miércoles, 30 de enero de 2019

"Tierra"

Tierra

"Escuchad: Salió el sembrador a sembrar".
(Mc 4,4)

"Él les pregunta: '¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?'."
(Mc 3,34)

Soy responsable de mis espinos,
de las piedras que pueblan mi voluntad, 
de hallarme al borde de un camino
que no me conduce a ti.
Soy responsable.
Cae tu semilla, y no echa raíces.

No sé hasta qué punto elegimos
ser lo que somos. Pero la semilla cae,
y el deber es acogerla.
No sé tampoco quiénes fueron
mi madre y mis hermanos, 
la tierra en que crecí
para ser espino, pedregal y arena.
Soy responsable de no saber qué hacer
con una semilla demasiado buena.

30-1-2019

Doiraje.

17 comentarios:

  1. Ground, by Doiraje. Translated by RockyMarciano.

    I am liable for my thorns,
    for the rocks that inhabit my will,
    for my laying beside a path
    that does not lead me to you.
    I am liable.
    Your seed fells, and it takes no root.

    I know not to what extent we choose
    to be what we are. But the seed falls,
    and the duty is to accept it.
    Neither do I know who
    my brothers and sisters and mother were,
    on what soil I grew
    to be thorns, rocky ground and sand.
    I am liable for not knowing what to do
    with a seed that is too good.

    --

    Doiraje, muchas gracias por el poema, tan enraizado en la parábola del sembrador y los tipos de terreno. Estaba dudando cómo traducir el título, si 'ground', 'soil', 'earth' o incluso 'dirt', pero la primera canción que se me ocurrió para acompañarlo viene tan bien que no hay duda: 'Ground' it is!

    Paul McCartney - Off The Ground

    There must have been a lot of heartache
    For you to sink so low.
    You must have had a ton of pressure.
    Only answer if the answer's no.

    I need loving, you need loving too.
    Doesn't take a lot to get off the ground.

    There must have been a lot of magic
    When the world was born.
    Let me be the one you wish for,
    One you call for, when you're all alone.

    I need loving, you need loving too.
    Wouldn't take a lot to get off the ground.

    Off the ground, off the ground.
    Fly around, fly around.
    Hear the sound, hear the sound.
    Off the ground, off the ground.

    Though it takes a lot of power
    To make a bog tree grow.
    It doesn't need a pot of knowledge.
    For a seed knows what a seed must know.

    You need loving, I need loving too.
    Doesn't take a lot to get off the ground.

    Off the ground, off the ground.
    Fly around, fly around.
    Hear the sound, hear the sound.
    Off the ground, off the ground.

    Hear the sound, hear the sound.
    Off the ground, off the ground.
    Yeah yeah, off the ground.
    --

    Songwriters: Paul Mccartney
    Off the Ground lyrics © Kobalt Music Publishing Ltd.
    --

    Aunque se requiere un gran poder
    para que crezca un árbol en la ciénaga,
    no hace falta un gran saber:
    Porque una semilla sabe lo que debe saber la semilla
    .

    Sí, la semilla del sembrador de la parábola sabe lo que necesita saber. Y el borde del camino, el terreno pedregoso o infestado de zarzas (o la ciénaga de la canción) no tienen que saber nada. Sólo necesitan implorar humildemente ese gran poder de quien dijo:

    "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a los pequeños. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre y aquel a quien el Hijo se lo quira revelar".

    En la revelación del Hijo, los humildes conocen al Padre, a la Madre y a los hermanos. Nuestra salvación está en no pretender saber nada y esperarlo todo de la semilla y el gran poder del sembrador.

    Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    1. ... Y el terreno baldío se convertirá en tierra fértil, que rendirá el treinta, sesenta o ciento por uno, claro.

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    2. Oyendo otra vez la canción, me doy cuenta de que la estrofa que traduzco y da lugar al comentario no dice lo que recoge la letra que proporciona Google com resultado destacado. Realmente es:

      "Though it takes a lot of power
      To make a big tree grow..."


      O sea, se refiere a un gran árbol y no a un árbol en la ciénaga.

      Realmente se podría comentar lo mismo, pero la versión errónea tiene más que ver con la párabola. Bendita errata: muchas veces Dios nos habla así también.

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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  2. Nunca mejor dicho lo de enraizado, sí... Muchas gracias, Rocky, por la excelente traducción y la canción tan llena de vida que traes aquí. Sin duda es más alegre que mi poema. Y haces bien aportando esa alegría en este blog tan austero, presidido siempre por un paisaje invernal que no lo es menos. En fin, aunque mi alegría no sea tan jubilosa o abierta como la de McCartney, no quiere decir que no exista. Es de otra índole.

    Tienes toda la razón en tus comentarios. En la semilla está todo: el ser vivo que crecerá y dará fruto. Pero el Señor quiere contar con nosotros, con la tierra para hacer fructificar su belleza. No nos necesita, mas quiere darnos ese privilegio de participar activamente de su milagro creador. ¿Y participamos? Ahí está el problema. El Señor se presenta a todos los hombres y en todas las circunstancias, y espera ser acogido en nuestra libertad. ¿Y qué se encuentra muchas veces? Lo que relata en la parábola: zarzas, piedras y el suelo estéril de un camino en el que nada puede arraigar.

    La cuestión en la que me debato (pues no sólo la debato, sino que me debato en ella) en el poema es la naturaleza de nuestra responsabilidad de ser lo que somos. ¿Somos piedras, espinos o arena porque así lo queremos y decidimos, o porque circunstancias ajenas a nuestras elecciones nos han llevado a serlo? En el poema, como en la vida, la cuestión queda abierta. En parte sí, y en parte no.

    Soy consciente de las piedras, las zarzas y la arena de las que me he zafado. No son pocas. Y aún sigo desbrozando el terreno. Pero hay otras de las que, me temo, no me desprenderé mientras viva, salvo actuación cuasi milagrosa y directa del Señor. Y no me desprenderé no sólo por impotencia, sino porque de un modo ya inevitable, uno, al menos en parte, ya se ha hecho a ser espino, piedra o arena: nos endurecemos y secamos de algún modo, como en la vejez puramente biológica.

    En el poema acepto la responsabilidad humana de no reconocer o aun rechazar al Señor, o lo que es también bastante común, recibirlo en la medida de nuestras cegueras, mezquindades, egoísmos y miedos, es decir, con nuestra miseria de espinos, pedregales y tierra baldía.

    Cuando ello ocurre, no sabemos acoger lo hermoso, lo lleno de vida, el agua que nutre, la semilla que sólo quiere crecer en nosotros. Valga el ejemplo, es como si una joven muy hermosa se enamorara de un hombre en su ocaso vital; éste ya no puede darle la ilusión de vida, la alegría que aquella belleza juvenil busca en él y que ella por amor le regala gratuita y abundantemente. No hay nada peor que sentirse viejo por dentro, incluso cuando el amor más puro llama a la puerta. Entonces, no sabemos recibir ese regalo, "no sabemos qué hacer" con una belleza a la cual no estamos preparados.

    Es cierto lo que señala McCartney: sólo necesitamos amar para ascender, para ascender de nosotros mismos, para mover montañas, hacer volar grandes bloques de piedra, para hacer terciopelo suave de las espinas, para que el borde hostil del camino sea una tierra amable. Y la semilla puede reblandecer el corazón más duro, pero... a veces, no sabemos por qué, no nos libra de esa dureza y sequedad. Todos tenemos en nuestro corazón unas espinas que, como a san Pablo, Él no quiere arrancárnoslas.

    Y así, yo, como tantos, acojo al Señor en la medida de mis posibilidades, de un deseo cierto de quererle, y de una naturaleza pétrea de la que no estoy seguro de querer librarme del todo.

    El Señor nos ama tanto que respeta nuestras dudas, y su semilla de amor es tan buena, que acepta crecer entre piedras, espinos y arena, aunque sus raíces sean débiles por nuestros miedos. Yo me identifico mucho con esas humildes florecillas que nacen entre adoquines o rodeados de asfalto. Más no valgo, más no sé. Es todo lo que puedo ofrecer al Señor.

    Un abrazo muy fuerte, Rocky. Y muchas gracias.

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    1. Y aunque ya lo habrás visto, cuelgo aquí otro video de la canción que has elegido. Por lo divertido y lo alegre que es, además de por sus subtítulos en español:

      https://www.youtube.com/watch?v=arQY9qnwwK8

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    2. Muchas gracias por el vídeo, Doiraje. Hacía una eternidad que no lo veía, probablemente desde que lo pusieran en televisión alguna vez. De Youtube no lo recordaba.

      La semilla del Reino de Dios es siempre excesiva, demasiado buena para la tierra. Pero el hecho es que en ciertos terrenos no fructifica: ¿llegó el suelo a ser de ese modo por su libre albedrío o fue creado así?

      "Salió [el dueño] al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: 'Cómo es que estáis aquí todo el día entero sin trabajar?' Le respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Id vosotros también a mi viña'" Mt 20:6-7.

      ¿Había descartado antes el dueño de la viña a los jornaleros que contrató al caer la tarde? ¿O fueron ellos los que no quisieron trabajar por un denario? La parábola no lo aclara. El caso es que al final trabajan en la viña y reciben el mismo pago que aquellos contrados al alba.

      La llamada para trabajar en el Reino de Dios (la viña) es lo que cuenta. Que se haya estado "todo el día entero sin trabajar" ya no importa. De igual modo, el tipo de tierra con que uno se vea identificado ahora es lo de menos. Sí, "la semilla cae, y el deber es acogerla". Pero "Dios es capaz de sacar hijos de Abraham de estas piedras", como dice Jesús a los fariseos y saduceos (Mt 3:9). ¿No va a sacar un poco de terreno fértil si se lo pedimos con fe humilde?

      A veces creemos que ser un peñón fortificado, como cantaban Simon & Garfunkel, nos garantiza o condena al eterno aislamiento:

      Simon & Garfunkel - I Am A Rock

      A winter's day
      In a deep and dark
      December
      I am alone
      Gazing from my window to the streets below
      On a freshly fallen silent shroud of snow
      I am a rock
      I am an island

      I've built walls
      A fortress deep and mighty
      That none may penetrate
      I have no need of friendship, friendship causes pain
      It's laughter and it's loving I disdain
      I am a rock
      I am an island

      Don't talk of love
      But I've heard the words before
      It's sleeping in my memory
      I won't disturb the slumber of feelings that have died
      If I never loved I never would have cried
      I am a rock
      I am an island

      I have my books
      And my poetry to protect me
      I am shielded in my armor
      Hiding in my room, safe within my womb
      I touch no one and no one touches me
      I am a rock
      I am an island

      And a rock feels no pain
      And an island never cries
      --

      Songwriters: Paul Simon
      I Am a Rock lyrics © Universal Music Publishing Group

      --

      Pero el sembrador ha dicho: "Si tuvierais fe y no vacilaseis... diríais a este monte 'Quítate y arrójate al mar', y así se realizaría. Todo lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis" Mt 21:21-22.

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    3. "Más no valgo, más no sé. Es todo lo que puedo ofrecer al Señor".

      Lo mismo que la justicia de Dios no es como la de los hombres (parábola de los jornaleros), su mirada descubre lo que nuestra ceguera prefiere ignorar: La viuda que echó dos moneditas en el arca del Tesoro dio más que todos los demás (Lc 21:1-4).

      Lo que no admite la mirada del Señor es ver al siervo negligente y holgazán, que esconde su talento bajo tierra (Mt 25:26). Ese es que acusa al amo de segar donde no siembra y recoger donde no esparce. A veces queremos dar frutos que Dios no desea, que jamás podemos producir por nosotros mismos; acusamos a Dios de pretender obtener lo imposible de nosotros a la vez que nos negamos a producir el fruto que está a nuestro alcance por la bondad de Dios. Él verá lo que hemos hecho con sus dones: en la versión de los talentos de Mateo, el siervo malo recibe menos que los otros; en la correspondiente parábola de las minas, en Lucas, el holgazán tiene una moneda, como los demás.

      No es cuestión de cantidad, no, sino de confianza en Dios.

      Muchas gracias de nuevo, Doiraje.

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    4. I

      Antes de nada, Rocky, muchas gracias por tu tiempo y por este diálogo tan hermoso que me ofreces. No suelo, por desgracia, tener de forma habitual estos intercambios con personas afectuosas y amables, a la vez que tan inteligentes. Y más, como sabes, después de una semana especialmente dura.

      Tienes de nuevo toda la razón. Tus comentarios son no sólo bellos, sino certeros. En efecto, da igual qué terreno seamos o creamos ser; da igual si nuestro fruto es cien, sesenta o treinta: Dios lo puede todo desde su amor infinito. Basta que le digamos un tímido Sí para que Él actúe en nosotros.

      Yo no soy una roca, ni lo quiero ser, como en la famosa canción (que me encanta) de Simon y Garfunkel. Pero es cierto que el hecho de vivir, de soportar el mal ajeno y el mal propio no resuelto, este mundo por tantas cosas despreciable, nos va endureciendo. La tentación del aislamiento es muy fuerte. Esta tarde me lo decía Isabel, mi mujer: pareciera que no merece la pena tanta lucha. De hecho, ya uno está bastante aislado. Como decía Aute citando a no recuerdo qué poeta: "Lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo."

      Tus respuestas son muy bellas, y son las pertinentes para dar fe y esperanza en la prueba que es vivir. Mi poema va por otro lado. Parte de la experiencia del sufrimiento de no poder ser aquel que se quiso ser, incluso en la relación con Dios. Si quieres, está relacionado con la experiencia del fracaso. Y esto, cuando se está ya camino de la vejez, es duro.

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    5. y II

      Sé que es fácil acusar a una persona que no acepta, por decirlo así, su destino, de orgulloso o soberbio. Y sin duda hay verdad en ese juicio. San Pedro, antes de su triple negación al Señor, se sentía muy seguro de su fe y de su fortaleza. Sólo después de su humillante infidelidad, el Señor ya resucitado le encargó conducir la nave de la Iglesia: sólo cuando supo y aceptó que por sí mismo nada podía por su miserable naturaleza pecadora, fue capaz de entregarse al Señor por completo. Como bien conoces, hay un texto maravilloso de Benedicto XVI que lo describe de un modo maravilloso:

      "En una mañana de primavera, Jesús resucitado le confiará esta misión. El encuentro tendrá lugar a la orilla del lago de Tiberíades. El evangelista san Juan nos narra el diálogo que mantuvieron Jesús y Pedro en aquella circunstancia. Se puede constatar un juego de verbos muy significativo. En griego, el verbo filéo expresa el amor de amistad, tierno pero no total, mientras que el verbo “agapáo” significa el amor sin reservas, total e incondicional.

      La primera vez, Jesús pregunta a Pedro: "Simón..., ¿me amas" (agapâs-me) con este amor total e incondicional? (cf. Jn 21, 15). Antes de la experiencia de la traición, el Apóstol ciertamente habría dicho: "Te amo (agapô-se) incondicionalmente". Ahora que ha experimentado la amarga tristeza de la infidelidad, el drama de su propia debilidad, dice con humildad: "Señor, te quiero (filô-se)", es decir, "te amo con mi pobre amor humano". Cristo insiste: "Simón, ¿me amas con este amor total que yo quiero?". Y Pedro repite la respuesta de su humilde amor humano: "Kyrie, filô-se", "Señor, te quiero como sé querer". La tercera vez, Jesús sólo dice a Simón: "Fileîs-me?", "¿me quieres?". Simón comprende que a Jesús le basta su amor pobre, el único del que es capaz, y sin embargo se entristece porque el Señor se lo ha tenido que decir de ese modo. Por eso le responde: "Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero (filô-se)".

      (Audiencia general, 24 de mayo de 2006)
      http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2006/documents/hf_ben-xvi_aud_20060524.html

      Y esta constatación de ser sólo un pobre pedregal, un espino (mis queridos vecinos dirían coloquialmente, un "cardo") cuando siempre has querido ser una tierra amable y fértil que nunca podrás ser, es algo doloroso. De esta experiencia parte el poema. Que Dios lo puede todo, y acepta la miseria de tu naturaleza caída que le ofreces es algo que sé sobradamente. Simplemente es muy duro no poder amar mejor, y que Dios sólo puede ser en mí la pequeña flor que nace de mi suelo yerto. Que en este dolor hay orgullo, sin duda. Pero también, y yo diría sobre todo, es el sufrimiento de una plenitud inalcanzable. Por ello era pertinente la pregunta de si somos la tierra que somos por elección libre de nuestra voluntad o fruto de las circunstancias vitales o del designio del Señor. Aunque seamos rocas impenetrables, es cierto que Dios espera a que le digamos Sí, aunque se aun Sí muy pequeñito y raquítico. Con esa mínima rendija, Él puede hacer el milagro de hacer vergeles en lo que fuera el mayor de los desiertos. Pero qué triste ser tan pobre a sus ojos…

      Un abrazo grande, amigo Rocky.

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    6. ...aunque sea un Sí muy pequeñito...

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    7. ...y sobra algún maravilloso adjetivo redundante...

      Perdón.

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    8. Muchas gracias por iniciar el diálogo con el poema, tan inteligente como sincero, Doiraje. Sí, llevas toda la razón en que "era pertinente la pregunta de si somos la tierra que somos por elección libre de nuestra voluntad o fruto de las circunstancias vitales o del designio del Señor". Es pertinente para todos nosotros.

      Lo que puede ser muy impertinente es lo que uno piense hacer después de averiguarlo. ¿Qué pensaban hacer los fariseos que preguntaban a Jesús que quién había pecado, si el ciego o sus padres? Quedarse tranquilos al adjudicar el sambenito de pecador público. ¿Y qué hicieron después? Permancer ellos en su pecado. Lo declara el propio Jesús al final del pasaje:

      "39 Dijo Jesús: «Para un juicio he venido yo a este mundo: para que los que no ven, vean, y los que ven, se queden ciegos». 40 Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: «¿También nosotros estamos ciegos?». 41 Jesús les contestó: «Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís “vemos”, vuestro pecado permanece" (Jn 9:39-41).

      Jesús se niega a explicar por qué, nos dice para qué es ciego el muchacho: "Ni este pecó ni sus padres, sino [que nació ciego] para que se manifiesten en él las obras de Dios" (Jn 9:3).

      Las obras de Dios se manifestaron en la curación del ciego, como más adelante se manifiestan en el buen ladrón, el paradigma indiscutible de turbo-santidad: canonizado oficialmente antes de su muerte. Después de una vida de delito, se encuentra con Cristo crucificado, se compadece del Inocente con mayúsculas y le pide ayuda con una fe asombrosa: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino". ¿Llegó al colmo del fracaso, a ser ejecutado por malhechor, a causa de las circunstancias, de su mala voluntad o por designio del Señor? Yo diría que por las tres cosas.

      A veces, no ser capaces de ver y delimitar las causas es una bendición de Dios; muy dolorosa, pero cierta.

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    9. Así es. Si nuestra pobreza tiene algún sentido, éste debe de ser para que Dios exprese y resalte mejor la grandeza de su amor. Ese es nuestro mejor y más profundo consuelo.

      Ya lo he dicho más de una vez por ahí. Siendo como soy, si yo hubiera sido alguien exitoso, tal como el mundo entiende lo que es el éxito, me hubiera convertido en un perfecto gilipollas. Y aunque ahora sólo sea un gilipollas sin éxito, soy consciente de mi pobreza, y por ello siento con más fuerza el amor de Dios por mí.

      Tu último comentario es para enmarcar, y su final, perfecto:"A veces, no ser capaces de ver y delimitar las causas es una bendición de Dios; muy dolorosa, pero cierta."

      No cabe añadir nada más a tus palabras.

      Muchas gracias por tu amistad, Rocky.

      Un abrazo muy grande.

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    10. Por cierto, san Dimas es mi personaje preferido de la Pasión del Señor.

      Hace unos años compuse un soneto en su memoria en el que me identificaba con él:

      EL BUEN LADRÓN

      Me duelen estos clavos que maldigo,
      me duelen esas risas humillantes,
      me duelen los silencios resonantes,
      me duele este dolor que no persigo.

      Me duelen las ausencias de un amigo,
      me duele tanta envidia amenazante,
      me duele estar expuesto y expectante,
      me duele estar sin ti y estar contigo.

      Me duele no haber sido de otro modo,
      me duele que me duelan mis errores,
      y me duele encontrarte ya tan tarde,

      clavado en esta cruz el que es el Todo.
      Acuérdate de mí, de mis dolores,
      que es un deseo de ti lo que me arde.

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    11. "Siendo como soy, si yo hubiera sido alguien exitoso, tal como el mundo entiende lo que es el éxito, me hubiera convertido en un perfecto gilipollas. Y aunque ahora sólo sea un gilipollas sin éxito, soy consciente de mi pobreza, y por ello siento con más fuerza el amor de Dios por mí". Eso mismo lo he dicho yo también alguna vez, Doiraje. Y no lo digo más a menudo porque me miran con una cara muy rara, ja, ja, ja.

      Muchas gracias también por tu amistad y un abrazo muy grande.


      --

      Dejemos la traducción de este soneto clásico para otro post, que ya llevamos muchos comentarios. Ya sabes que tengo que encontrar una canción y todo eso. Jopelines, se me acumula el trabajo, je, je, je.

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  3. Jajaja... Sí, tenemos que tener cuidado de decir según qué cosas por ahí. Los que "ven" suelen estar muy ciegos.

    Nada, nada... Acuéstate pronto y no trasnoches tanto. Deja al bueno de Dimas tranquilo en ese soneto.

    Buenas noches, Rocky.

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