jueves, 21 de febrero de 2019

"Salvación"

Salvación

"Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: '¡Aléjate de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!'."
(Mc 8,32-33)

...Y cómo no pensar como los hombres, Señor...

Si nacemos de un deseo, que a veces
no es amor; parvos y desnudos,
inermes, mudos, torpes,
llorando como quien necesita 
llorar para vivir,
cómo no anhelar, Señor,
la fuerza, la victoria, el poder
inapelables.

De niños, necesitamos
un padre héroe, gigante, sabio, rey;
y una madre de cálida confianza,
de brazos oceánicos donde mecernos
libres y a refugio.

De jóvenes, buscamos la fuerza 
que ayer imaginamos,
y la que los cuerpos apuntan,
vigorosos y audaces;
bellos, ágiles, capaces, atractivos.

De adultos, la vida nos exige
los mil compromisos que nos comprometen:
proyectos, gastos, trabajo, y el placer
no ya como regalo,
sino como recompensa.

Sólo al final, cuando el vigor y la ilusión 
decaen, algunos, no muchos, se dan cuenta
que tenías razón:
el hijo del hombre
(también en minúscula)
tiene que padecer mucho.

...Casi tanto como Tú, Señor...

21-2-2019

Doiraje.

14 comentarios:

  1. Salvation, by Doiraje. Translated by RockyMarciano

    "He spoke this openly. Then Peter took him aside and began to rebuke him. 33 At this he turned around and, looking at his disciples, rebuked Peter and said, “Get behind me, Satan. You are thinking not as God does, but as human beings do.”" (Mark 8:32-33, New American Bible).


    ...And how could I not think as men do, Lord...

    If we are born of a desire, which sometimes
    is not love; wee and naked,
    helpless, mute, clumsy,
    crying as one who needs
    to cry in order to live,
    how could we not long, Lord,
    for strength, victory, power
    unappealable.

    As children, we need
    a heroic, gigantic, wise, kingly father;
    and a mother with warm confidence,
    with arms like an ocean in which we can sway,
    free and sheltered.

    As youths, we seek the strength
    we imagined the day before,
    and which is beginning to show in bodies
    --vigorous and bold;
    beautiful, nimble, capable, attractive.

    As adults, life requires from us
    the thousand commitments we are commited to:
    projects, expenses, work, and pleasure
    --not as gift now,
    but as a reward.

    Only in the end, when vigour and hopes
    wane, some, not many, people realize
    that You were right:
    the son of man
    (also in small letters)
    must suffer many things.

    ...Nearly as many as You, Lord...

    --

    Muchas gracias por el poema, Doiraje, que titulas tan apropiadamente "Salvación".

    Efectivamente, Pedro increpa a Jesús porque inmeditamente antes:

    "Y [Jesús] empezó a instruirlos:“El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días”. Se lo explicaba con toda claridad...".

    Precisamente después de que Pedro haya proclamado respecto a Jesús "Tú eres el Mesías", Pedro no quiere oír hablar de la Cruz, pero esa Cruz y Resurrección son las que nos salvan.

    He encontrado esta canción que se relaciona con la escena evángelica:

    Cock Robin - The Promise You Made

    If I laid down my love to come to your defense
    Would you worry for me with a pain in your chest?
    Could I rely on your faith to be strong
    To pick me back up and to push me along?

    Tell me:
    You'll be there in my hour of need
    You won't turn me away
    Help me out of the life I lead
    Remember the promise you made
    Remember the promise you made:

    If I gave you my soul for a piece of your mind
    Would you carry me with you to the far edge of time?
    Could you understand if you found me untrue
    Would we become one, or divided in two

    Please tell me:
    You'll be there in my hour of need
    You won't turn me away
    Help me out of the life I lead
    Remember the promise you made
    Remember the promise you made:

    Could I rely on your faith to be strong
    To pick me back up and to push me along
    Please tell me
    You'll be there in my hour of need
    You won't turn me away
    Help me out of the life I lead
    Remember the promise you made
    Remember the promise you made
    Remember the promise you made
    Remember the promise you made (...)

    Songwriters: Peter Kingsbery
    The Promise You Made lyrics © Stage Three Music (Catalogues) Limited et al.

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    1. Dice el final de la canción:
      "Por favor, dime
      que estarás disponible en la hora de mi necesidad,
      que no me rechazarás.
      Ayúdame a salir de la vida que llevo.
      Recuerda la promesa que hiciste"
      .

      Y, por otra parte, Jesús declara a Pilato en el Pretorio:

      "Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad" (Jn. 18:37). Esa verdad es el amor de Dios que entrega a su propio Hijo:

      "Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas... Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre" (Jn 10:11,17-18).

      En el momento que Pedro está tentando a Jesús a rechazar la Cruz, le recuerda involuntariamente esa promesa que Jesús ha hecho al Padre y por la que ha venido al mundo. Cuando pensamos como los hombres y no como Dios, cuando rechazamos la participación en la Cruz salvadora de Cristo, cuando pecamos, le recordamos cuánto necesitamos su salvación, le pedimos implícitamente que mantenga esa promesa dada y nos ayude a salir de la vida que llevamos. Que nos ayude a llegar ser como san Pablo, a decir:

      "Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí" (Gal 2:19-20).

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    2. En el segundo verso de la 5º estrofa (contando la 1ª, de un verso solo),
      * commited - > committed

      No ganamos para correctores de erratas, evidentemente, ja, ja,a

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    3. No te preocupes. Son difíciles de evitar, a no ser que se cuente con uno de esos correctores automáticos, que a su vez no reconocen cantidad de palabras perfectamente correctas.

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  2. Muchas gracias de nuevo, Rocky, por todo lo que aportas al blog. Es duro escribir poemas a la nada, con sólo el silencio por respuesta. Aunque la técnica permita muchas cosas, si el factor humano falla, la técnica es un muy triste consuelo.

    Gracias por traer esa canción, que hacía más de treinta años que no escuchaba. Es de la época de mi juventud, los años de la para mí tristísima Movida de los ochenta. El amor es reciprocidad, entrega mutua, fidelidad. Lo que no sea eso, es sólo sentimentalismo o puro sexo. La fidelidad, la entrega y la reciprocidad del amor del Señor por nosotros fueron, son y serán totales, y son ellas, en efecto, las que nos salvan. Como ha recordado hace poco el papa Francisco, podrán extinguirse los demás afectos humanos, pero la promesa del amor de Dios no se agota nunca, nunca desaparece, siempre está viva.

    El poema surge de la contradicción que supone nuestra muy débil naturaleza, tan necesitada de Dios. A mí me gustaría identificarme con santos sabios, equilibrados, estables, como un santo Tomás de Aquino o un san Isidoro; pero lo cierto es que con los años, abandonando falsas ilusiones, he de reconocer que lo mío son los santos metepatas, impulsivos, bocazas, torpes, aunque noblotes. Soy, me temo, demasiado petrino en mi carácter, y demasiado agustino antes de su conversión. Pedro, que, por gracia de Dios, es el único que acierta a responder la pregunta del Señor ("¿Quién decís que soy yo?"), aún no ha comprendido nada de quien tiene enfrente. Pedro es demasiado humano, e imagina que el Mesías debe ser el cénit del poder en todas sus formas (militar, político, social, intelectual...), alguien absolutamente invencible, arrasador, implacable, tal vez hasta cruel con el enemigo. ¡Y en su ignorancia se pone a increparle el muy animal!, ¡a aquel que había acertado a identificar como el Mesías! El poema nace de la evidencia de que es muy difícil dejar de pensar como lo que somos, hombres, seres que sólo podemos concebir la realidad desde nuestra limitada visión de criaturas, a las que se les escapa por completo la dimensión trascendente que Dios aporta.

    Y para que unos zotes de semejante calibre logren pensar un poco, aunque sea de vez en cuando, como Dios, nos entregó a su Hijo, los hizo hombre como nosotros, se dejó matar de un modo máximamente vil, clavado en una cruz como los miembros más indeseables de la sociedad de su tiempo. Y tras todo ese gigantesco e inimaginable esfuerzo de amor de Dios por sus criaturas, y tras dos mil años de aquello, qué "Pedros", qué pétreos seguimos siendo.

    Un abrazo muy fuerte, amigo Rocky, el hombre que vino del silencioso frío de Internet.

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    1. "...amigo Rocky, el hombre que vino del silencioso frío de Internet". Ja, ja, ja. Gracias, Doiraje; casi me conviertes en un personaje de John le Carré. Incluso en el nombre, yo también tengo el perfil 'petrino', no por apostólico, sino por cabezadura y metepatas.

      Pero Cristo elige construir su Iglesia sobre un zoquete al que la gracia de Dios le hace decir de Jesús: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Así se ve de quién es la Iglesia, quien la edifica, quién la gobierna, quién la vivifica: Es la viña del Señor y no un roquedal de muerte gracias al Espíritu Santo, que la riega con la gracia ganada para nosotros por Cristo Jesús. Aunque la Iglesia ofrezca en algunos aspectos una apariencia humana tan pobre -a veces, repugnante-, es el Cuerpo de Cristo porque la Cabeza sigue rigiendo amorosamente los miembros.

      Lo mismo que Pedro piensa como los hombres y no como Dios e increpa a Jesús ante la noticia de la Cruz, nosotros nos negamos a ver la santidad objetiva de la Esposa de Cristo, resplandeciente bajo los pecados de tantos cristianos, que nos ciegan. Verdaderamente necesitamos entender que los padecimientos que Jesús anuncia, para sí mismo, y para los cristianos, son también para la dimensión institucional de la Iglesia en su conjunto. Bajo el aspecto deleznable del varón de dolores que ve Pilato y presenta proclamando "Ecce homo" está el Hijo de Dios; bajo la realidad putrefacta de tantos pecados públicos de los cristianos está esa Iglesia santa de la que promete Jesús "el poder del infierno no la derrotará" (Mt 16:18).

      Que María Santísima, Madre e imagen de la Iglesia, interceda por nosotros.

      Un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    2. Por cierto, Rocky, que Rocky Marciano no era tan rocoso como le hacía parecer su terrible pegada y su capacidad sobrehumana para encajar golpes. Cuando tumbó a su ídolo Joe Louis dicen que lloró allí mismo como un niño. O cuando venció con aquella terrible derecha (su "Suzie-Q") a Jersey Joe Walcott en el combate que le dió el título mundial de los pesos pesados, no dudó en declarar que ojalá un día fuese tan buen boxeador como su rival al que acababa de vencer. O cuando tumbó a Carmine Vingo, al que provocó un derrame cerebral que casi lo mata. Mientras Vingo estaba en el hospital en coma, Rocky dijo que abandonaría el boxeo si no se recuperaba. Gracias a Dios, se recuperó y fueron luego excelentes amigos.

      Así que menos lobos caperucita. Rocky era un tipo con una pegada y una capacidad de resistencia descomunales, pero por dentro... como Platero: todo algodón.

      Un abrazo, caperucita..., digo Rocky. ;)

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    3. Gracias por los detalles biográficos de Rocco Francis Marchegiano, Doiraje.

      Lo pétreo de mi nombre no va necesariamente ligado a una pegada demoledora ni a una mandíbula berroqueña; a los efectos este post, como dije, tengo el perfil 'petrino', no por apostólico, sino por cabezadura y metepatas. Solo eso. Si desease discutir mis asuntoss personales no elegiría la imagen de quien se parapeta tras dos guantes de boxeo.

      Gracias y un abrazo muy fuerte, Doiraje.

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    4. Sólo quería indicar que la verdadera dureza de aquel boxeador era su no menos descomunal humanidad. Por cierto, rasgo común con el bueno de san Pedro. Ese es también el rasgo que compartes con ambos.

      Un abrazo muy fuerte, Rocky.

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    5. Independientemente de los guantes de boxeo que exhibo, muchísimas gracias por tu amistad y tus poemas, Doiraje.

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    6. Nos hemos cruzado los comentarios. Lo mismo te digo, Doiraje. Un abrazo muy fuerte.

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    7. Gracias a ti. Que descanses.

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