viernes, 2 de octubre de 2015

Lecturas del día, viernes, 2 de octubre, Santos Ángeles Custodios. Poema "Preámbulos de la fe" de José Mª Valverde. Un apunte sobre la importancia del yo en la expresión poética

Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo (23,20-23a):

Así dice el Señor: «Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios. Mi ángel irá por delante.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 90,1-2.3-4.5-6.10-11

R/.
A los ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos


Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R/.

Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás. R/.

Su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía. R/.

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,1-5.10):

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.»

Palabra del Señor 

Poema:
Preámbulos de la fe de José Mª Valverde 

Ya tengo edad, ya puedo responder
a todos en qué está puesta mi vida,
a dónde miro siempre, allá a lo lejos,
en medio del trabajo y de la casa
y del pensar en serio en este mundo,
con sus ideas, su hambre y sus gobiernos.
Si preguntáis, respondo: pero no
al modo usado, en un libro con notas
bibliográficas o una conferencia,
sino en mi verso, en serio y a mi gusto.

No temáis que haga historia de mi vida,
ni que exclame o suplique: acaso en otros
versos nombraba a Dios como quien habla
de una mujer lejana, entre suspiros,
de una ciudad cordial para él, de un caso
que le ocurrió a su espíritu, y los otros
oyen, corteses y algo conmovidos,
igual que ante un amor o un luto ajeno.
Qué puede ser de todos, qué nos anda
buscando a todos: de eso quiero hablar,
y sólo como ejemplo, de pasada,
aludir a mi fe, con mis papeles. 

Un apunte sobre la importancia del yo en la expresión poética 

Suele sorprender a los menos avisados la importancia tan preponderante que toma el yo del poeta en sus composiciones. Siempre me he chocado con este obstáculo entre los católicos con los que he tratado de estos temas, no demasiado familiarizados con el género. Más acostumbrados a la narrativa o al teatro, les sorprende el protagonismo, que se les torna abusivo, de los poetas. En los católicos hay un obstáculo más: la condena moral de todo egocentrismo, utilizando este término en su acepción más objetiva (el yo es el centro o el foco del mensaje). 

Sin embargo, no les debería chocar, pues la Biblia no es ajena en absoluto al uso poético,  y menos aún al uso de la primera persona. Los Salmos ocupan un espacio central en las Sagradas Escrituras; Salmos que han influido a su vez a muchos poetas de toda condición y época. Aunque la poesía presenta varios subgéneros, por así decir, como la épica o la dramática, la poesía "egocéntrica", la lírica, es la que en los últimos doscientos o trescientos años ha alcanzado una preponderancia casi absoluta en la producción literaria. La poesía épica no pasa de ser una poética narrativa de grandes hazañas históricas o míticas de un pueblo; la poesía dramática es el soporte para el desarrollo de una trama teatral con diversos personajes que dialogan entre sí de forma rimada y con métrica regular. 

En ese período de tiempo, la experiencia individual ha ido ganando terreno, en paralelo a los diversos cambios culturales, filosóficos, políticos y económicos. Frente a la época de la Cristiandad medieval, el individuo y su experiencia comienza a adquirir un peso y una importancia mayores y hasta nuevos. No sólo se vive al individuo, a la persona, como una criatura de Dios, cuya relevancia sólo es tenida en cuenta en función de su Creador. El hombre comienza a ser una realidad digna en sí misma, no referida necesariamente a otras entidades para serlo. Es evidente que esto potenció enormemente todo lo concerniente al ámbito de la expresión lírica (la afectividad, el modo personal de ver o sentir el mundo, el amor desde un plano de intimidad hasta ahora desconocido en su tratamiento, etc.). Y también es evidente que en la medida en que el ego del poeta crecía, se iba perdiendo el vínculo original con el cual cobra sentido: Dios. 

Pero me temo que es un enorme error despreciar, descalificar o minusvalorar esa importancia poética del yo lírico desde planteamientos cristianos. Realmente sólo gente de sensibilidad estética o de formación muy limitadas caen en tales ejercicios. No existe nada más espectacular, en el mejor sentido del término, y profundo que un yo que se abre, aunque sea sólo para expresar su sufrimiento. El sufrimiento del hombre nunca puede relegarse ni siquiera en los casos en los que el poeta no reconoce que su dolor participa del otro gran padecimiento, el primigenio: la Pasión y la Cruz de Cristo. 

Espero que estas breves palabras sirvan a los que visitan este blog con una sensibilidad ciertamente truncada por un mal entendimiento de la humildad cristiana en ciertos ámbitos. Mucho peor si se utiliza para mofarse del genuino sufrimiento humano, y más aún cuando se juegan con palabras de autores que supieron entender a la perfección tal humildad y el ego necesario de los creadores, para ponerlas al servicio de una actitud ciertamente pecaminosa. Y peor aún cuando ello sirve de soporte a una homilía en el Santo Sacrificio eucarístico. Esas actitudes no son de recibo en una iglesia que se dice de Cristo. 

Y es que, vamos a hablar claro, tras lo que describía hace un par de días sobre aquella joven odiadora que me sale al encuentro cada mañana, no puede ser respuesta de mi iglesia, un "oye, tómate las cosas con humor, y acepta lo que te echen, pues de lo contrario eres un egocéntrico", entre sonrisas cómplices en medio del altar, y citando nada menos a Benedicto XVI en un texto que nada tenía que ver con las motivaciones que apenas escondían el sacerdote y el diácono que concelebraba. Y como me leen, poner en solfa por ególatras el sufrimiento de todos los poetas que por aquí he ido trayendo. Es una lástima que, como apuntó veladamente el párroco el pasado domingo, consideren este blog casi como una obra de Satanás. Nada más alejado de ello. Así, no sois mis pastores, no podéis serlo. 

Ni esto puede ser la Iglesia de Cristo. Aunque seguiré yendo a este templo, pues poca alternativa poseo y porque no acudo ciertamente por ellos.

9 comentarios:

  1. César Fuentes:

    En cierto modo, escribir un poema es como orar, al igual que un músico compone una canción, o una sonata: ahí está su yo, pero ese yo no es, ni pretende ser, un absoluto, más bien, como todo artista, ve el mundo e intenta comprenderlo, por lo tanto es el paso que da el poeta-o el músico- en busca, no tanto de un lector u oyente, sino de un oído, un alma más profunda, más "abarcadora", casi, o no casi, un todo; y quien busca encuentra (Mt 7,8).

    No se es pobre de espíritu al hacer una crítica tan burda de un blog y, sobre todo, de las intenciones que tiene el autor del mismo, no. Una lástima.

    Sigue, Doiraje, continúa, no cejes, ya sabes que todos tenemos un ángel custodio, pero sobre todo a Quien lo envía.

    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias, César. Así es. Como sabes, concibo la poesía desde que inicié mi conversión hace casi 25 años como la relación del poeta con Dios. Si la poesía mana de manantial profundo, no cabe mayor hondura que esta experiencia de búsqueda y anhelos hacia la trascendencia.

    De lo demás, en fin, qué te voy a contar que tú no sepas y no hayas sufrido. ...Todo humano, demasiado humano... A ciertas alturas de la vida una está cansado de tanta..., en fin, de tanto. Con lo fácil que hubiera sido una pequeña y sencilla homilía sobre los ángeles custodios. ¡Y qué manera de bastardear las palabras de Benedicto...!

    En fin, como en cualquier ámbito de la vida, en las parroquias, esos lugares donde se vive la fe en comunidad (jajajaja...), también hay que sonreir aun con risa de conejo y decir que sí, que todo se hace maravillosamente y cuánto valemos nosotros, los elegidos.

    Muchas gracias por tu apoyo, César, amigo. No, no cejaré. De eso puedes estar seguro. En esta empresa no estoy solo, y no me refiero a apoyos humanos. De momento, seguiré yendo, pero ya sin comulgar. Ahora sí que no puedo recibir el cuerpo de Cristo en estas circunstancias.

    Un abrazo, César, en el Señor. Y tú tampoco cejes en tu búsqueda. Que nada ni sobre todo nadie nos quite la fe.

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    1. Quise decir: "A ciertas alturas de la vida, unO está cansado..."
      (A ver si alguien se va a confundir con UNO)

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    2. César Fuentes:

      Querido amigo, no dejes de comulgar, no dejes que Cristo pase a tu lado sin recibir tan glorioso y vital maravilla, ¡eso nunca! Indignos somos siempre, pero El sale del sagrario, como salió del sepulcro, para darse para siempre jamás; por lo tanto, recíbelo, por lo que más quieras.

      Continuando con lo que decías ayer, y ya que salió Benedicto a colación-del cual habría que aprender de su magisterio maravilloso-, déjame que traiga aquí estas palabras que pronunció en Asís sobre los agnósticos, la búsqueda de la Verdad, los cristianos pagados de sí mismos, que creo puede dar algo más de luz a lo que se está hablando-y, si me lo permites, a las intenciones que tienes como bloguero, pero sobre todo, como católico-:

      "Junto a estas dos formas de religión y anti-religión, existe también en el mundo en expansión del agnosticismo otra orientación de fondo: personas a las que no les ha sido dado el don de poder creer y que, sin embargo, buscan la verdad, están en la búsqueda de Dios. Personas como éstas no afirman simplemente: “No existe ningún Dios“. Sufren a causa de su ausencia y, buscando lo auténtico y lo bueno, están interiormente en camino hacia Él. Son “peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz“. Plantean preguntas tanto a una como a la otra parte. Despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda, que no pierden la esperanza de que la verdad exista y que nosotros podemos y debemos vivir en función de ella.

      Pero también llaman en causa a los seguidores de las religiones, para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto a los demás. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta.

      Que ellos no logren encontrar a Dios, depende también de los creyentes, con su imagen reducida o deformada de Dios. Así, su lucha interior y su interrogarse es también una llamada a los creyentes a purificar su propia fe, para que Dios – el verdadero Dios – se haga accesible. Por eso he invitado de propósito a representantes de este tercer grupo a nuestro encuentro en Asís, que no sólo reúne representantes de instituciones religiosas. Se trata más bien del estar juntos en camino hacia la verdad, del compromiso decidido por la dignidad del hombre y de hacerse cargo en común de la causa de la paz, contra toda especie de violencia destructora del derecho. Para concluir, quisiera aseguraros que la Iglesia católica no cejará en la lucha contra la violencia, en su compromiso por la paz en el mundo. Estamos animados por el deseo común de ser “peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz“.


      El discurso entero, que versa principalmente sobre la violencia y la paz, se puede leer aquí:

      https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2011/october/documents/hf_ben-xvi_spe_20111027_assisi.html

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    3. ¡Muchísimas gracias, César! ¡Esas palabras son un tesoro! Me vas a permitir que las realce colocándolas en el post de hoy, junto con las lecturas del día. Ese es exactamente el espíritu de este blog, o al que aspira, seamos modestos. Qué gran papa fue Benedicto XVI. Tal vez era demasiado excelso para poder continuar como pontífice en una Iglesia humanamente tan mediocre.

      En cuanto a lo de comulgar, aparte del problema que sabes de encontrar a un sacerdote que sepa confesar, que no es sólo sentarse en el confesionario, está el hecho de que ya me siento asqueado, harto, sucio o ensuciado. Y así no se puede recibir a Dios. Es curioso voy acabar como mis padres que, yendo a misa todos los domingos y fiestas de guardar, manteniéndose fieles en su matrimonio, etc., jamás los ví comulgar ni confesar. De algún modo siempre supimos en mi familia (y así fue) que de la Iglesia nada podíamos esperar.

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  3. César Fuentes:

    Por cierto, cuando un poeta habla de que está enamorado-por poner un ejemplo muy común-, en cierto modo habla por boca de todo enamorado.

    El himno de hoy de Laudes dice:

    Padre nuestro,
    padre de todos,
    líbrame del orgullo
    de estar solo.

    No vengo a la soledad
    cuando vengo a la oración,
    pues sé que, estando contigo,
    con mis hermanos estoy;
    y sé, estando con ellos,
    tú estás en medio, Señor.

    No he venido a refugiarme
    dentro de tu torreón,
    como quien huye a un exilio
    de aristocracia interior.
    Pues vine huyendo del ruido,
    pero de los hombres no.

    Allí donde va un cristiano
    no hay soledad, sino amor,
    pues lleva toda la Iglesia
    dentro de su corazón.
    Y dice siempre "nosotros",
    incluso si dice "yo”.

    Pos eso, como diría el castizo: el que tenga ojos, que lea.

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    1. ¡Magnífico, César! Más adecuado a este contexto, imposible. Oye, eres un auténtico lujo para este blog. No te cortes ni un pelo de participar. Lo enriqueces mucho más de lo que soy capaz.

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  4. César Fuentes:

    No dejes de pensar en comulgar, en desearlo, en confesar aunque haya que ir a Siberia para ello.

    Un gran abrazo y comentaré cada vez que pueda.
    Con Dios, hermano.

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    1. Muchas gracias, César. No, no renunciaré a ello definitivamente. Me sería imposible. Pero ahora no se dan las condiciones. Isabel llevaba pensando también mucho tiempo en dejarlo.

      Y eso, no dejes de participar y visitarme.

      Un abrazo grande, César.

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