martes, 12 de marzo de 2019

"Hambre"

Hambre

"Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre."
(Lc 4,1-2)

De qué hambre nacemos.
En qué hambre vivimos.
Por qué hambre caemos.

Tres vértigos circundan
todo el bien y todo el mal.

La mirada curiosa de un niño
no está lejos de la codicia,
o de la lujuria, o de la envidia.
La soledad de un anciano
apenas se distingue del deseo
de dos seres sin raíces.

Hay desiertos que se parecen demasiado
a la saciedad de un paraíso;
y hay tentaciones que salvan 
a quienes saben levantarse.

Si al final el Espíritu nos lleva al hambre,
durante los cuarenta mil años de nuestra existencia,
sólo el Espíritu la alzará
sobre toda necesidad.

Pero mientras,
el diablo del hambre,
y el hambre de santidad.

12-3-19

Doiraje.

14 comentarios:

  1. La cita evangélica pertenece a la lectura litúrgica del pasado domingo 10 de febrero, primero de Cuaresma.

    ResponderEliminar
  2. Hunger, by Doriaje. Translated by RockyMarciano

    "And Jesus being full of the Holy Ghost returned from Jordan, and was led by the Spirit into the wilderness, being forty days tempted of the devil. And in those days he did eat nothing: and when they were ended, he afterward hungered" (Luke 4:1-2, King James Version).

    Of what hunger we are born.
    In what hunger we live.
    For what hunger we fall.

    Three frenzies encircle
    all good and all evil.

    The curious stare of a child
    is not far from greed,
    or from lust, or from envy.
    One can barely tell
    the loneliness of the elderly from
    the desire of two rootless creatures.

    There is a wilderness that looks too much
    like a paradise of satisfaction;
    and there are temptations that save
    those who learn to get up.

    If -in the end- the Spirit leads us to hunger,
    through the forty thousand years of our existence,
    only the Spirit can raise it
    over all needs.

    But meanwhile,
    the devil of hunger,
    and the hunger for holiness.

    --

    Muchas gracias, por el poema, Doiraje. Tan cuaresmal y tan ávido. He elegido citar la Biblia del Rey Jacobo, que emplea vigorosamente el verbo to hunger

    Traigo hoy una actuación de Elvis Presley en el último programa especial de TV que grabó, dos meses antes de morir.

    Elvis Presley - Unchained Melody

    Oh my love, my darling
    I've hungered for your touch
    A long lonely time
    And time goes by so slowly
    And time can do so much
    Are you still mine
    I need your love
    I need your love
    God speed your love to me

    Lonely rivers flow to the sea, to the sea
    To the open arms of the sea
    Lonely rivers cry
    Wait for me
    Wait for me
    I'll be coming home
    Wait for me

    Oh my love, my darling
    I've hungered for your touch
    A long lonely time
    And time goes by so slowly
    And time can do so much
    Are you still mine
    I need your love
    I need your love
    God speed your love to me

    --
    Songwriters: Alex North / Hy Zaret
    Unchained Melody lyrics © Unchained Melody Pub LLC
    --

    Elvis versiona una canción conocidísima, pero quizás nadie la canta con tanto hambre como él aquí:

    "Mi amor, querida,
    he tenido hambre de tu tacto,
    largo tiempo desolado;
    y qué despacio pasa el tiempo,
    y cuánto puede hacer el tiempo.
    ¿Eres mía aún?
    Necesito tu amor,
    necesito tu amor:
    Ojalá Dios me envíe pronto tu amor".

    Verdaderamente parece que ha agotado los cuarenta mil años de su existencia: viéndolo así es inevitable recordar la frase del Dr. Tyrell a su obra maestra, el replicante Roy, en 'Blade Runner': "The light that burns twice as bright burns half as long - and you have burned so very, very brightly, Roy".

    El hambre multiforme que consumió la vida de Elvis Presley incluyó también el apetito por la santidad, como expresan desgarradamente tantas canciones suyas. Roguemos a Dios que su Espíritu haya alzado la existencia de Elvis "sobre toda necesidad" y que a nosotros, que pugnamos aún cuarenta mil años con el demonio del hambre, nos conceda el hambre de santidad.

    Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Rocky, por tu excelente traducción, por la canción que aportas y por la belleza y acierto de tus reflexiones.

      Siempre me resulta difícil ver a Elvis en sus últimos momentos. Procuro evitarlo. Sin embargo, en medio de su terrible acabamiento, qué manera de interpretar esa canción. Aun sometido a sus profundas contradicciones, a ese hambre infinita que le devoró, no dejó de darse por completo. No se le puede pedir más a un ser humano. Sólo por esta entrega, desesperada en su final, espero, como tú, que el Señor se apiade de su alma. En efecto, este hombre ardió y brilló con una luz que ni squiera él pudo soportar.

      El poema se basa en la idea, que no es ni optimista ni pesimista, de que somos en esencia hambre, o si se quiere, anhelo, búsqueda. Y, por tanto, de un modo u otro, insatisfacción. Estar hechos así nos lleva a la realidad de la tentación, de la caída, de relación con el mal, con el diablo; pero también es lo que nos permite perseguir el bien, la verdad: amar a Dios. Pero amamos en medio del hambre. Y en el hambre está siempre nuestro enemigo.

      Por ello, vivimos, valga la expresión, en una perpetua cuaresma. O como se solía decir en conocida expresión bíblica, en un valle de lágrimas. Siempre me hace cierta gracia cuando los sacerdotes nos piden en este tiempo de purificación y conversión algún esfuerzo especial, más allá de los ayunos de carne los viernes (no bebas ese refresco que siempre te tomas, renuncia a esta pequeña cosa o a esa otra...). El hambre no desaparece ni se intensifica cuando se es consciente de llevar una vida cuaresmal: somos incompletitud siempre. De ahí mi hipérbole temporal. No existe un desierto pasajero, un hambre de cuarenta días: es nuestra vida entera una peregrinación a las fuentes de plenitud que jamás alcanzamos en ella. Sin duda, Elvis la sintió de forma especialmente aguda. Y sin dirección, como bien dices, le consumió.

      Me parece parfecta la elección de la canción, y no digamos del intérprete (acierto sobre acierto), pero cuando estaba acabando de componer el poema, me acudió a la memoria estos versos de otro poema y canción muy famoso de Leonard Cohen, "Bird on the wire":

      "I saw a beggar leaning on his wooden crutch
      He said to me, "you must not ask for so much"
      And a pretty woman leaning in her darkened door
      She cried to me, "hey, why not ask for more?"


      https://www.youtube.com/watch?v=AaL3hFp8vnc

      Estaba pensando en esa otra forma de hambre, en la cual debes encontrar tu propio camino. Unos te dirán que no vayas tan rápido; otros, en cambio, les parece que pides muy poco, que es muy lento tu paso, muy torpe tu búsqueda. La libertad, esa otra forma del hambre que nos constituye, no es otra cosa que la forma que debemos encontrar para recorrer nuestro camino. Pues incluso aunque sepamos cuál es la meta ("Yo soy el camino, la verdad y la vida"), no sabemos cómo se llega a ella para cada persona, más allá de las indicaciones y prescripciones que la Iglesia de Cristo nos señala. Esa es nuestra tarea en esta vida, en una trayectoria siempre cuaresmal, siempre de sed y de hambre, siempre sujeta a tentaciones, siempre por realizar.

      Un abrazo muy fuerte, Rocky.

      Eliminar
  3. Muchas gracias por el comentario explicativo, Doiraje. Y estupenda la canción/poema de Leonard Cohen, claro.

    Es necesario señalar el hambre permanente que somos para poder entender algo de lo que pretende la Iglesia con su llamada a la penitencia cuaresmal, porque muchas veces da la impresión de que se quiere comenzar la casa por el tejado. Porque sí, hace un poco de gracia que en Cuaresma recomienden sin más privarse de alguna cosita legítima que habitualmente nos concedemos para sobrellevar el desierto del hambre en que estamos siempre. ¿Qué sentido ve el asistente medio a la misa del domingo en provocarse hambre voluntaria?

    Mientras pensaba qué responder, veía en TV una curiosa comedia negrísima sobre un enfermo mental que conversa con sus mascotas, "The voices". El perro lo induce al bien; el gato, al mal, y todo se complica terriblemente en una cita con la chica que le gusta.

    Spoiler alert!

    Durante los títulos de crédito finales, vemos a los personajes reconciliados con el protagonista Jerry, sobre un fondo blanco luminoso, Desciende del cielo Jesucristo en persona y mantienen este diálogo:

    Jerry: Jesus!
    Jesus: Hi, Jerry.
    Jerry: Thanks for the love. Thank you for coming.
    Jesus: Wouldn't have missed it for the world.
    Jerry: My pets gonna be OK?
    Jesus: You betch ya!


    Y comienzan a cantar una versión de 'Sing a Happy Song':

    Sing a happy song, sing a happy song
    [...]
    Music's good for your soul
    It can bring a real good feelin'
    Good for the young and old
    Brighten up the darkest day, oh

    It can be your release
    It can supply you with peace
    Some peace of mind
    Why don't you
    Sing a happy song, sing a happy song?


    (Escena en Youtube)

    Fin del 'Spoiler alert'.

    Si se silencia el drama de nuestra vida en la predicación, si eliminamos el hambre, no vamos a entender que, en este desierto y con esta hambre impuestos, busquemos el desierto y la privación voluntarios, para convertirnos (re-orientarnos) movidos por el apetito de divinidad, que decía Unamuno.

    Si no entendemos ni el hambre del que habla Leonard Cohen, terminaremos cantando una canción feliz con un Jesucristo imaginario en bata blanca, porque "music is good for your soul".

    Muchas gracias de nuevo y un abrazo, Doiraje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente, Rocky. Si perdemos la perspectiva ética y espiritual, qué sentido tiene que en ciertos días se nos pida realizar un esfuerzo extra de renuncia a alguna cosita que nos agrade. Queda como un atavismo bastante anacrónico; y, sin embargo, lo que subyace es de lo más adecuado: prepararnos para afrontar y vivir adecuadamente grandes acontecimientos que fundamentan nuestra y que se celebran a continuación. Lo que ocurre es que en una sociedad secularizada, y en una Iglesia que cada vez lo está más, los tiempos litúrgicos se viven de forma más fría. Por ello, la banalidad que muestra la película a la que te refieres es la banalidad propia del hombre contemporáneo con respecto a las grandes cuestiones de la vida. Como muestra un botón, un pariente mío de nuestra edad, ingeniero de profesión, educado en su infancia y juventud en un entorno católico, me comentó con respecto a sus tres hijos que a los dos mayores (mellizos) los bautizó, pero que al pequeño no porque (y esto es literal) "se le olvidó". Este hijo es hoy ya un púber, y sigue en el olvido...

      He de reconocer que el video que has colgado no me gusta mucho. Tal vez la película tenga su interés y muestre un agudo e inteligente sentido del humor, pero utilizar la imagen del Señor de forma tan irreverente, aun en un entorno irónico o satírico, no me agrada nada. En mi juventud me he reído mucho con cosas como "La vida de Brian", sobre todo porque entonces era un ateo "podemita" cuando no existía Podemos (entonces comunista sin disfraces); pero con los años uno no le ve la gracia a estas cosas, aun cuando el tal Brian no era Jesús.

      Un abrazo grande, Rocky. Y gracia a ti siempre.

      Eliminar
    2. ...que fundamentan nuestra FE...

      Me comí nada menos que la fe. Debe de ser el apetito de divinidad unamuniana.

      Eliminar
    3. Bueno, la literalidad entrecomillada es "se me olvidó".

      Eliminar
    4. Muchas gracias, Doiraje.

      Comprendo que el vídeo no te agrade. A mí tampoco, pero a ese Jesús de bata blanca y corona de espinas yo lo veo mucho más banal que irreverente. Lo enlacé porque me parece que describe perfectamente la imagen de Cristo que predomina incluso en muchos católicos practicantes.

      Según esta visión simplista, al final se produciría una reconciliación entre todos los que nos hemos hecho daño en esta vida. "No pasa nada", dice Jerry a tales personas. Y en todo esto algo tiene que ver Jesús, a quien Jerry le agradece que "haya venido" y "el amor". Después de bailar todos juntos, Jesús eleva en una carretilla motorizada a Jerry -que manejaba una de esas en su trabajo- y se pierden en el fondo blanco. En el contexto de la película, es una eficaz metáfora del cielo.

      Ciertamente, Jesús salva en ese vídeo. Ciertamente, algo deberá tener que ver su Pasión, pues lleva la corona de espinas. Pero todo parece automático y banal. ¿Qué ha ocurrido con el hambre que tenía Jerry en toda la película y que trajo tan graves complicaciones, por así decirlo? ¿Cómo se sacia en ese fondo blanco al que se dirige en la carretilla elevadora? ¿Cómo intervienen Jesús y sus espinas en ese drama?

      No en vano enlacé el vídeo dentro del anuncio del spoiler, pues revela algo de lo que ha ocurrido en la película. Pero, además, me doy cuenta ahora de que, si el lector no la ha visto completa, apenas conseguirá apreciar el siginficado del videoclip final.

      Quede simplemente la imagen banal de un Jesús que interviene finalmente y nos salva de un modo automático, pero no vemos que sacie nuestro apetito de divinidad. Quizás en el contexto de la película no se podía ser más explícito, quizás no supieron hacerlo mejor, quizá la visión de la fe cristiana que tienen la el guionista y la directora es esa desleída que he descrito... pero yo no veo irreverencia clara, que habría podido ser sangrante si hubiesen querido.

      Por otra parte, probablemente ese padre a quien se "le olvidó" bautizar a su hijo también había olvidado que los grandes acontecimientos que fundamentan nuestra fe son reales, de tan poco frecuentar su memoria en el Evangelio y su conmemoración en la Liturgia. El problema no es que se olvide la palabra "fe", sino que te olvide la fe.

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

      Eliminar
    5. ... O quizás la escena final representa simplemente la salvación que espera Jerry y sería muy coherente con el personaje enfermo (por cómo embellece en su fantasía otros hechos anteriores) y muy coherente con lo que espera de la fe la sociedad actual.

      Eliminar
    6. Te confieso que dejé de ver el video al poco de comenzar. No llegué a lo de la carretilla.

      No puedo comentar mucho más, pues como bien señalas, no he visto la película. En cualquier caso, tiene un interés muy relativo lo que imagine cada uno sobre realidades desconocidas. En general, el mundo de la imaginación sólo tiene interés en el mundo creativo y, todo lo más, para la Psicología; pero más allá, lo puramente subjetivo carece de mayor relevancia. ¿Qué importancia tiene lo que tú o yo o aquél imaginemos que sea el gozo de la gloria de Dios, el Paraíso, la salvación eterna?

      Por lo general, ante lo radicalmente desconocido, o, más aún, ante lo intrínsecamente inimaginable, el hombre suele proyectar sobre ellos aquello que conoce, que ha vivido. Si contemplar la gloria divina es el mayor goce, sólo podremos asociarle realidades humanas que evoquen nuestra mayor plenitud terrenal (el momento en que nos enamoramos tan intensamente de la persona de nuestra vida, ciertos recuerdos infantiles, etc.). Recuerdo una entrevista a Marcello Mastroianni poco antes de su muerte. El actor, muy gravemente enfermo de cáncer, sabía que su final estaba cercano. Preguntado sobre cómo imaginaba que sería el Paraíso dijo con esa sonrisa ingenua, sincera y a la vez tan golfa (que a tantas mujeres enloqueció), que él no imaginaba nada más que lo que ya había conocido en esta vida, que para ser feliz no se necesitaba nada más que el sol, el mar, el cielo, la luz del mediterráneo, los alimentos que con generosidad cría la tierra, la belleza de la sonrisa de las mujeres, el amor, el sexo... ¿Qué importancia tiene esto? Muy poca, en verdad. Se podría decir que imaginamos lo bueno según como somos o hemos vivido. Según sea nuestra motivación principal, así serán nuestros sueños de plenitud en el más allá. Caricaturizando un poco, el avaro se verá nadando en dinero, como el tío Gilito; el que le gusta el poder, se imaginará como emperador de un vasto y magnifico imperio; el que le motiva los placeres de la carne, se verá yaciendo con infinidad de mujeres bellísimas, jóvenes y siempre complacientes, etc., etc.

      Un abrazo grande, Rocky.

      Eliminar
    7. Por cierto, no sé por qué razón ha desparecido la foto de tu nick... Misterios informáticos...

      Eliminar
  4. Parece que ya vuelve mi imagen a Blogger, después de subir otra vez el fichero. Vamos allá.

    En efecto, no podemos imaginar cómo será estar en la Gloria con Dios. O, mejor dicho, siempre imaginaremos mal, algo ramplón y demasiado pequeño:

    "Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman" (1 Cor 2:9).

    Demos gracias por ello. De otro modo, si pudiéramos proyectar y construir nuestro propio cielo, jamás llegaríamos a ver a Dios cara a cara y no podríamos nunca saciar este hambre que Él nos ha puesto en el corazón.

    Un abrazo y muchas gracias, Doiraje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Rocky. Menos mal que Dios es mucho más de lo que podamos imaginar, de lo que podamos amar. De lo contrario, en efecto, seguiríamos allí cargando con nuestra hambre insaciable, intentando como el bueno de Cohen indefinidamente sin conseguirlo ser libre.

      Un abrazo. Que descanses, Rocky.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.