miércoles, 25 de julio de 2018

Lecturas del día, miércoles, 25 de julio, Santiago apóstol. Poema "Santiago" de Federico García Lorca

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):

En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 66, 2-3. 5. 7-8
 
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben


El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):

Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,20-28):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»

Palabra del Señor
 
Poema:
Santiago de Federico García Lorca 
 
(Balada ingenua)
25 de Julio de 1918 (Fuente Vaqueros, Granada)

Esta noche ha pasado Santiago
su camino de luz en el cielo.
Lo comentan los niños jugando
con el agua de un cauce sereno.


¿Dónde va el peregrino celeste
por el claro infinito sendero?
Va a la aurora que brilla en el fondo
en caballo blanco como el hielo.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Dice un hombre que ha visto a Santiago
en tropel con doscientos guerreros;
iban todos cubiertos de luces,
con guirnaldas de verdes luceros,
y el caballo que monta Santiago
era un astro de brillos intensos.


Dice el hombre que cuenta la historia
que en la noche dormida se oyeron
tremolar plateado de alas
que en sus ondas llevóse el silencio.


¿Qué sería que el río paróse?
Eran ángeles los caballeros.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Es la noche de luna menguante.
¡Escuchad! ¿Qué se siente en el cielo,
que los grillos refuerzan sus cuerdas
y dan voces los perros vegueros?


Madre abuela, ¿cuál es el camino,
madre abuela, que yo no lo veo?


Mira bien y verás una cinta
de polvillo harinoso y espeso,
un borrón que parece de plata
o de nácar. ¿Lo ves?
Ya lo veo.


Madre abuela. ¿Dónde está Santiago?
Por allí marcha con su cortejo,
la cabeza llena de plumajes
y de perlas muy finas el cuerpo,
con la luna rendida a sus plantas,
con el sol escondido en el pecho.


Esta noche en la vega se escuchan
los relatos brumosos del cuento.


¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!


Una vieja que vive muy pobre
en la parte más alta del pueblo,
que posee una rueca inservible,
una virgen y dos gatos negros,
mientras hace la ruda calceta
con sus secos y temblones dedos,
rodeada de buenas comadres
y de sucios chiquillos traviesos,
en la paz de la noche tranquila,
con las sierras perdidas en negro,
va contando con ritmos tardíos
la visión que ella tuvo en sus tiempos.


Ella vio en una noche lejana
como ésta, sin ruidos ni vientos,
el apóstol Santiago en persona,
peregrino en la tierra del cielo.


Y comadre, ¿cómo iba vestido?
le preguntan dos voces a un tiempo.


Con bordón de esmeraldas y perlas
y una túnica de terciopelo.


Cuando hubo pasado la puerta,
mis palomas sus alas tendieron,
y mi perro, que estaba dormido,
fue tras él sus pisadas lamiendo.
Era dulce el Apóstol divino,
más aún que la luna de enero.
A su paso dejó por la senda
un olor de azucena y de incienso.


Y comadre, ¿no le dijo nada?
la preguntan dos voces a un tiempo.


Al pasar me miró sonriente
y una estrella dejóme aquí dentro.


¿Dónde tienes guardada esa estrella?
la pregunta un chiquillo travieso.


¿Se ha apagado, dijéronle otros,
como cosa de un encantamiento?


No, hijos míos, la estrella relumbra,
que en el alma clavada la llevo.


¿Cómo son las estrellas aquí?
Hijo mío, igual que en el cielo.


Siga, siga la vieja comadre.
¿Dónde iba el glorioso viajero?


Se perdió por aquellas montañas
con mis blancas palomas y el perro.
Pero llena dejome la casa
de rosales y de jazmineros,
y las uvas verdes en la parra
maduraron, y mi troje lleno
encontré la siguiente mañana.
Todo obra del Apóstol bueno.


¡Grande suerte que tuvo, comadre!
sermonean dos voces a un tiempo.


Los chiquillos están ya dormidos
y los campos en hondo silencio.


¡Niños chicos, pensad en Santiago
por los turbios caminos del sueño!


¡Noche clara, finales de julio!
¡Ha pasado Santiago en el cielo!


La tristeza que tiene mi alma,
por el blanco camino la dejo,
para ver si la encuentran los niños
y en el agua la vayan hundiendo,
para ver si en la noche estrellada
a muy lejos la llevan los vientos.

5 comentarios:

  1. Hace un siglo justo, el poeta apenas veinteañero escribió esa Balada ingenua que ya no puede repetirse.

    ¿Quién contará hoy que "ha visto a Santiago
    en tropel con doscientos guerreros"
    ?

    ¿Qué joven va a pedir:
    "¡Niños chicos, pensad en Santiago
    por los turbios caminos del sueño!
    "?

    Hoy los niños sueñan con Juego de Tronos... y gracias si se limitan a soñar con eso. Para los veinteañeros -y los niños chicos- los guerreros son entes de ficción, avatares violentísimos dentro de las pantallas luminosas que los hipnotizan; esas pantallas que no dejan escapar la sangre, el vómito, el semen ni las heces.

    Que "el apóstol Santiago en persona,
    peregrino en la tierra del cielo"
    se digne dejarnos clavada una estrella en el pecho y, al menos, lloremos una lágrima de nostalgia sobre esas pantallas que nos hipnotizan.

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    Respuestas
    1. ...Así es, Rocky.

      Ya ni siquiera es fiesta nacional. Debemos ser el único país del mundo en que el día de su patrón no es festivo. Apenas una fiesta local. Sí, estos sencillos versos ya no son posibles, esta sencilla ingenuidad, este candor de niños, jóvenes y viejos que esperan ver o sienten la presencia de su apóstol.

      Con la sensibilidad hoy vigente, auténtica rueda de molino con la que nos obligan a comulgar, este poema sería entendido, por muchas, muchos y "muches", como una manifestación de la opresión que ejerce el heteropatriarcado sobre las inocentes mentes de los más débiles, niños, jóvenes y ancianos.

      No sé hasta dónde seguiremos retrocediendo, ni hasta cuándo el Señor permitirá tanta destrucción.

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    2. La situación del día del patrono es triste, pero no exclusiva de España. En Francia, sin ir más lejos, no es fiesta laboral el 25 de abril, día del patrón nacional, San Luis IX.

      Los franceses tienen como días no laborables de origen religioso el Lunes de Pascua, el Jueves de la Ascensión, el Lunes de Pentecostés, la Asunción de la Virgen, Todos los Santos y Navidad. Nosotros tenemos una patrona, la Inmaculada Concepción, que sí es festivo, además de Jueves Santo (donde no, Lunes de Pascua), Viernes Santo, Epifanía del Señor (RR Magos), Asunción, Todos los Santos y Navidad. No cuento la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, por ser la Fiesta Nacional.

      O sea, 6 fiestas religiosas para Francia, la hija mayor de la Iglesia, como gozan en llamarse, y 7 para España.

      Independientemente de los festivos, sí es preocupante aquello que no era cierto hace 80 años y se verfica ahora: España ha dejado de ser católica, pues los que aún se llaman católicos no parecen saber en qué consista tal cosa. Pero la providencia de Dios nos ha puesto en este tiempo y este lugar, no por azar, sino por un designio de amor; inescrutable muchas veces, pero certísimo.

      Un abrazo muy fuerte, doiraje.

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    3. Bueno, quizá Francia no sea el mejor referente en qué mirarnos: la "hija mayor" hace tiempo que renegó de su madre. Sorprende que mantenga aún fiestas religiosas.

      Sin duda, España ya no es católica. Ni la mayoría de los que se dicen católicos tampoco lo son.

      Otro fuerte para ti, Rocky.

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    4. Y menos indudable es que, en efecto, aquí venimos para amar. A pesar de todo, o precisamente por ello.

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