sábado, 3 de febrero de 2018

Lecturas del día, sábado, 3 de febrero. Poema "Un alto en el camino" de Doiraje

Primera lectura

Lectura del primer libro de los Reyes (3,4-15):

En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos.
En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras.»
Respondió Salomón: «Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?»
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: «Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 118,9.10.11.12.13.14

R/.
Enséñame, Señor, tus leyes

¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R/.

Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe
de tus mandamientos. R/.

En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R/.

Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R/.

Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca. R/.

Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34):

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra del Señor
 
Poema:
Un alto en el camino de Doiraje 

De vez en cuando, parar en la lucha,
y volverse a mirar los pasos andados,
y sentir que está bien, y coger más fuerza
para seguir avanzando,
siempre hacia arriba, hacia
nuestro origen común.

Descansar no significa huida;
mirar hacia atrás no es
no mirar al futuro.
Vivimos en el tiempo, y el trayecto
nunca es  lineal.
A veces, un recuerdo, un punto oscuro que quedó
en nuestra alma, bullendo,
esperando la luz de nuestro ser;
un cansancio legítimo, un placer renunciado...;
¡tantas cosas pueden y deben sustraernos
de la mal llamada "actualidad"!

Y saber, en estas pausas, que necesitamos
ayuda, que todo no lo podemos,
que dependemos de tantas realidades
cotidianas, trascendentes,
que no queremos reconocer.

Cuando mi orgullo es más alto,
cuando mis éxitos ciegan mi humildad,
cuando creo en mí como un coloso
autosuficiente, me llegan
estos momentos de soledad sonora,
esta música callada del alma
que me vuelve los ojos a Dios.
¿Qué puedo, qué soy yo sin Él...?
Cuando más fuerte siento mi cuerpo,
mi alma se hace cristal quebradizo.

De vez en cuando, detenerse
y volver a sentir que la vida es un don
concedido, prestado, grandioso
y leve, pasajero e infinito,
no viene mal para la perenne lucha.

Vivir es ser humilde.

3 comentarios:

  1. César Fuentes:
    ¿Un nuevo poema?

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  2. No, César. De abril del 95.

    Hace muchos años que dejé de sentirme un "coloso autosuficiente". En aquella época estaba superando muchas cosas en mi vida; estaba en plena lucha, como el "coloso" que pone orden en el caos, en un caos que duraba, entonces, toda mi vida.

    Ahora, más que un alto en el camino, se podría decir que estoy al lado del camino. Mi lucha es otra, y yo soy otro también.

    Sigo sin escribir poesía, si preguntas por eso.

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    Respuestas
    1. ...Sería mejor decir, a un lado del camino, pues a un lado me he ido poniendo.

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