miércoles, 7 de marzo de 2018

Lecturas del día, miércoles, 7 de marzo. Poema "Con el Dios escondido" de Antonio Colinas

Primera lectura

Lectura del libro del Deuteronomio (4,1.5-9):

Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:
“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?
Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 147,12-13.15-16.19-20

R/.
Glorifica al Señor, Jerusalén

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza. R/.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor
 
Poema:
Con el Dios escondido de Antonio Colinas
 
Una mujer y un hombre arden en su silencio.
¿Qué hacemos tú y yo
aquí en esta penumbra?


Tú escuchas mi silencio
y yo escucho el tuyo,
y hasta parece que hemos olvidado
ese otro silencio de este lugar sagrado
por el que aquí estamos, en principio
sin saber para qué.

Acaso sea por esta ignorancia
que cerramos los labios,
y cerramos los ojos como si
nada nos importaran nuestras vidas ni el mundo.
Una mujer y un hombre arden en su silencio,
buscan en su interior
lo que no encuentran fuera:
¿el escondido Dios, el Dios desconocido,
ese ser, o ese espíritu o silencio,
que calla más que nadie desde hace muchos siglos?
¿O que habla temblando en la llama del ara?

Y, sin embargo, hay entre tú y yo
atmósfera gozosa,
pues algo viene y va entre nuestros cuerpos,
de tu mente a mi mente,
de tus ojos cerrados a mis ojos cerrados,
de tu silencio a mi silencio.
 
Acaso lo que fluya de manera tan dulce
sea ese otro silencio
del Dios desconocido que se esconde,
mas que, a la vez (¡qué cierto!) nos envuelve
como fuego,
pues va y viene en silencio como música,
nos recuerda y nos prueba
que estar contigo aquí,
que vivir, simplemente, es un milagro.
 

1 comentario:

  1. Muchas gracias, amigos, por lo que ya sabéis. Y muy en especial a un amigo desconocido, a un hermano, de corazón y fe musulmanes.

    Es curioso cómo hace el Señor las cosas, cómo dirige los acontecimientos. Cuando en las horas más duras, tras la agresión y la humillación que padecí, me dejaron sin apoyo y en la estacada los hermanos y sobre todo los pastores de mi fe (sí, también el actual que prometía tanto -como cualquier cuerpo profesional, se unen corporativamente ante cualquier crítica-), ha venido un hermano de otra fe a prestarme su ayuda.

    ...Verdaderamente qué grande es Dios.

    Un abrazo, amigo, hermano.

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