentos como éstos es en Dios y sólo en Él en quien debemos refugiarnos, apoyarnos y rogar en oración por las almas de la víctimas inocentes y por la conversión de aquellos que apoyan a los verdugos. Así, pido desde este momento, como tantos han hecho ya en la Red con amplitud, rezar, rezar y rezar. Cada uno desde su sensibilidad, a su modo, con sus palabras o con fórmulas conocidas. Quien sea católico, que rece el rosario, que pida a nuestra Señora con especial devoción tras cada misterio, Madre de gracia, Madre de misericordia, que nos proteja de nuestros enemigos y que nos ampare hasta la hora de nuestra muerte. Pensé, ya digo, en cercenar el componente más humano, la parte final de lo que suelen ser las entradas de este blog. Pero dada la casualidad o la voluntad de Dios de que había planeado sin mayores intenciones, antes de que ocurrieran estos crímenes horrendos, citar a un poeta persa, lo mantengo con el único cambio del poema elegido, más sugerente dadas las nuevas circunstancias que el que tenía pensado.

Con ello, no pretendo reivindicar nada referido al mundo musulmán en ningún sentido, ni a favor ni en contra. El poeta, extraordinario, como todo poeta extraordinario, es un hombre excepcional, y aunque se puede incardinar en una tradición literaria y una espiritualidad propiamente persas, lo cierto es que Sepehrí era un ciudadano del mundo en el sentido de que, en su vasta formación, bebió de todas las fuentes para aquilatar su estilo dentro de un lirismo netamente oriental, persa, pero con vocación de superación tanto de la expresión como del pensamiento del misterio. Ojalá que estas inquietudes, ya que no su excelente formación y espiritualidad, anidaran en el pueblo musulmán al menos en algún grado. No es el caso. Así que mantengo a este silencioso, solitario, tímido y humilde gigante persa, para intentar responder a la pregunta  que nos plantea en su bellísimo poema, más allá de "lo grande" o "lo más grande" que sea el "Amigo".

Sin más demora, las lecturas del día:

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (18,14-16;19,6-9):

Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada de tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 104,2-3.36-37.42-43

R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor

Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R/.

Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezaba. R/.

Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»

Palabra del Señor

 

Poema:

Dirección de Sohrab Sepehrí

 

“¿Dónde está la morada del Amigo?"

Fue al alba cuando el jinete hizo la pregunta.

El cielo se detuvo de inmediato, un transeúnte entregó  generoso

a las tinieblas de arena

una rama de luz que tenía en los labios;

luego señaló con el dedo un sauce blanco y dijo:

"Antes de llegar a este árbol hay una callejuela boscosa

más verde que el sueño de Dios,

donde el amor es tan azul 

como el plumaje de la sinceridad.

Irás hasta el final de esta alameda

que pasada la pubertad aparece,

luego torcerás hacia la flor de la soledad.

A dos pasos de la flor,

te detendrás al pie del eterno surtidor de los mitos de la tierra.

Allí te envolverá un pánico transparente;

en la intimidad fluida del espacio 

oirás cierto rumor:

verás a un niño encaramado en un pino alto

dispuesto a coger las crías del nido de la luz

y le preguntarás:

“¿Dónde está la morada del Amigo?”"