sábado, 10 de octubre de 2015

Lecturas del día, sábado, 10 de octubre. Poema "La destrucción" de Charles Baudelaire


Primera lectura

Lectura del libro del profeta Joel (4,12-21):

«Que se levanten las naciones y acudan al valle de Josafat; allí me sentaré a juzgar a las naciones vecinas. Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura, vengan a pisar las uvas, porque ya está lleno el lagar, ya las cubas están rebosantes de sus maldades. ¡Multitudes y multitudes se reúnen en el valle del Juicio, porque está cerca el día del Señor! El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor ruge desde Sión, desde Jerusalén levanta su voz; tiemblan los cielos y la tierra. Pero el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será santa, y ya no pasarán por ella los extranjeros. Aquel día los montes destilarán vino y de las colinas manará leche. Los ríos de Judá irán llenos de agua y brotará un manantial del templo del Señor que regará el valle de las Acacias. Egipto se volverá un desierto y Edom una árida llanura, porque oprimieron a los hijos de Judá y derramaron sangre inocente en su país. En cambio, Judá estará habitada para siempre, y Jerusalén por todos los siglos. Vengaré su sangre, no quedarán impunes los que la derramaron, y yo, el Señor, habitaré en Sión».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 96

R/.
Alegraos, justos, con el Señor

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Amanece la luz para el justo
y la alegría para los rectos de corazón.
Alégraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11,27-28):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!»
Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».

Palabra del Señor

Poema:
La destrucción de Charles Baudelaire

Sin cesar a mis lados se agita el demonio;
nada a mi alrededor como un aire impalpable;
lo trago y lo siento que abrasa mi pulmón
y lo llena de un deseo eterno y culpable.

A veces, toma, sabiendo mi gran amor al arte,
la forma de la más seductora de las mujeres,
y, bajo especiosos pretextos de hipócrita,
acostumbra mi labio a filtros infames.

Me conduce así, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, en medio
de las llanuras del enojo, profundas y desiertas,

y arroja en mis ojos llenos de confusión
vestidos manchados, heridas abiertas,
y el aparato sangrante de la destrucción.

La Destruction

Sans cesse à mes côtés s'agite le Démon;
Il nage autour de moi comme un air impalpable;
Je l'avale et le sens qui brûle mon poumon
Et l'emplit d'un désir éternel et coupable.

Parfois il prend, sachant mon grand amour de l'Art,
La forme de la plus séduisante des femmes,
Et, sous de spécieux prétextes de cafard,
Accoutume ma lèvre à des philtres infâmes.

Il me conduit ainsi, loin du regard de Dieu,
Haletant et brisé de fatigue, au milieu
Des plaines de l'Ennui, profondes et désertes,

Et jette dans mes yeux pleins de confusion
Des vêtements souillés, des blessures ouvertes,
Et l'appareil sanglant de la Destruction!

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